Alejandra Carrillo
La histórica catedral de Notre Dame de París, de más de 850 años de antigüedad, sufrió un incendio en la tarde del 15 de abril de 2019 en el tejado del edificio, aparentemente por un accidente.
El incidente ocasionó daños devastadores en uno de los monumentos más importantes en Europa, y uno de los más turísticos con alrededor de 30 mil visitantes diarios.
Esta semana, el Gobierno francés anunció una nueva fecha de reapertura parcial del recinto religioso, tras más de cuatro años de aquel incidente.
Notre Dame abriría sus puertas el 8 de diciembre de 2024, es decir en un año y tras cinco años y medio después del incendio que destruyó el monumento histórico ubicado en la Île de la Cité de París, en el Río Sena.
La fecha de reapertura de Notre Dame fue confirmada por el Presidente francés Emmanuel Macron durante una visita al sitio el pasado 8 de diciembre, según han reportado medios internacionales.
Macron añadió que esperaba que el Papa Francisco asistiera al evento y anunció la creación de un museo en el centro de París dedicado a Notre Dame, su historia, su arte y su reconstrucción.
Macron también reveló en el evento frente a los medios, parte de la icónica aguja de la catedral, que ahora será una réplica de la creada por Viollet-le-Duc en el siglo 19 y que de hecho, fue la segunda creada para la catedral después de que la aguja original del siglo 13 fuera retirada a finales del siglo 18 debido a daños estructurales.
La aguja eventualmente será coronada con un gallo y una cruz, símbolos identitarios nacionalistas de Francia.
La restauración completa del edificio, acompañada de una renovación de la zona circundante, incluida la plaza frontal, continuará hasta el año 2028. Así de grandes son los daños causados por el siniestro de Notre Dame que sin embargo abrió su explanada en 2020, a un año del incendio.
Después del incendio, Macron prometió reconstruir el emblemático edificio gótico en cinco años, incluso en 2019 se aprobó un proyecto de ley en la Asamblea Nacional Francesa para avalar la restauración pero en 2020 después de los retrasos de las obras debido a la pandemia, el general Georgelin, a cargo de la reconstrucción de la catedral, afirmó que se reabriría hasta abril de 2024, justo a tiempo para los Juegos Olímpicos de Verano, para los cuales se espera que más de 10 millones de turistas viajen a Francia. Esto ya no será posible.
“El incendio en Notre Dame fue espectacular porque el armazón de roble de la nave, el coro y el transepto ardieron como troncos en una chimenea. Y la aguja colapsó. Pero lo peor se evitó, ya que la catedral no se derrumbó. En cuanto al resto: no se dañaron vidrieras y ninguna obra de arte fue destruida, excepto el altar Touret”, dijo Georgelin en una entrevista que le hicieron en el periódico francés Le Monde a principios del año y quien falleció en una caída en agosto pasado haciendo senderismo en los Pirineos; su nombre quedó grabado en la madera de la aguja en forma de homenaje por su trabajo.
La fase inicial de consolidación y seguridad, que se inició inmediatamente después del incendio, fue larga y costosa, ascendiendo a 150 millones de euros.
El proyecto ha recibido en total 846 millones de euros en patrocinio.