A través de la cuenta de Twitter @VocesQro, jóvenes que formaron parte del Movimiento de Juventudes Cristianas, han comenzado a denunciar a ex compañeros de la organización queretana que presuntamente las habrían violado, abusado, acosado, y/ o violentado cuando la mayoría de ellas eran menores de edad.
Con rostro y nombre, las mujeres que han decidido romper el silencio y contar sus historias, señalan a hombres cuyos apellidos aparecen en algunos de los 115 tuits que hasta anoche se habían colgado.
“Me tocó mientras dormía”.
“Me violó cuando estaba en estado de ebriedad”.
“Me chantajeaste y me obligaste”.
“No solo me lo hiciste a mí, se lo hiciste a tu novia”.
Son estas algunas de las frases que acompañan las denuncias de ellas, mujeres valientes que hoy alzan la voz.
Para tratar de imaginar el escenario y antes de entrar al fondo de las historias narradas por las víctimas, hay que explicar cómo funciona el MJC.
El Movimiento es una organización fundada a partir del grupo Scout Mundial, el cual tiene su origen en el grupo III Scout de México en el año 1962, fundado por Jaime Ibarra Aguilar.
Por causas desconocidas Scouts de México expulsó al grupo Ibarra Aguilar, surgiendo así MJC, que se sustenta en cinco bases:
Físico, intelectual-cultural, religioso-espiritual, psicosocial y técnico
La organización, coordinada por jóvenes de mayor antigüedad, llamados Jefatura o JFT, está perfectamente dividida entre mujeres, hombres y niñas y niños:
Escuadrón, para jóvenes de 13 a 23 años; Cadena, para mujeres del mismo rango de edad, y Conquista, para niñas y niños más pequeños.
Por eso, en teoría, sería muy difícil la convivencia entre hombres y mujeres. De hecho, solamente cuando iban de misiones a la Sierra o el semidesierto, tenían actividades juntos.
Claro, como se desprende de las revelaciones hechas, esto no fue impedimento.
Una de las denuncias más extensas y detalladas, es la de Lilo, usuaria que da su nombre y apellido en la cuenta de Twitter, pero que aquí decidimos proteger:
“No fue nada fácil para mi escribir esto, lloré demasiado y lo pensé muchísimo antes de publicarlo, pero definitivamente es algo que no me puedo seguir guardando. Soy “totalmente consiente de que NUNCA lo voy a poder borrar de mi mente…
Pensé muchísimo en si hacer o no público el nombre de mis agresores, al final la respuesta es que sí porque si no lo hago, no voy a sentir que me quité el peso por completo y porque realmente no quiero seguir escondiendo los nombres de estas personas…
“Yo conozco a Gabriel (da su apellido, pero lo omitimos por temas legales) en CONQUISTA, yo de aproximadamente 13 años y el aprox de 20, el era mi “jefatura” en esta línea (jefatura son las personas que están al tanto de las actividades de los NIÑOS)
“…hasta que poco a poco él iba sexualizando la manera en que me hablaba y todo se empezaba a poner muy incómodo en nuestras conversaciones, a esa edad obviamente nunca nadie me había hecho el tipo de preguntas que él me hacía, ni tenía mucho conocimiento acerca de la sexualidad.
Y continúa la narración de la que en ese momento era una menor de edad:
“… un día que mis papás lo invitaron a comer a mi casa donde aprovechaba los momentos que atendían alguna llamada o nos dejaban solos un momento para besarme o poner mis manos en su miembro o el igual intentaba tocarme…
Después de mucho tiempo al fin se lo pude contar a una de mis jefas en cadena la cual solo me dijo “No te preocupes, ese tipo le habla así a todas las niñas de cadena” COMO SI FUERA ALGO SÚPER ¿¿¿NORMAL???, que horror.
