El director nacional Diego Prieto reconoció su importancia como Patrimonio de la Humanidad
SERGIO A. VENEGAS ALARCÓN
RENÉ VENEGAS RAMÍREZ
CIUDAD DE MÉXICO. En la vispera de celebrarse los 490 años de la fundación de nuestra ciudad este domingo, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia Diego Prieto Hernández destacó la importancia central de Querétaro para el país y recordó los compromisos de preservarla como Patrimonio Cultural de la Humanidad, declaratoria en la que participó como delegado del INAH en la entidad, cargo que desempeñó con el gobernador promovente, Enrique Burgos y tres más: Ignacio Loyola, Francisco Garrido y José Calzada.
Entrevistado en exclusiva por los enviados de PLAZA DE ARMAS en sus oficinas de la Colonia Roma, el principal responsable del cuidado de la riqueza milenaria de México, definió a Querétaro como una formación histórica y cultural pluriclasista de enorme raigambre popular que no siempre ha sido reconocida y a veces queda como velada tras una versión predominantemente criolla que afortunadamente va quedando atrás.
Diego Prieto, que siendo delegado inició también las investigaciones y trabajos para el rescate de la Pirámide del Pueblito, cuando hasta el alcalde decía que era sólo un cerrito, recordó el proceso para la obtención de la inclusión del Centro Histórico de Querétaro en el catálogo mundial de la Unesco.
Igualmente hizo un reconocimiento a este medio informativo por su aniversario 11 y opinó que “PLAZA DE ARMAS tiene todavía mucho que aportar a la reflexión sobre Querétaro y sobre la presencia de esta entidad central para nuestro país en el ámbito de las transformaciones que vive México”.
Del mismo modo destacó el trabajo del cronista estatal y municipal Andrés Garrido del Toral, recientemente fallecido y se sumó a la propuesta del doctor Edmundo González Llaca a la UAQ para recuperar sus últimos trabajos publicados aquí.
Esta es la plática con el director general del INAH.
PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
PLAZA DE ARMAS: Estimado Diego, este domingo se celebran 490 años de la fundación de Querétaro y tu participaste en el proceso para declararla Patrimonio Cultural de la Humanidad.
DIEGO PRIETO: Claro, lo recuerdo perfectamente. Yo llegué a ocupar el cargo como director del INAH en Querétaro en el mes de mayo de 1995 y ese mismo día Toño Loyola, que fue mi antecesor, gran amigo, me presentó entre otros a Carlos Arvizu, que era el delegado del Centro Histórico y había comisionado por el gobernador Enrique Burgos como el coordinador del equipo para armar el expediente. Ya llevaban un trabajo avanzado y tuvimos una primera reunión a las tres semanas. El entonces director de Arquitectura del Tecnológico de Monterrey Campus Querétaro era Jaime Font y también me lo presentaron. Fue en realidad una gestión vertiginosa. Todavía para octubre de 1995, cuando ya llevábamos integrada buena parte del expediente, Querétaro no estaba todavía ni la lista indicativa. Gracias a una gestión del gobernador Burgos con una amiga suya, la senadora Julieta Guevara, y con el secretario de Educación Miguel Limón, se logra abrir espacio para que se incluya ya para el mes de noviembre de 1995 el Centro Histórico de Santiago de Querétaro como parte de la lista indicativa que agrupa a aquellos sitios que el Estado Mexicano considera susceptibles de ser propuestos para ser inscritos en la lista representativa del Patrimonio Mundial que hoy rebasa los mil bienes inscritos en la aplicación de la Convención Internacional para el Patrimonio Mundial, para su cuidado y preservación. En concreto ya para noviembre está inscrito el Centro Histórico de Santiago de Querétaro en la lista indicativa y en diciembre se lleva el expediente a Francia. Le correspondió hacer una compactación del expediente a nuestro querido colega el arquitecto Salvador Díaz Berrio, así como la traducción al francés que es parte del requerimiento planteado por la Unesco. Lo lleva, lo argumenta y para el año siguiente, 1996, hacia los meses de marzo y abril tenemos la visita de un observador del ICOMOS, que es el arquitecto Flores de Guatemala, una gente muy amiga de México, muy conocedora de la arquitectura colonial, latinoamericano, más precisamente