Adriana Arcos
En México, las personas cada vez están más lejos de alcanzar la libertad financiera.
Tener los suficientes ahorros e inversiones para cubrir los gastos corrientes sin necesidad de trabajar es una condición lejana para la mayoría de los mexicanos debido al bajo nivel de ahorro, las condiciones laborales, deudas excesivas y en general al alto nivel de estrés financiero que vive el 36.9 por ciento de la población mexicana, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La Encuesta Nacional sobre Salud Financiera 2023, del Inegi, indica que, pese a que 52 por ciento de la población afirmó tener ahorros, en 57.3 por ciento de los casos el monto equivale a una quincena de lo que gana o ingresa.
Además, 63.8 por ciento de los nacionales indicaron tener algún tipo de deuda.
Por la falta de ahorro y de inversiones, ante urgencias económicas, se pide prestado a familiares y amigos.
Otra forma es un trabajo temporal, así como la venta o empeño de un bien, mientras que entre las últimas opciones se encuentran tomar de sus ahorros y solicitar crédito a una institución bancaria.
Especialistas de BBVA indican que para llegar a este escenario de libertad financiera es necesario establecer prioridades, controlar el nivel de gasto y trazar una estrategia para generar ingresos pasivos.
Dichos ingresos consisten en que, una vez realizada la inversión inicial, generan rendimientos de forma constante y periódica sin necesidad de dedicarles tiempo y esfuerzo, como podría ser la renta de una bien inmueble, aportación de capital a una empresa ajena o inversiones personales con tasas de rendimiento atractivas.
El camino para los mexicanos se alarga debido a que 60.15 por ciento no tiene la suficiente confianza para administrar sus finanzas, lo que se demuestra que sólo el 16.8 por ciento es capaz de hacer frente a un gasto imprevisto importante.
La imposibilidad para ahorrar e invertir se observa en que al 45.9 por ciento de la población no le sobra dinero al final del mes.