Pero su historia no termina ahí. Según Lilian, después – a los 16 años- conoció a otro miembro de Conquista, José Luis (cuyo apellido nos reservamos”, quien le pidió fotos sin ropa. Ambos intercambiaron imágenes:
“… nos mandamos fotos que eran PERSONALES E ÍNTIMAS (al menos para mí) cuando un día salieron a la luz mis fotos en TODO el ESCUADRÓN y CADENA porque esta persona no tuvo ni una gotita de respeto o de moral hacia mi persona o hacia la confianza que yo le tuve en mandarle esto. El tener que aguantar chiflidos, comentarios fuera de lugar, críticas, gritos, miradas, y todavía RECIBIR REGAÑOS DE MIS DIRIGENTES y que a él se lo APLAUDIERAN como si fuera un logro sacarle fotos a una MENOR DE EDAD y hacerlas públicas y difundirlas sin mi consentimiento”.
Pero no es la única historia:
“Luis Ernesto N, JFT ACTUAL… Violador, abusador Me tocó mientras dormía, yo me fui a dormir y el llego, desperté y tenía su mano debajo de mi playera, no pude hacer nada estaba en shock, solo me paré y me fui, no sabía cómo sentirme”, escribe otra joven.
Y una más:
“Sebastián Alejandro N, mejor conocido… Sé que formó parte del M. Sebastián me violó cuando estaba en estado de ebriedad en 2018. Se aprovechó de que yo me quede dormida y estaba inconsciente porque estaba en estado de ebriedad… Tengo mucho miedo de que le pase alguien más… Otro de sus amigos que también forma parte del M estuvo presente cuando lo enfrenté a la mañana siguiente, donde el se excusó diciendo que “yo quería” pero no es verdad, YO NO QUERÍA
“Y aún así, a la fecha, siguen saliendo de peda juntos… Recuerdo que lo que me hizo despertar esa noche, fue sentir que lo tenía encima de mi penetrándome y mi cuerpo no reaccionaba, no podía siquiera mover los brazos o piernas, y como pude le pedí que parara y no me hizo caso… se lo pedí 2 veces hasta que empecé a llorar. A la mañana siguiente cuando lo tenía a mi lado, alcancé a ver qué tenía puesto aún el condon con el que abuso de mí. Así que si, él estaba consciente de lo que hizo”, asegura otra denunciante.
Karen narra otro episodio con Gabriel N:
“… el corazón se me hizo chiquito al leer ese (da el nombre del presunto abusador) fui a su casa por una sudadera de una compañera de mi eslabón que él tenía. estando ahí me obligó a realizarle sexo oral cuando yo nunca lo había hecho y además era virgen, me obligó porque “no lo iba a dejar con las ganas”.
Como estas, hay varias historias. Pero no solo de Querétaro, al movimiento en redes sociales surgido aquí, se han sumado historias como la de una integrante de la cadena Ottawa, con sede en Monterrey, Nuevo León:
“Soy niña de la cadena Ottawa y mi acosador sexual es DANIEL N, ACTUAL JEFATURA de… Cuando él era jefe empezamos a platicar y pensé que estábamos teniendo algo serio.
“Cuando empezó a pedirme fotos desnuda, videos, audios, etc. Yo tontamente acepté y las envié porque soy tonta y pensé que me quería para algo serio. ACLARO que dsde siempre había rumor de que el es así pero yo no creí porque conmigo se comportaba diferente. Clásico de un abusador
“Salimos un par de veces porque éramos “quedantes” y todas esas veces me tocaba aunque le dijera que no. Todo lo que le envié a él salió a la luz en cadena y escuadrón, le conté a mis superiores y no hicieron nada solo a mi me regañaron, me juzgaron y me quitaron todos mis cursos y adivinen que le hicieron nada, exacto, a él. En cambio el y es jefatura. Y no sabemos qué podrá seguir haciendo. Justicia por favor”.
En PLAZA DE ARMAS entendemos que en este tipo de movimientos puede cometerse alguna injusticia, pero no podemos callar ante la cantidad de jóvenes que señalan algunas personas que formaron parte del grupo altruista, cuyo objetivo final es el de ayudar al prójimo. Por ello, no incluimos los apellidos de las denunciantes ni de los presuntos responsables.
Pero dejamos el testimonio grave, que merece toda la atención de la autoridad y de los dirigentes del MJC que a 24 horas de haber nacido la cuenta en Twitter, han guardado silencio.