Una espera de 17 años les agotó la paciencia a los pobladores de Maconí, quienes ávidos de agua recorrieron 180 kilómetros para saciar una sed acumulada por promesas, una sed de justicia, una sed auténtica.
Alrededor de 500 personas llegaron a la capital del estado para exigir su derecho al agua, la cual ven irse en ductos hacia la ciudad, pero sólo la ven pasar de largo, por lo que piden un poco de esa agua.
“No queremos quitarle el agua a la ciudad, sólo queremos que nos compartan un poco”, mencionó la señora Beatriz García, originaria de Maconí.
Los manifestantes hablaban de promesas vacías, como las presas de la Sierra queretana, reclamos que iban cayendo gota a gota por los manifestantes, quienes a pesar del cansancio y los pies hinchados llegaron al Acueducto, símbolo del estado, que ilustra que el problema del agua no es nuevo en Querétaro.
El señor Juan Bautista, con un apellido que paradójicamente va ligado al agua, es algo de lo que carece desde hace dos meses, pero que es una problemática de muchos años.
“Nos dejaron sin agua, se la trajeron para acá, sólo queremos agua”, comparte Don Juan un hombre de 56 años quien agotado da su testimonio, mientras de sus ojos sale agua en forma de lágrimas.
El Senador Gilberto Herrera, quien acompañó al grupo desde el viernes en Maconí, expresa que el derecho humano al agua es lo que se exige, petición que afirma les ha sido negada.
“Ellos no piden lujos, sólo exigen agua, un derecho constitucional, piden luz y piden caminos, eso es todo, pero se les ignora, este gobierno ni siquiera sabe de geografía, el gobernador piensa que la sierra es Vizarrón, pero esa es sólo la entrada a la Sierra, la cual se niega a visitar, a escuchar”, expresó el senador por Morena.
Al cuestionar a Gilberto Herrera sobre los señalamientos de politizar el tema del agua, el senador dijo que se trata de un problema social y político, ya que justamente hacer política es cumplirla a la sociedad,
“Marchamos por el agua, marchamos por la vida”; “No es sequía, es saqueo”, eran algunas de las consignas que apuntaban a la Casa de la Corregidora, peticiones que esperan sean escuchadas.
“Si hemos esperado 17 años, podemos seguir esperando el tiempo necesario hasta que nos respondan”, expresó desde el templete Alejandro Ortiz, comisionado de Maconí.
Al final del mitin llegó, el agua, en forma de lluvia, que refrescó a los asistentes, pero que no sirve para acabar con una petición al diálogo que espera se produzca con el gobierno del estado.
“Nos nos vamos a mover hasta que nos escuchen, aquí nos vamos a quedar”, exclamaron al final.