Felix Cortés Camarillo
Mis amigos son unos sinvergüenzas
que palpan a las damas el trasero
que hacen en los lavabos agujeros
y los echan a patadas de las fiestas..
Serrat, Las Malas Compañías
Desde hace años tengo para mí que José Antonio Meade pudo ser un muy buen presidente de México; fue un pésimo candidato, y así le fue, por tener un apellido ominoso: se apellidó PRI. Yo no tengo una muy clara idea de la calidad de presidente que hubiera sido Xóchitl Gálvez. De lo que no tengo duda es que se presentó con los peores apellidos imaginables en este país: PAN, PRI y PRD.
Como todos los mexicanos, dentro de muy poco comenzaré a enterarme qué clase de presidente será Claudia Sheinbaum. Yo espero y deseo, que mejor que López: tampoco eso es muy complicado. Lo que sí sabemos todos es que la señora presidente debe su encumbramiento exclusivamente a sus apellidos políticos: López Obrador, y al apoyo no solamente verbal sino contante y sonante del gobierno de México.
Ya es hora de cerrar el capítulo importantísimo del dos de junio en México: se acabó. Ganaron los que ganaron y perdimos los que perdimos. Las denuncias a destiempo de fraude electoral, después de haber reconocido públicamente el fracaso, tendrá el mismo efecto que tuvieron cada sexenio los alegatos de las oposiciones. Por eso Lopitos puede manifestarse afin con la exigencia. Después de todo, el slogan voto por voto, casilla por casilla lo inventó él.
Hay que ver hacia adelante ahora, que a pesar de todas las carretadas de plañideras sin sostén es lo que se nos viene encima. No es muy grato, y cuando digo se nos viene incluyo en primer lugar a la presidente electa Claudia Sheinbaum.
Xóchitl ya no está; hará lo que pueda en lo que le queda de Senado.
Pero como el dinosaurio de Tito Monterroso, el narco posesionado de amplio terrirorio nacional, su violencia infame, la crisis de sanidad pública, la educación hecha pedazos,las arcas el Estado con escaso capital, los feminicidios, la corrupción, siguen estando aquí. Salvo los desapaecidos, que siguen sin estar.
Para ello la presidente Sheinbaum habráa de echar mano de buenas compañías. Alentador es el nombre de Ramón de la Fuente como elelemento básico en el período de transición, promesa de que estará en sitio prominente en el gabinete, lo mismo que Marcelo verá premiada su sumisión disciplinada. La permanencia del señor de la O a cargo de la hacienda raquítica se antoja temporal, pero básica, para contener las dudas e incertidumbres de los dueños del dinero. Las buenas compañias son necesarias; dime con quien andas y te diré quien eres…
Las malas compañías, dedicadas momentámente a reclamar faules y penalties, no tienen mayor preocupación: Alejandro Moreno, Marko Cortés,Dante Delgado, Jesús Zambrano (si logra llegar al 3%), tienen asegurado su estipendio gracias al sistema de repartición del botín que se llama legislación electoral por la vía de los pluris. Algo que debe ser revisado con más atingencia que la pretendida desaparición de organismos autónomos, como los encargados de la transparencia, las comunicaciones o la competencia. Pero todo eso dependerá de quienes serán las buenas compañías de la señora Sheinbaum.
PARA LA MAÑANERA, porque no me dejan entrar sin tapabocas): Hace muchas lunas, junto a dos personas muy queridas, vi la figura deslumbrante y escuché la voz mágica de Marlene Dietrich.Fue en el número 9 de la calle de Atenas, en la Ciudad de México; enfrente a la Secretaría de Gobernación, y al lado de La Edad de Oro, otro antro que me gustó frecuentar. El otro día, lo que quedaba de El Patio, su sola fachada, se cayó. Tal vez de viejo, que nos vamos a caer todos, tal vez de nosalgia de sus viejas glorias, tal vez de aburrimiento, tal vez de hastío. Nadie que se quiera llamar alguien del gran espectáculo de finales del siglo anterior y comienzos de éste, no puede reclamar su gloria si no pisó el escenario de El Patio.
Se nos fue, como dicen las comadres.