Diana Gante
La meta de que México produzca 2 millones de barriles exclusivamente de petróleo crudo está muy lejana y compleja de cumplir, aseguró Pablo Medina, director responsable de Nuevos Emprendimientos de Welligence Energy Analytics.
Cuando arrancó la Administración, la promesa presidencial fue producir 2.6 millones de barriles diarios de petróleo; sin embargo, ante la complejidad de detener el declive en la producción y poder revertir esta tendencia, el Gobierno redujo su meta a 2.2 millones y posteriormente a 2 millones.
Actualmente, las estadísticas de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) muestran que la producción ronda los 1.9 millones de barriles, pero ahí contabiliza no sólo petróleo crudo, sino también los condensados, lo que resulta una cifra “mañosa”, dijo Medina.
“La Administración actual ha jugado con los términos a gusto, en el sentido de que primero eran 2.6 millones de barriles diarios de petróleo, y ahora para ser técnicamente correctos, pero haciendo un poco de maña, se habla de hidrocarburos líquidos.
“Pero cuando uno ve qué pasa en términos de producción, netamente de petróleo, pues la realidad es que el petróleo no ha ido a ningún lado y estamos en 1.6 millones de barriles”, apuntó el analista en entrevista.
A octubre, la cifra más reciente reportada por la CNH, la producción total de hidrocarburos líquidos, es decir, de petróleo más condensados, de un millón 918 mil barriles.
De estos, sólo de petróleo se reporta una producción de un millón 638 mil barriles diarios, mientras que de condensado son 279.8 mil barriles.
Medina explicó que los condensados, a diferencia del petróleo, son mucho más ligeros y con mayor grado API (American Petroleum Institute), que puede ir de los 40 a los 60 grados, cuando el petróleo que se produce en el País, como el Maya, apenas está alrededor de 20.
“Un petróleo más pesado generará más chapopote, mientras que el condensado lo puedes usar para otro tipo de uso industrial”, dijo.
Asimismo, agregó que si lo que se busca es levantar la producción del País en los próximos años, es indispensable que quien llegue a la Presidencia permita nuevos esquemas de participación con privados y que se tenga un cambio de paradigma dentro de Pemex para analizar los campos con mínima producción y los que aún tienen un importante potencial.
“Para que en 2030 México produzca 2 millones de barriles diarios definitivamente se necesita que los privados se involucren de una manera bastante rápida… faltan más descubrimientos, faltan más actividad y nuevas licitaciones”, apuntó.