Bajo el contexto de cambios de administración se discute la pertinencia de las instituciones ambientales, pues bien, una institución pública, es la clara representación del Sistema de Estado. Son organismos que dependen del gobierno y se sustentan de los recursos públicos, encargados de brindar servicios a la sociedad, de hacer cumplir la legalidad, de gestionar y llevar a cabo acciones, proyectos y programas de interés público y social, aperturar la participación social en la planeación y toma de decisiones y, garantizar el ejercicio y respeto a los derechos humanos.
También, las instituciones públicas juegan un rol en la vida social lo cual implica advertir que gran parte de la interacción y de la actividad humana está estructurada en términos de reglas explícitas o implícitas.
Las instituciones son múltiples, variadas y con campos específicos de actuación. Dichas instituciones no son permanentes, pues algunas desaparecen por ya no cumplir expectativas en un área determinada y otras son nuevas, de acuerdo con los nuevos contextos socioeconómicos, políticos y ambientales.
Pero en definitiva las Instituciones públicas son necesarias para el Estado y los gobiernos, sin ellas sería imposible operar la estructura del Estado y la organización socioeconómica y política en una sociedad determinada, lo que provocaría el caos completo.
Cada institución cubre y atiende un área o campo, determinados servicios y una problemática específica, por ello, no existen Instituciones que abarquen el todo.
Así tenemos a las Instituciones Ambientales, cuyo campo es justo el medio ambiente y sus servicios consisten el regular las actividades económicas y de desarrollo bajo criterios ambientales mediante leyes, reglamentos, normas, licencias, permisos, y/o autorizaciones, mientras que dichas instituciones responden a los retos o problemática ambiental actual (hoy en día dicha problemática se centra en el cambio climático, el declive de la biodiversidad y la contaminación).
Estas Instituciones pueden fallar cuando:
No se cuenta con los recursos financieros suficientes, o la cantidad de personal o equipos para lograr una operación adecuada.
Pero también pueden fallar cuando su personal es incompetente (por su perfil, falta de experiencia o su ineficacia).
O también cuando impera la corrupción e injusticia.
Las Instituciones, y sobre todo las de carácter ambiental tienen que estrechar relaciones amplias, profundas, respetuosas, incluyentes y consistentes con la sociedad, pero también con las demás Instituciones, en tanto que el ambiente es transdisciplinar y transectorial.
Las instituciones públicas actúan como mecanismos reguladores de acciones en el desarrollo social cotidiano de todo un territorio, sea nación, estado o municipio.
Dichas Instituciones aplican lo que es, la administración pública, ya que debe realizar una gestión que satisfaga las necesidades de la sociedad y sobre esta orientación capitalizar la confianza, credibilidad y aceptación del ciudadano, llevándolo a depositar una valoración positiva de la acción institucional. De esta manera se justifica que una Institución ambiental tenga como su principal propósito el garantizar el derecho a un medio ambiente sano para todos y todas las ciudadanas, lo cual se podrá satisfacer con los recursos necesarios, el personal adecuado y las políticas públicas correctas.
Las instituciones están hechas para poder mantener una sociedad en buen estado, cubriendo todo lo que se necesita para ello, por esto es que, son de suma importancia para un mejor desarrollo y para un crecimiento oportuno.
Ahora bien, bajo la anterior premisa, las acciones, prácticas o decisiones de una Institución pueden apelarse por los usuarios, que son los ciudadanos, mediante procesos legales y el acceso a la justicia, de tal manera, que una Institución no es inmune a la acción social, ni tampoco intocable.
Además de que debe rendir cuentas a la sociedad y evaluar su accionar o resultados.
Sabedores de todo lo anterior, se puede tener una clara idea de la pertinencia de las instituciones y en particular, de una Institución de carácter ambiental. Pensar en lo contrario no resolvería en absoluto los retos o problemática ambiental actual.
Pero no es menos cierto, que contar con una Institución Ambiental que acusa deficiencias, tampoco abonaría a la solución ambiental, la prestación de servicios y sobre todo el garantizar el derecho humano a un medio ambiente sano.
Una Institución no está exenta de contradicciones internas y externas, lo importante es contar con los mecanismos adecuados, la visión certera, la dirección correcta y la voluntad para dar una solución o resolver la contradicción, tomado en cuenta el contexto, el momento, los diferentes actores y la valoración ecológica del problema y la solución.
Al final, una Institución se construye diariamente y se fortalece conforme a su correcta gestión.
El entorno cambia constantemente y las instituciones se enfrentan tanto a desafíos imprevistos como a oportunidades de crecimiento. Para sobrevivir y crecer en un entorno así, las instituciones no sólo necesitan soluciones rápidas, sino también un enfoque que resuelva los problemas inmediatos y fomente las capacidades de los sistemas internos que ayudarán a mantener el éxito a largo plazo. Este problema se resuelve mediante la combinación dinámica de creación de capacidad y fortalecimiento institucional.
Ahora bien, para llevar a cabo el desarrollo de capacidades, se necesita:
Mejora de las habilidades y los conocimientos: las habilidades y los conocimientos son los elementos fundamentales del desarrollo de capacidades. Esto ayuda a mejorar las competencias de los servidores públicos y también aumenta el rendimiento general de la organización.
Planificación y gestión estratégica: el desarrollo de capacidades implica diseñar y adoptar estrategias eficaces, mejorar los procesos de toma de decisiones e impulsar las capacidades generales de gestión.
Desarrollo organizacional: evaluación y optimización de la estructura, los sistemas y los procesos de la organización para mejorar su eficacia y eficiencia. Esto incluye la gestión del cambio, la movilización de recursos y la evaluación del desempeño.
No obstante lo anterior, hay una diferencia entre el desarrollo de capacidades y el fortalecimiento institucional, a saber, el desarrollo de capacidades y el fortalecimiento institucional son conceptos relacionados, pero tienen objetivos y enfoques diferentes dentro del ámbito de la mejora y el desarrollo institucional general. No funcionan como una actividad individual, sino que prosperan en una asociación colaborativa. El objetivo común es permitir que la organización funcione por sí sola, supere fácilmente los desafíos y aproveche las oportunidades en un entorno en constante cambio. Esto garantiza que la organización esté capacitada para asegurar su prosperidad a largo plazo.
Así tenemos que el fortalecimiento institucional tiene como objetivo mejorar la salud, la estructura y el funcionamiento generales de la organización. Y esto incluye mejorar la gobernanza, las políticas, los procedimientos y todos los sistemas internos de la organización. Esto puede implicar cambiar la estructura organizativa, el patrón de liderazgo, el enfoque de gestión de recursos, así como las estrategias de seguimiento del rendimiento.
El desarrollo de capacidades y el fortalecimiento institucional son los pilares del crecimiento sostenible y la adaptabilidad y, representan una estrategia con visión de futuro que permite a las instituciones no solo sobrevivir a la incertidumbre, sino también prosperar en ella. Invertir en estas facetas esenciales es invertir en una base sólida para el éxito futuro de la institución, una garantía de que podrá superar cualquier desafío que se le presente. Si el objetivo es aumentar la capacidad de la organización y fortalecer su marco institucional, hay que confiar la tarea a los expertos.
Así es que se requiere de las instituciones ambientales en el plano federal, estatal y municipal, para sortear los retos, problemáticas y contradicciones, con políticas públicas y estrategias correctas enfocadas en garantizar el derecho humano a un medio ambiente sano.