mesoamericano. Hicimos un recorrido por la zona de monumentos históricos y recorridos con grupos. Recuerdo una reunión con personas preocupadas por la defensa y el cuidado del Centro Histórico como Nati Carrillo, que en se experiencia aprendí a apreciar y a apreciar y querer mucho, como lo sigo haciendo y por cierto a través tuyo le mando un cariñoso saludo, y en ese encuentro estábamos hablando sobre los méritos y el valor universal de Querétaro, Nati dijo a mí no me cabe duda que Querétaro tiene un valor excepcional, que tiene todos los atributos para ser patrimonio mundial y aunque usted no quiera para nosotros ya es patrimonio de la humanidad. Entonces eso le pareció simpático al arquitecto Flores y se convenció de dar una opinión muy favorable al Comité de Patrimonio Mundial que analiza los expedientes pero también recibe las observaciones del designado para hacer la visita in situ para la elección, en campo, de los sitios, monumentos o lugares que se pretenden inscribir. De manera que para noviembre de 1996 la asamblea no solo del comité sino todos los estados suscriptores de la Convención del Patrimonio Mundial fue en México, en la ciudad de Mérida, Yucatán presidida por la directora general del INAH María Teresa Franco. Por ser en México se concedió, porque ya se había limitado a un sitio por Estado cada año nada más, el privilegio de inscribir dos sitios, Uxmal que ya estaba muy adelantado y entró como diríamos en la preparatoria, con calzador Querétaro, aprobado por aclamación, con una expresión unánime de entusiasmo por la incorporación de esta importante ciudad virreinal que desde el mismo expediente habla ya de las raíces prehispánicas tan evidentes en la Pirámide el Pueblito, en Corregidora, conocida también como zona arqueológica de El Cerrito porque se localizaba precisamente en la cima del Cerrito.
DE CERRITO A PIRÁMIDE
PDA: Que estuvo cubierta mucho tiempo.
DIEGO: Sí, prácticamente hasta el año de 1996 y 1997 cuando nos propusimos hacer un proyecto de investigación y recuperación.
PDA: Te tocó a ti.
DIEGO: A mí me tocó. Y me acuerdo que el entonces presidente municipal, el doctor Patiño, me dijo un día, ¿usted cree que deveras esa es una pirámide? Porque yo de niño nomás veía un cerrito. Jejeje. Y le dije no, estoy absolutamente convencido. ¿Y si no? Le respondo no hay si no. Está claro y está estudiado. El propio hacendado que mandó hacer la casita allá arriba sabía y hasta hizo excavaciones para buscar tesoros y esas cosas. Y es que no es una sola pirámide, es un conjunto muy interesante.
PDA: Y con mucho aún desconocido.
DIEGO: Mucho que no se explora. Una zona muy reducida en cuanto a lo que el INAH administra, pero en realidad esa fue una población grande, porque abarcó hasta Santa Bárbara, La Negreta y buena parte de las márgenes del Río del Pueblito. Alguna vez Ana Crespo planteó hacer una delimitación perimetral mucho más amplia. En la cúspide de Santa Bárbara hay muchos vestigios y sin duda en el Cerro Gordo hay vestigios que hablan de una alineación astronómica entre la Pirámide y Cerro Gordo que está al oriente. Pero ya no era viable. Hubiéramos tenido que desalojar a mucha gente. El Instituto recupera los tesoros del pasado y la memoria de este hermoso, plural y vibrante país. Y también sabe que es un país vivo y que no podemos detener la marcha, del urbanismo y la economía.
COMPROMISO DE CONSERVACIÓN
PDA: ¿Y qué pasa, porque hay reglas, como las de las asumidas con la declaración de Patrimonio de la Ciudad de Querétaro?
DIEGO: El día 6 de noviembre de 1996 viene la votación, entran a la declaratoria de Patrimonio la antigua ciudad maya de Uxmal y la zona de monumentos históricos de Santiago de Querétaro y, por supuesto, esto por un lado acredita que se han reconocido valores universales, excepcionales en estos sitios de valor histórico y cultural, y hay por supuesto un compromiso de México como estado de trabajar en la conservación, cuidado y protección de este sitio que es reconocido como patrimonio de la humanidad para que las futuras generaciones no solamente de ciudadanos nuestros sino de todo el mundo puedan apreciar este bien que se considera valioso para la humanidad toda. Entonces sí, hay que dar informes cada cinco años de cuál es su estado.
