El ejército ruso ya ha entrado en la ciudad de Severodonetsk y “se está luchando en las calles” el interior de la urbe, la última en importancia que aún no controlan los soldados enviados por Moscú en la región ucraniana de Lugansk, en el este del país, informó el gobernador regional Serhiy Haidai.
“Ya se está luchando en las calles de Severodonetsk. El enemigo avanza”, precisó el gobernador, quien aseguró que tres médicos que recorrían la ciudad en un vehículo como voluntarios han desaparecido.
Según explicó, la “infraestructura crítica de la ciudad ha sido destruida en casi un cien por cien, mientras el 90 por ciento de las viviendas ha sufrido daños y, entre ellas, el 60 por ciento muestran un estado ruinoso”.
El gobernador también dijo que “la ciudad está llena de cadáveres rusos, las calles están ardiendo; en el futuro, esto puede provocar el desarrollo de infecciones”, subrayó.
Además, el ejército ruso trata de controlar la ruta entre las poblaciones cercanas de Lysychansk-Bakhmut, que ha sido fuertemente bombardeada y es peligroso desplazarse a través de ella.
En un mensaje anterior, el responsable regional, Serhiy Haidai, había confirmado la difícil situación de esta urbe y el recrudecimiento de los combates en esta ciudad y en la vecina Lysychansk.
“El enemigo ha usado todas las armas posibles, usa también aviones. Sin embargo, nuestras fuerzas armadas se defienden firmemente para evitar que el enemigo avance”, agregó en su mensaje de Telegram.
El ejército ruso ha centrado sus ataques en las últimas semanas en las regiones de Lugansk y Donetsk, ambas prorrusas e integrantes del denominado Donbás, una zona limítrofe con Rusia y donde operan desde 2014 grupos armados prorrusos contra el Gobierno de Kiev.
Moscú trata de controlar esta rica región ucraniana para establecer un corredor que le permita mover tropas y material desde el este y hasta el sur, tras conquistar Mariúpol, en el mar de Azov, y mantener ocupada la península de Crimea desde 2014.