Por una #SociedadHorizontal
La reciente discusión motivada por la presentación de los nuevos libros de texto, ha iniciado una ruta de tensión que podría incrementarse en los próximos días. El debate en torno a la “ideologización” que éstos promueven, ha desnudado en carne viva, la carencia que tiene México de un verdadero proyecto de nación que sea colectivo, incluyente y especialmente, defendido de manera unánime, sin divisiones, por parte de la sociedad.
Activistas, ciudadanos, políticos y figuras públicas han señalado que los nuevos libros de texto gratuitos, tienen carga ideológica, faltas de ortografía e información falsa. La coyuntura ha propiciado que estos textos no se distribuyan en todos los estados del país. En varias entidades, gobernadores y autoridades educativas se han pronunciado en contra de los libros de la Secretaría de Educación Pública. La oposición mexicana ha acusado al gobierno de López Obador de pretender adoctrinar a la niñez En este mismo sentido, asociaciones de padres han viralizado los errores y han realizado señalamientos sobre la poca enseñanza de matemáticas que hay. Específicamente, ha trascendido que entre los estados que no los distribuirán están Chihuahua, Guanajuato y Jalisco.
A través de plataformas digitales, se ha solicitado que se utilicen los ejemplares anteriores, al menos mientras los nuevos contenidos son revisados por expertos en las materias y por docentes. A la par se arumenta la prevalencia de una importante incertidumbre jurídica, dado que un juzgado federal ordenó suspender la entrega de los ejemplares y dicta medidas para garantizar que los estudiantes accedan a los libros del ciclo escolar pasado.
Por otro lado, frente al recurso jurídico que exige detener la distribución, la SEP asegura que no tienen reporte de dicho recurso legal. La titular de la dependencia, Leticia Ramírez Amaya, ha enfatizado: “No hay ningún amparo que impida construir y aplicar la propuesta pedagógica del Gobierno de México…ya se encuentran en todos los centros de distribución y almacenes del país, por lo que el próximo 28 de agosto estarán en las escuelas”.
Ante la polémica, el presidente López Obrador ha anunciado que a partir de la semana que inicia, se dará una conferencia vespertina todos los martes para explicar, grado por grado, cómo se han elaborado dichas obras. Recalcó: “que nos informen de lo que hicieron, que son maestros, son pedagogos y especialistas de todas las materias. Libro por libro, nada más que no nos vayan a censurar porque queremos adoctrinar”.
La discusión crece. El análisis de la discusión digital permite identificar que el 42% de los usuarios señala que los nuevos libros de la SEP serán una herramienta de “politiquería”; anuncian que el gobierno busca implementar una educación comunista. Un 27% utilizó hashtags como #ConLosNiñosNo para exponer su preocupación de un retroceso educativo, enfatizan que éstos contienen contenido ideológico. El 16% criticó errores didácticos y conceptuales, así como controversias tales como el erróneo acomodo de estados de la República Mexicana. Solo el 11% de los participantes en el debate digital, considera que los libros son inclusivos e informativos por lo que despiertan la creatividad en los niños. Son precisamente estos cibernautas quienes retoman declaraciones de Marx Arriaga quien defendió el proyecto de la Nueva Escuela Mexicana. Un 4% comparte que en diferentes estados se busca la suspensión de la distribución de los libros y padres de familia se han sumado para lanzar acciones en contra de éstos.
El debate continuará. Vale la pena recordar que antes del actual gobierno, los libros de texto siempre tuvieron también un sesgo ideológico. Primero en torno al régimen priista-postrevolucionario y después, en torno al panismo y la alternancia que su llegada al poder propició. Hoy que hay un nuevo partido en el poder, la historia se repite.
Este tema puede convertirse en un tercer vector frente a la polarización que impera en torno a la sucesión presidencial. Hay que aprovecharlo. La #SociedadHorizontal debería convocar a un verdadero ejercicio de deliberación y consenso sobre el proyecto educativo que requerimos para el país. Hay que recordar que de ello depende la verdadera transformación que México reclama. Es fundamental desplegar toda la capacidad de concertación en torno a un nuevo arreglo de nación. Uno que procure integrar todas las visiones, sin parcializar, ni partidizar, como hasta ahora ha ocurrido.