Dar vida a James Bond, entre tantos stunts, secuencias de acción, promoción de los filmes y largos rodajes, siempre fue extenuante para Daniel Craig, quien tenía que descansar medio año tras tales proezas.
“Al principio de (la franquicia) Bond pensé que tenía que hacer otros trabajos, pero no lo hice. Me estaba convirtiendo en una estrella, sea lo que sea que eso signifique, y la gente me quería en sus películas”, recordó el actor en una entrevista reciente para el London Times.
“Estaba tan agotado cada que terminaba una película de Bond que me llevaba seis meses recuperarme emocionalmente. Siempre tuve la actitud de que la vida debe ser lo primero y, cuando el trabajo fue lo primero durante un tiempo, me agotó”.
Sin embargo, y aunque fue un trabajo agotador, Craig siempre fue muy defensor de su versión del Agente 007, al que interpretó en cinco películas, la última de estas Sin Tiempo Para Morir, de 2021.
Tanto era su respecto hacia Bond, que también confesó que jamás hubiera considerado interpretar a un personaje homosexual como al que le da vida en la polémica cinta Queer, de Luca Guadagnino.
“No podría haber hecho esto mientras hacía Bond. Se hubiera visto reaccionario, como si estuviera tratando de mostrar mi rango como actor”, reflexionó el británico
“Simplemente no era una conversación que me hubiera gustado. La tuve durante todo el tiempo que hice Bond de todos modos. Entonces, ¿haber hecho cualquier cosa que hubiera podido inflar esa conversación? No, la vida es demasiado corta”.
