Conozco bien la sentencia: “Elogio en boca propia es vituperio” Pues con el perdón de Ustedes me voy a “vituperar”. Hace unos días, en las instalaciones de su blog, me entrevistó el exgobernador Ignacio Loyola. Me preguntó sobre la corrupción. Le respondí, palabras más palabras menos, que la corrupción es una planta de sombra, crece en la oscuridad y en la falta de información. La decisión de Morena de cerrar el Instituto de Transparencia propiciaría el aumento de la corrupción. Había, le dije al ingeniero Loyola, una esperanza: la sociedad civil.
Actualmente, diagnostiqué, los ciudadanos con su celular se convierten en reporteros; listos para denunciar los actos y a los personajes corruptos. No abriguemos esperanzas en los controladores oficiales, pues son designados y cuates de los controlados; es la sociedad civil la verdadera controladora. Pues acerté, los reporteros ambulantes, nos han revelado en las redes sociales la autenticidad y fortaleza de las convicciones de los miembros distinguidos de Morena.
Se han difundido videos de Andy López Beltrán en un hotel de lujo en Tokio, al parecer consideraba que una cachucha era algo así como un biombo y que nadie lo reconocería; los Yunes comiendo con nutrida compañía en Capri y para demostrarnos que se acuerdan de los mexicanos, levantaron las copas de champaña y brindaron por nosotros. ¡Qué detalle!; Monreal, aprovechando una oferta, almorzaba en un hotel de cinco estrellas en Madrid; Mario Delgado, en Portugal, consumiendo botellas que significan el salario de un mes de un trabajador; el hijo más chico de López Obrador en un bar de lujo también en España, tomando un “shot”, tal vez para olvidar los agravios de los españoles sobre nuestras culturas originales. Todos en lugares para millonarios con viandas y bebidas “Bienestar”. Se veían despreocupados, sin pensar si les alcanzaba la tarjeta de crédito, ni menos si después podrían pagar útiles e inscripciones escolares.
Estos videos han provocado, quizá como nunca, especial indignación. ¿La razón? La utilización del ocio es un medio de distinción especial, es la ostentación del privilegio. Hace algunos años los campesinos franceses se fueron en verano a una gran huelga, cuando la gente de las ciudades pasaba por la carretera, cargando los diversos objetos para disfrutar la playa. El lema de los campesinos era: “Nosotros también queremos ver el mar”. Nada como el placer vacacional para tomar conciencia de la incongruencia y cinismo de Morena, que sostenía: “No puede haber gobierno rico con un pueblo pobre”.
Morena triunfó en las elecciones apoyado en dos grandes pilares motivacionales: “La honestidad y utilizar el poder para servir y no para servirse”. Los videos los han hecho añicos. Bajo los escombros deberán inventar otra narrativa que los exhiba menos hipócritas y desvergonzados.
