La leyenda de Madonna como ‘Reina del pop’ comenzó a fraguarse hace 40 años, cuando la artista se liberó de cualquier tipo de atadura y lanzó su álbum titulado ‘Like A Virgin’, una creación transgresora e irreverente que fungía como oda a la libertad sexual y que escandalizó hasta al propio Vaticano.
El 12 de noviembre de 1984 se materializaba este disco -el segundo de su aún incipiente carrera- que recibió el mismo nombre que su tema principal y mostraba a una joven vestida de novia que gesticulaba y se contoneaba sensualmente con un león entre los canales de Venecia (Italia).
La de los años ochenta fue una década de consolidación de movimientos feministas a nivel mundial y el caldo de cultivo perfecto para que la ‘Ambición rubia’, como se conoce a Madonna (66 años), protagonizara un despegue sin precedentes en la industria.
Más allá de la rompedora estética y el alarde de sensualidad, uno de los elementos del video musical que más trascendió -sin el que no se entiende el impacto de ‘Like A Virgin’- fue la presencia de un león real en el set.
“Acabé apoyada en una columna con su cabeza en mi entrepierna, pensaba que me mordería. Entonces, me levanté el velo y me quedé mirándolo. Rugió tan fuerte que casi se me sale el corazón por la boca”, relató Madonna en un encuentro con sus fans hace un lustro.
Un “espectáculo satánico”, según el Vaticano
‘Like a Virgin’ está considerada una de las canciones más influyentes de la década de los ochenta, con 21 millones de copias vendidas y alcanzando el número uno de Billboard en EE.UU. y Europa.
Esa enorme acogida fue diametralmente opuesta al sentimiento de rechazo que despertó entre grupos católicos y en el mismo Vaticano.
Cuando Madonna inició su gira europea ‘Blonde Ambition’ (1990), incluso el papa Juan Pablo II pidió a los fieles no ir a los conciertos programados en Italia por ser “uno de los espectáculos más satánicos de la historia de la humanidad”.
Seis años antes, en la gala de los premios MTV Video Music Awards de 1984, Madonna se había presentado con el traje de novia de ‘Like a Virgin’ e interpretó el tema con un cinturón que rezaba “hombre objeto” mientras simulaba masturbarse con un crucifijo.
El legado de una canción más allá de la música
La ‘madonnamanía’ se extendía entonces por todo el planeta y se le abrían puertas incluso en el mundo de la moda, comenzando así una relación de continuas colaboraciones con el diseñador Jean Paul Gaultier, quien confeccionó el icónico sujetador de conos que portó durante aquella exitosa gira de ‘Blonde Ambition’.
Además, la influencia de la canción llegó también al cine con uno de los diálogos más famosos del séptimo arte en los noventa.
Concretamente, en ‘Reservoir Dogs’ (1992), donde el grupo de criminales liderado por Quentin Tarantino, Michel Madsen y Tim Roth debaten durante casi tres minutos acerca de la metáfora que presenta ‘Like A Virgin’ en la vida sexual de Madonna.
Multitud de versiones y adaptaciones, incluida una en Broadway de la mano de Baz Luhrmann dentro del repertorio de ‘Moulin Rouge’ (2001), o en programas de éxito como ‘American Idol’ también han contribuido a elevar su leyenda.