Sergio Alonso Lozano Rodríguez, exalcalde de Allende, Coahuila, abandonó este viernes el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Piedras Negras, luego de que la autoridad jurisdiccional decretara el auto de libertad.
Por su parte, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) anunció su inconformidad, pues existen pruebas suficientes para acreditar la responsabilidad del expresidente municipal.
Adelantó que promoverá el desahogo de nuevas pruebas y que solicitará de nuevo la orden de aprehensión contra Lozano Rodríguez. La PGJE recordó que el exalcalde se desempeñaba en ese cargo cuando en marzo de 2011 se destruyeron viviendas y varias familias desaparecieron de manera forzada por órdenes del crimen organizado.
“Ya que según las constancias de la indagatoria, Lozano Rodríguez se reunió previamente a los hechos, con miembros de la delincuencia organizada y acordaron que este y sus subordinados no intervendrían”, afirmó la dependencia.
Detalló que “el día de los eventos, se encontraba en el exterior de su domicilio cuando los delincuentes irrumpieron en la vivienda de una de las familias afectadas, sin evitar en lo posible, la lesión al bien jurídico de las personas afectadas, que en el presente caso lo era la seguridad y libertad personal, lo que le correspondía como alcalde del municipio”.
El 17 de noviembre de 2016, elementos de la PGJE detuvieron al exalcalde por el delito de secuestro agravado, en acatamiento a una orden de aprehensión girada por la autoridad jurisdiccional competente a solicitud de la Subprocuraduría de Personas Desaparecidas.
Un juez de Coahuila dictó el auto de formal prisión a Sergio Alonso Lozano Rodríguez por el secuestro de al menos 26 personas en marzo de 2011.