WASHINGTON D.C. Hasta los genios se equivocan. Esto ha sido una constante en la historia. Estamos inmersos en afirmaciones ampliamente aceptadas de tanto repetirse. Son parte de una especie de “sabiduría convencional”. Ejemplos sobran. Pasan siglos para que sean modificadas teorías emblemáticas, como que la Tierra era plana y que el Sol giraba alrededor de la Tierra.
En la actualidad encontramos muchos ejemplos, argumentos que de repetirse tantas veces se dan como ciertos. Éste es el caso de la teoría sobre las matanzas masivas en Estados Unidos. Se asegura que, a mayor disponibilidad de armas, más matanzas masivas. Allí están las observaciones y por supuesto la correlación. Igual que hace siglos se afirmaba que para poder volar, se requerían alas y plumas. Millones de observaciones lo comprobaban. Cien por ciento de correlación, decían. En la historia muchos hombres que no mujeres, trataron de imitar el vuelo de los pájaros con alas y plumas. ¿Qué creen que les paso? Gran negocio para los enterradores. Había correlación, pero no causalidad. Por cierto, los helicópteros serían una aberración de la naturaleza, vuelan sin alas ni plumas.
Regresando al tema de los disparos en masa en EU, procedo a mencionar algunas de las inconsistencias. Cuando se habla de armas en los EU se asume como un todo, como si las armas y la población están distribuidas en forma homogénea y, que son una sola cultura. En base a esto se sacan inferencias. Veamos: Los Estados con las mayores cantidades de armas per cápita como Wyoming (66.2%) Alaska (64.5%), y Idaho (60.1%), no reportan ningún episodio o solo uno (Alaska) de disparos en masa en toda su historia. En cambio, los 5 estados con la mayor cantidad de eventos de disparos en masa son California ( 247 episodios con 28.3% de su población con armas), Illinois ( 209 con 27.8% ), Florida (147 con 35.3% ), Texas (129 con 45.7%) y Nueva York (96 con 19.9% ) (World Population Review). Es interesante observar que Nueva York, Illinois y California son el quinto séptimo y octavo Estado con menor número de armas per cápita y con mayores restricciones para adquirirlas. Pero, ¿Qué tienen en común California, Illinois, Florida, Texas y Nueva York? ¿Será su composición social y las tensiones raciales y de clase?
Y por supuesto hay más, veamos: en los EU hay más armas que habitantes, 120.5 armas por cada 100 habitantes. Los expertos afirman que es precisamente esto lo que genera tanta violencia. Pero los datos no cuadran. En EU hay 6 homicidios por cada 100,000 habitantes. En cambio, por ejemplo, en Sud África con 9.7 armas por cada 100 habitantes tiene 36 homicidios, Colombia con 10.1, México con 12.9 y Honduras con 13.7 armas por cada 100 habitantes tienen 25, 29 y 39 homicidios por cada 100,000 habitantes respectivamente (data.worldbank.org). En estos ejemplos, no hay ni correlación ni causalidad en cuanto al número de armas y homicidios.
Es verdad que es una aberración que a los 18 años una persona pueda comprar un arma semiautomática y no pueda comprar una cerveza. Y sin la menor duda sí influye en las matanzas masivas. Pero creer que son solo las armas el problema (como pensaban los científicos en la antigüedad, respecto de la necesidad de alas más grandes y con más plumas para que finalmente el ser humano pudiera volar) es un gran error.
Los disparos en masas son actos terribles y profundamente lamentables. Abordar el problema con una visión simplista es una irresponsabilidad. Es un problema mucho más complejo y que requiere mucho más análisis y reflexión. No abordarlo con seriedad y con los datos objetivos a la mano, sigue manteniendo vulnerables a los niños en las escuelas y a la población en general cuando acude a espacios públicos. En mi próximo artículo comparto otras reflexiones para continuar con el tema.