Buenas Noticias
Deja que la vida te sorprenda
Dejar de controlarlo todo, de aferrarme a mis cosascomo si no pudiera vivir sin ellas… Trazar mi camino y defender mi sueño, pero sabiendo que podré vivir sin él hasta que llegue. Que hay vida más allá de mis retos. Que cuando los consiga, me reinventaré, que soy capaz de respirar profundamente tanto si llego mis metas como si al final descubro que no eran para mí. Que vivo intensamente mientras camino hacia ellas… Que puedo fracasar sin hundirme y seguir… Que me puedo permitir vacilar y perder Es útil planificar una estrategia para conseguir lo que sueñas, tener claros tus objetivos, esforzarte y poner todo tu talento a trabajar. Ser optimista y saber que puedes, que lo mereces, que eres capaz de no rendirte, de encontrar esa fuerza en ti que te hace luchar… algunas cosas que no verías si sólo vives en tu interior. Para conseguir tus retos, tu voz interior es importante pero tendrás que escuchar otras voces…
Y no me refiero solo a dejar margen al error, hablo de dejarse deslumbrar por el mundo hasta el punto que te des cuenta de que alguna de las cosas o personas que te rodean te hacen cambiar de rumbo, que te cambian a ti. Hay cosas que podremos conseguir luchando y otras no. Cosas que dependen de nuestro empeño y cosas que no. Eso no significa que debamos dejar de intentarlo, significa que hay que intentarlo aún más. Que hay que abrir mucho los ojos para no perder detalle de nada, por si hay que zarandearlo todo y volver a empezar. A veces, perdiéndote, encuentras lo que no estaba en tu plan diseñado para triunfar y te hacía falta para llegar… Un amigo, un maestro, un error necesario, un obstáculo que saltar para demostrarte que puedes… brillar, de no sacar a la luz mis diferencias…
Esos temores que a veces me llevan a la tentación de encerrar mi imprudencia innata y dejar de correr riesgos… De enjaular mi querencia a lo nuevo, lo fantástico, lo que no se toca pero te toca… Meter mi ilusión siempre Y Saber que, sea lo que sea lo que nos depara el futuro, es lo que debe pasar porque sabremos cambiarlo o cambiaremos nosotros para saber cómo vivirlo. Sea bueno o malo en apariencia. Borrar la culpa y tomar las riendas. Admitir que todas las metas son válidas… Tanto si llego por mar como por aire… Como si al final decido cambiar de sueño. Como si al final, al llegar, paso de largo, porque he visto algo más allá que brilla más o he crecido tanto en el camino que no quepo en mi sueño porque mientras luchaba por él me hice mayor… Por si tal vez prefiero detenerme y escuchar cómo crece la hierba o me late el corazón y dejo la carrera. Todos debemos descubrir que, pase lo que pase, será lo que hace falta que nos pase para que lleguemos a dónde queremos llegar. Porque sabremos cómo actuar para darle la vuelta, porque encontraremos la pista mque nos permite continuar. Porque podemos confiar en nuestras aptitudes para sobrellevar el futuro. En el trabajo, en las relaciones personales, en todo lo que nos afecta y circunda. A veces, algo que está fuera de tus planes te acaba llevando a tu deseado destino. Algo que no tenías previsto puede ser un soplo de aire fresco, lo que active en ti que te permitirá poner en marcha tu mejor versión… Quizá para alcanzar tú meta, quizá para encontrar otra distinta que colma tu vida aún más. Quizá para descubrir que eres algo más que tus metas y tus sueños… A veces, un obstáculo es la salvación para dejar tu plan trazado y ver el que la vida te propone. En ocasiones, entras en tu futuro por la puerta de atrás cuando llevas siglos golpeando la puerta delantera para pasar.