Eventualmente se hacen intercambios académicos, de reconocimiento, de valoración, de ponderación. Existen también intercambios en función de ciertas categorías. Por ejemplo, la ciudad de Querétaro forma parte de una categoría de ciudades históricas y hay incluso una organización mundial de centros históricos y existe en México la Asociación Mexicana de Centros Históricos o de Ciudades Patrimonio de la Humanidad donde están las ciudades que han sido inscritas y hay en este sentido reatroalimentación, a veces se asignan presupuestos en el legislativo y la tarea de protección corresponde al INAH pero nosotros no la podemos desarrollar en soledad. Preservar un patrimonio tan vasto, tan diverso, vital, como son ciudades históricas, monumentos históricos, conjuntos conventuales, itinerarios históricos, zonas arqueológicas y sitios de pintura rupestre, requiere de una enorme participación social.
MODERNIZACIÓN, INEVITABLE
PDA: ¿Y la modernización?
DIEGO: La modernización tiene que seguir este impulso. Yo creo que México desde temprano, cuando se planteó el proyecto modernizador lo hace con la conciencia de que no puede esta modernización negar o afectar los testimonios materiales y los tesoros de la memoria que nos dan identidad y sentido de origen. Hay una conciencia muy temprana, tan temprana como esas dos piedras (y muestra imágenes de la Piedra del Sol y la Coatlicue) que aparecen en 1790, en la Plaza Mayor de la Ciudad de México, capital de la Nueva España. Y, desde que aparecen, una serie de cronistas, de frailes, de pensadores empiezan a pensar que está ahí, en esos testimonios la memoria de civilizaciones que existieron y no han desaparecido del todo. Entonces, la Piedra de Sol se publica a un lado de Catedral, no era un tema menor, y la Coatlicue que siempre extrañó a los novohispanos, a los criollos, porque habla de otra mirada estética, ¿no?, pero también es absolutamente misteriosa. Desde entonces, estamos hablando del siglo XVIII, empieza a haber disposiciones jurídicas, por ejemplo para evitar el saqueo, la salida de tesoros y bienes valiosos de la Nueva España. Y ya cuando México se independiza, existe ya ese elemento que formó parte del patriotismo criollo, que es descender de estos elementos, estos testimonios de la memoria y va construyendo. Es uno de los países que de manera más temprana y llena de convicción tiene la idea de la defensa de un legado y patrimonio histórico que no fue así en otros países porque se pensaba que la modernidad podría prescindir de esos vejestorios, de esas antigüedades, pero la conciencia internacional que da lugar a convenciones como ésta surge de un acontecimiento terrible y funesto para Occidente que fue la segunda guerra mundial, que afortunadamente aquí no la vivimos con esas consecuencias cataclísmicas que dieron lugar a la muerte de entre 40 y 60 millones de personas. Que coronavirus, ni nada. Sólo la bomba de Hiroshima acabó en unos cuantos segundos con 120 mil seres humanos. Esta capacidad destructiva del ser humano no la había constatado la especie homo sapiens en su muy larga trayectoria en el planeta. Entonces a partir de esa catástrofe surgen dos convicciones en la comunidad internacional: una, la de los derechos humanos, preservar la vida de las personas y segundo, la idea de que hay un patrimonio, una memoria, unos testimonios que hay que cuidar. Y es que si uno ve lo que ocurrió con la gran mayoría de las ciudades alemanas o con Varsovia, fueron destruidas de manera masiva, escandalosa. Entonces, digo, lo que hacen algunos inmobiliarios en algunas ciudades de México es poco con lo que ocurría ahí con los bombardeos.
QUERÉTARO, ENTIDAD PLURAL Y CENTRAL
PDA: En esa memoria de civilizaciones que le llamas y con el antecedente que citas de la Cuatlicue y la Piedra del Sol, ¿cómo se inscribe Querétaro en esa memoria de la civilización de México?
