Federico Arreola
La corte suprema les dio una paliza. A la basura enviaron dos ministras el acuerdo promovido en el Instituto Nacional Electoral por el consejero presidente Lorenzo Córdova y su acólito Ciro Murayama.
A las ministras Ana Margarita Ríos Farjat y Yazmín Esquivel Mossa no les tomó mucho tiempo destruir la gran estrategia de quienes controlan el INE.
Nocaut en el primer round. Inclusive en el primer minuto del asalto inicial. .
Hasta ganas dan de pedir que devuelvan el costo de las entradas porque este combate, como pelea de campeonato, de plano no resultó entretenido.
Pienso que las ministras Ríos Farjat y Esquivel Mossa simple y sencillamente analizaron las leyes, sobre todo la Constitución, antes de lanzar el golpe que noqueó a Córdova y a Murayama.
Pero si el Dúo Dinámico hubiera tenido más apoyo en el INE, quizá las ministras habrían pensado un poco más las cosas antes de enviar al basurero el famoso acuerdo que posponía los trabajos para hacer posible la consulta de revocación de mandato del presidente.
Pero un INE tan dividido —6 votos contra 5— facilitaba patear a Córdova y Murayama en salva sea la parte.
Tan habladores siempre, anoche el consejero presidente y su monaguillo se quedaron callados.
Algo dirán hoy jueves, no hay la menor duda, pero el ridículo ya lo hicieron.
Si en los planes de Lorenzo Córdova estaba la renuncia por dignidad, de tal forma de quedar habilitado como fuerte aspirante presidencial para el 2024, el deseo se le cumplirá a medias.
Puede Córdova renunciar, sin duda —y debería hacerlo porque mucho ayuda quien no estorba—, pero ya no podrá presumir que lo hizo por decoro.
Las personas dignas no hacen nada para que se les humille, y Lorenzo Córdova trabajó bastante para merecer que dos ministras de la SCJN lo maltrataran más que feamente.
Para hablar con tecnicismos propios de la política mexicana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha obligado a Córdova y a Murayama a tragar sus propias heces, y estos ni siquiera podrán protestar.
No sé si Córdova tiene futuro como candidato presidencial de oposición; sin duda lo tuvo, pero ahora no estoy tan seguro. El consejero presidente había sido un buen árbitro y tenía prestigio, pero por una rabieta todo lo echó perder.
El hecho es que debe renunciar, al margen de si mantiene —o ya las perdió— sus posibilidades de ser competitivo en el 2024.
Lorenzo Córdova debe renunciar —Ciro Murayama también— por el enorme daño que le han hecho al Instituto Nacional Electoral.
No valía la pena que dividieran al INE por una tontería que no tenía futuro, pero lo hicieron. Córdoba y Murayama deben retirarse. Insisto, mucho van a ayudar si dejan de estorbar.