Nathan J. Hochman, el nuevo fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, planea retirar una petición de resentencia presentada por su predecesor, George Gascón, en el caso de Lyle y Erik Menendez, dos hermanos que asesinaron brutalmente a sus padres hace más de 35 años.
“Nuestra posición es que no deberían salir de la cárcel”, dijo Hochman, en conferencia de prensa en el centro de Los Ángeles. “Ahora, en última instancia, esa es una posición. Llevamos esa posición al tribunal”.
El fiscal dedicó gran parte de su tiempo a relatar los truculentos detalles de los asesinatos perpetrados por los hermanos y cómo los encubrieron.
Lyle y Erik, dijo, habían mentido una y otra vez a lo largo de los años. Y argumentó que no habían demostrado que tuvieran “pleno conocimiento” de los crímenes, o que hubieran asumido “plena responsabilidad” por ellos.
Pero si en algún momento el par hiciera reconocimiento “inequívoco” y “sincero” de lo realmente ocurrido el día del asesinato, su oficina lo reconsideraría.
En un comunicado, la coalición encabezada por la familia que aboga por la liberación de los hermanos aseveró que Hochman había incumplido la promesa de escuchar a la familia y que mantenía a los hermanos y a sus parientes como “rehenes”.
“Se han disculpado por las horribles acciones que llevaron a cabo. Nos han pedido perdón a nosotros. Y, han demostrado su expiación a través de acciones que han ayudado a mejorar innumerables vidas”, replicaron.
“Sin embargo, el fiscal Hochman está pidiendo que se disculpen públicamente con una lista de acciones que llevaron a cabo en estado de shock y miedo”, agregaron.
Las palabras de Nathan fueron en gran medida simbólicas, ya que el proceso judicial seguiría adelante. Un juez del Tribunal Superior de Los Ángeles había programado una vista sobre la nueva sentencia para los días 20 y 21 de marzo, momento en el que entraría la petición del fiscal y su equipo para retirar la moción de Gascón para la nueva sentencia.
Fue en noviembre del año pasado que Gascón, un fiscal del condado políticamente progresista, pidió formalmente a un juez que volviera a condenar a los hermanos de forma que pudieran optar a la libertad condicional, actualmente cumplen cadena perpetua.
En 1989, José y Kitty Menendez estaban viendo la televisión y comiendo helado en el salón de su mansión de Beverly Hills, California, cuando fueron asesinados por sus hijos, Lyle y Erik, con disparos de escopeta.