DIEGO: Querétaro tiene importancia porque es un espacio de frontera en donde coexisten estos dos grupos sedentarios, agricultores, cultivadores de milpas con grupos recolectores-cazadores. También nos da idea de que México no es solo el área cultural que llamamos mesoamérica; es mucho más que eso. Nos da idea de que las culturas seminómadas de recolectores-cazadores también tenían sistemas complejos de organización social, de estrategias de supervivencia y de articulación con los grupos agricultores. Además fueron los chichimecas quienes más fuertemente resistieron a la ocupación española del territorio, pero al mismo tiempo Querétaro ya nos habla de la configuración de estos mestizajes; no voy a hablar en singular porque yo creo que en México hay también distintas formas de ser mestizo. No es lo mismo la de los queretanos que la de los tamaulipecos o los sinaloenses. Estos mestizajes que dan lugar en los tres largos siglos del virreinato de la Nueva España a la conformación de un tejido social muy distinto en el cual se acuna o se engendra la idea de nación. En México, como nación. Antes no había un México como nación. Era un pueblo, un estado hegemónico, pero no había un país. El país que conocemos se gesta en el crisol de la Nueva España. En la construcción de una idea de patria que sobre todo desarrollan los criollos novohispanos ilustrados del siglo XVIII. Y después de va articulando con estos impulsos populares de emancipación que también se expresan en la Independencia. Y yo creo que Querétaro habla de todo eso; habla de la gesta independentista, habla de momentos muy importantes de la vida de nuestro país. Querétaro aunque no fue teatro de la guerra contra Estados Unidos, en la invasión de Estados Unidos, porque ellos se detienen y antes de llegar a San Luis Potosí deciden mejor entrar por Veracruz, pero Querétaro incorporó batallones que pelearon y en Querétaro se firman los tratados y ahí se discuten. Por cierto los queretanos eran del partido de seguir peleando. Y Querétaro, es muy importante que lo miremos así, sigue siendo una entidad plural; no es solamente el sector hispanocriollo que da lugar a la muy noble y leal ciudad.
PDA: 490 años. Ya vamos para los 500.
DIEGO: Sí. 490 años es lo que marca la fecha de la leyenda mítica. En realidad las ciudades no se fundan hoy y al día siguiente ya existió, pero siempre hay mitos fundacionales históricos. Y el mito fundacional de Querétaro acompaña del todo la tradición conchera de resistencia chichimeca y de amalgamamiento entre el componente otomí y el chichimeca. Y se expresa este mito fundacional en la gran importancia que tiene la danza azteca-chichimeca o la danza conchera que todavía tiene sus expresiones muy intensas hacia los días 13, 14 y 15 de septiembre con las fiestas de la exaltación de la Santa Cruz, pero son fiestas de resistencia. Y todo tiene que ver con este patrimonio mundial y tiene que ver con un patrimonio que no solamente es un conjunto de edificaciones o de trazas urbanas o de partidos arquitectónicos sino también con un tejido social cambiante con tradiciones, con maneras de ser, de pensar, de estar en el mundo y de relacionarse.
PDA: ¿Cómo definirías a Querétaro?
DIEGO: Yo lo definiría como una formación histórica y cultural pluriclasista de enorme raigambre popular que no siempre ha sido reconocida y a veces queda como velada tras una versión predominantemente criolla que afortunadamente va quedando atrás, evidenciando esta pluralidad. Durante mucho tiempo se quiso si no negar por lo menos invisibilizar el componente afroamexicano que está presente en Querétaro en muchos testimonios y evidentemente en fenotipos que por ahí andan y qué bueno. Yo creo que Querétaro es así, sin duda una fiesta de la pluralidad. Además en esto de los 200 años de la consumación de la Independencia debemos de tener en cuenta que fueron varias consumaciones. El otro día estuve en la conmemoración de los 200 años de la firma de la proclamación de la Inedependencia de Guadalajara, allá en Tlaquepaque. Ya las fuerzas del Ejército Trigarante y del Plan de Iguala se van dispersando por el territorio virreinal y de alguna manera van, en cierto sentido, rodeando a la Ciudad de México, de manera que ya la entrada del Ejército Trigarante es una especie de culminación de procesos que se van dando en distintos lugares. Y por cierto muy bueno que Andrés Garrido (recientemente fallecido) haya escrito sobre la presencia de Iturbide en Querétaro. Lo recordamos mucho.
PDA: Edmundo González Llaca propuso a la Universidad, al periódico y a otras instancias que se haga una recopilación y se publique como homenaje al cronista desaparecido.
DIEGO: Es buena idea de Edmundo.
PDA: ¿Algo que desees Diego?
DIEGO: Que me da muchísimo gusto poder felicitar al periódico PLAZA DE ARMAS. El Periódico de Querétaro, en este su undécimo aniversario. Me ha parecido siempre que el 11 es un número hermoso. Cuando era pequeño era mi favorito. Es la repetición del 1 que ya no se queda solo y que en la combinación con el otro 1 multiplica y da más de diez, 11. Y en este sentido me parece que PLAZA DE ARMAS tiene todavía mucho que aportar a la reflexión sobre Querétaro y sobre la presencia de esta entidad central para nuestro país en el ámbito de las transformaciones que vive México. Le deseo larga vida a PLAZA DE ARMAS, larga vida a nuestros amigos Venegas, esta familia tan querida y un saludo muy entrañable a todos los lectores, suscriptores y simpatizantes de PLAZA DE ARMAS.
PDA: Muchas gracias, querido Diego