¿Fue en balde? tal vez debías hacerlo para dudar, para caer, para pensar, para acumular más entusiasmo, para aprender a saber cómo no se hacía. A pesar de tener clara la estrategia y emplearse a fondo, hay que dejar que la vida nos asombre. Dejar margen para equivocarse, soltarse, para contemplar lo que pasa a nuestro alrededor… No podemos seguir un camino y sólo mirar nuestros pies y dejar de admirar lo que nos rodea a cada paso porque está repleto de respuestas y nuevas preguntas, porque está lleno de belleza e inquietud…
Hace unos años, una persona me dijo: “el verano pasado, por suerte, me rompí una pierna”. En aquel momento, me quedé perpleja, pero con el tiempo lo entendí. Esa persona me explicó que, gracias a que se rompió una pierna, tuvo tiempo para descansar y pensar qué quería hacer con su vida y darse cuenta de que lo que ocupaba sus días no la hacía feliz…” Para bien, para mal… Nunca se sabe. Lo que importa es que pase lo que pase sepamos gestionarlo y podamos dejar de tensar la cuerda que nos ata a nosotros mismos, que ya asfixia y aturde. Que nubla y no deja imaginar ni crear. ¿Qué quiero ser de mayor? Quiero dejar mi apego a todas esas cosas que me frenan y a las que temo perder, que podrían desvanecerse en un momento si no consigo mantener el equilibrio en esta cuerda floja… Quiero vencer el temor a no saber qué pasará… Quiero abrazar la incertidumbre de mis días y bailar con ella… Pensar que si no te rindes y tienes claro lo que quieres, encontrarás la respuesta… Confiar… Saber que encontrarás el modo de alcanzar lo que buscas. Descubrir que tus sueños pueden redibujarse, que tú puedes redibujarte, que tu universo es elástico y tú eres demasiado grande como para contenerte en una excusa o un lamento. Y dejar que la vida te sorprenda. Tal vez su plan es aún más apasionante de lo que imaginas. Te das cuenta, y pasa el tiempo y sumas años. Y entre más conoces, mas vas a extrañar. Pues la vida es un tomar de decisiones. Que quizás sólo nos queda recordar. Se nos vienen a la mente los momentos. Que por ser primeros eran de verdad. Acordarnos del primer sentimiento. Que te hizo caminar a donde estás. Y se te olvida que no eres eterno, Todo tiende a un final.
Se nos va acabando el tiempo, Y se te olvida que la vida, No es para estar. Siempre pensando en el pasado, Siempre planeando el futuro, Las cosas buenas van pasando, Frente a ti cada segundo. Y se te olvida… Oh no, O noquieres darte cuenta… Deja que la vida… Te sorprenda. Vivir con sobredosis de pensamientos y con un afán de controlar las circunstancias, los afectos, trae un resultado que además de ser agotador es altamente frustrante.
La vida se torna una lucha perenne de expectativas y análisis de todo lo que ocurre; la recorres tratando de entender el significado de lo que las otras personas hacen, sumado a un enorme deseo de intervenir en ella para que se produzcan los resultados que deseas que sucedan. Esto puede funcionar con tus metas personales donde la disciplina es muy importante, el esfuerzo, la dedicación, no lo vamos a negar, ¿pero qué pasa en el mundo de los afectos? El uso y abuso de la lógica aplaca la magia del milagro, de la sorpresa que representa la vida. Es el ego quien nos aleja del maravillarnos, este quiere competir, quiere controlar, forzar las situaciones para que sean lo que nosotros esperamos que sean. El tiempo es uno de los factores que puede atemorizarnos e interferir en este soltar, tenemos miedo de que avance y no se dé lo que queremos y desde allí intentamos intervenirlo, tanto que sin el tiempo es y no es, es irreal, y digo irreal porque nadie tiene certeza de su duración, solo sabemos del momento que vivimos, de modo que, ¿para qué forzar y desde allí quizás dañar? Lo que tiene que ser será.
Esto que te cuento no tiene nada que ver con transformarse en un barco a la deriva, en una veleta que la mueve el viento… obvio que hay que hacer cosas, hay que ACCIONAR, pero luego espera a ver qué pasa, ¿qué te llegan las dudas y miedos a tu cabeza? Sí, le pasa a muchos, pero salúdalos y déjalos ir. Esos temores no suman sino restan, entrega tus acciones esperando el mejor resultado que, como te he dicho en anteriores publicaciones, pueden diferir de lo que esperas, pero serán exactamente las que necesitas y, desde allí serán buenas. Lo que suele suceder es que muchas veces te cansas de esperar algo que no llega y podemos desde allí ir perdiendo la fe; se van generando vacíos, pero es justo desde allí donde los milagros de la vida cuando ocurren tienen un mayor impacto.
Ahora bien… ¿sabes algo? Esos milagros siempre estarán destinados para aquellos que nunca perdieron la fe, pase lo que pase. Pensar menos, disfrutar más, imaginar, recrearte en la expectativa de que lo bueno llega a ti porque así lo deseas y mereces. El verdadero secreto de la vida está en aprender a disfrutar del momento que se te regala desde el agradecimiento y el entendimiento de que no se repetirá.
Es entender que todo va avanzando, todo pasa. Es tener la certeza de que se recoge lo que se siembra de modo que si de algo debes ocuparte es de sembrar bonito, sembrar desde elamor y soltar para que la vida te sorprenda.
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