Roberto Antonio Velázquez Nieto y Gabriela Cabrera Herbert
En el primer día del Cónclave para elegir al sucesor del Papa Francisco, una gaviota que desde el puerto de Ostia surco los aires de la Plaza de San Pedro posandose en el Tetto de Capilla Sixtina al lado de la chimenea atestiguando la llegada del Espíritu Santo a los príncipes del Colegio Cardenalicio a las 9:01 tiempo del Vaticano la fumata tiznó el cielo y fue negra. Ningún Papa en la época moderna ha sido electo en la prime seleccione( en la primera elección del Cónclave.
Pero cuando los papas Juan XXIII, Pablo VI, y Juan Pablo II fallecieron, los Cardenales llevaban ya tiempo buscando un sucesor. Sin embargo, cuando el 11 de febrero de 2013 Benedicto VXI anunció su renuncia, el secreto mejor guardado de su pontificado, tomó a los Cardenales completamente por sorpresa, no estaban en absoluto preparados para un cónclave y solo tuvieron 30 días para decidir a quien elegir como nuevo papa. La repentina dimisión del Papa Benedicto XVI hizo que no hubiera tiempo para las maniobras de Lobby que precedieron al cónclave de 2005 cuando eligieron a Benedicto XVI.
Cuando los Cardenales se reunieron para elegir al nuevo Papa intentaron comprender el trasfondo de los escándalos que salieron a la luz durante el pontificado de Benedicto XVI, varios Cardenales se percataron de que los escándalos estaban relacionados principalmente con italianos, así que concluyeron que un candidato no italiano podría ser mejor para acabar con esos problemas.
Otros pensaron que se necesitaba a alguien que pudiera gestionar la curia romana y gobernar la iglesia. Pero a un nivel más profundo, muchos cardenales consideraron los escándalos como el resultado de una crisis espiritual y sintieron la necesidad de elegir como Papa a un hombre verdaderamente santo a un hombre De Dios, en lugar de alguien que pudiera llevar a cabo una reforma espiritual en el Vaticano y en la Iglesia.
La víspera de cónclave partían como favoritos al italiano Scola al canadiense Ouellet y al brasileño Scherer, partían en cabeza esos tres. Sin embargo muchos cardenales sentían que ninguno de esos tres purpurados ofrecía un liderazgo realmente inspirador que fuera a llevar una nueva visión y una nueva energía a la iglesia, así que buscaron una alternativa que si pudiera hacerlo.
Bergoglio surgió en ese contexto. De los 115 cardenales, electores,68 habían participado en el cónclave de 2005, en el que Bergoglio había quedado en segundo lugar, y sabían que era un hombre profundamente espiritual, no ambicioso, que vivía de forma muy simple y sencilla, que profesaba un enorme amor hacia los pobres y que visitaba de manera regular las villas miseria, barrios pobres de Buenos Aires.
En la penúltima congregación, llamó mucho la atención la intervención de Bergoglio de tres minutos y medio que fue inspiradora, refrescante y visionaria. Sus palabras tuvieron un enorme impacto y, desde ese momento muchos comenzaron a verlo como el nuevo papa.
En la primera votación, mientras Scola, obtuvo 30 votos, Bergoglio sorprendió a muchos Cardenales consiguiendo 26. Por los resultados en esa primera votación quedó claro que un gran número de electores, no estaban seguros de a quien votar pero, cuando Bergoglio emergió de esa manera tan fuerte muchos interpretaron que era una señal de Dios y votaron por él en la segunda votación, poniéndole en cabeza y dándole una ventaja que nunca perdió.
Como muestra la historia de los cónclaves del siglo XX y el 2005, los cardenales con ideas afines o que hablan la misma lengua a menudo se reúnen en cenas privadas o en lugares alejados del público para discutir los nombres de posibles candidatos a ser el próximo Papa.
En una reunión la víspera del cónclave en el apartamento Vaticano de Atitilio Nicora,un cardenal italiano que trabajaba en la curia romana, en la que muchos cardenales afines de los diferentes continentes se reunieron para discutir la situación y allí surgió que todos ellos pensaban que Bergoglio era el mejor candidato y lo apoyaron.
Bergoglio nunca pensó que iba ser Papa, había comprado el boleto de avión para regresar a Buenos Aires, había preparado la homilía para la misa de jueves santo, así que estaba tranquilo. Solo se dio cuenta de que podía ser Papa después de la tercera votación.
Como en la mayoría de los Cardenales que participan en un cónclave no se conocen bien, dependen de los “Kingmakers”para obtener orientación con respecto a los posibles candidatos. Los Kingmakers son Cardenales que conocen a muchos, quizás a todos los Cardenales, y en los que sus compañeros purpurados confían para que les den información fiable respecto a los candidatos. Hubo varios príncipes de la Iglesia en el 2013, Madariaga de Honduras, Hummes de Brasil, Turkson Ghana, solo por mencionar algunos
Los Cardenales no lograron el consenso de dos tercios de los sufragios para conseguir y elegir al sucesor del Papa Francisco. Quienes serán este cónclave los Kingmakers purpurados influencer para encontrar al Cardenal adecuado para el trono de petrino.
En la quinta votación el Colegio Cardenalicio se alcanzó el consenso necesario para elegir al nuevo Papa, lo que fue señalado por la fumata blanca, símbolo y rito de que un pontífice fue elegido el Papa Francisco el 13 de marzo de 2013.
Luego de que los purpurados no se pusieran de acuerdo en la primera votación al próximo Papa, regresaron a la residencia de Santa Marta donde permanecerán recluidos hasta hoy por la mañana, cuando se dará inicio a la segunda jornada de elecciones, a las 9:00 horas del Vaticano para emitir un nuevo voto y de ser necesario también lo harán en una segunda oportunidad por la mañana, y en otras dos por la tarde. Se necesita de una mayoría de dos tercios entre los Cardenales es decir 89 votos para elegir al nuevo sucesor de Francisco.