Por una #SociedadHorizontal
La semana pasada se presentaron diversos hechos que dan cuenta clara de la falta de rumbo y consenso que prevalece en materia de seguridad en el país. Por un lado, la escasa planeación presupuestal, aunada a una deficiente claridad en los objetivos y resultados que se persiguen. Por el otro, la mala coordinación entre órdenes de gobierno, con responsabilidades difusas y un marco jurídico contradictorio. Por último, la cada vez mayor ausencia de diálogo constructivo y corresponsable, entre actores relevantes. Todo esto, define el momento que vive el país, con violencia reportada nuevamente al alza, durante el mes de septiembre.
Tras la aprobación de la reforma Constitucional en materia de Guardia Nacional, ha quedado evidencia de la improvisación en la programación presupuestal y las metas, en materia de seguridad. Sirva recordar que el Senado modificó la minuta con cambios tales como: establecer la integración de una Comisión Bicameral, la comparecencia de los secretarios de Gobernación, SPPC, Defensa y Marina, cuando así se requiera, la presentación de informes anuales y evaluación de los avances, así como la integración de un fondo a partir de 2023 para fortalecer a las policías estatales y municipales, distribuido en proporción directa al número de habitantes de cada entidad federativa.
Todo indica que, para cumplir con el compromiso de gasto anteriormente descrito, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen que permite al Estado disponer de los recursos de cuentas bancarias abandonadas, que no tengan dueño o que se encuentren inactivas desde hace seis años o más, con la finalidad de destinarlas al equipamiento de los cuerpos policíacos federales, estatales y municipales. Según la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), los recursos de cuentas bancarias que no han tenido movimientos ascienden, hasta agosto pasado, a 21 mil 334 mdp.
La Asociación de Bancos de México, ha propuesto que si los propietarios de las cuentas inactivas, logran demostrar que no existe origen ilícito alguno, no se tenga que devolver el dinero. Lo anterior con la finalidad de evitar la enajenación aprobada en la Cámara Baja. Aún está por verse cómo votará el Senado la mencionada minuta. No obstante, diversos especialistas aseguran que la propuesta carece de transparencia plena sobre el destino y el uso que se dará a los mencionados recursos. Adicionalmente, no se sabe cómo será el funcionamiento multianual de esta partida, la manera en que se recaudarán ingresos en el mediano y largo plazos, así como las métricas y objetivos específicos para los cuales se invertirá cada peso. En síntesis, para el tema más delicado del país, la política pública se hace sobre las rodillas, sin claridad ni transparencia.
La semana también dio cuenta, de la politización que ha caracterizado a lo largo de muchos años, la política de seguridad. La polémica del titular de Gobernación con gobiernos de oposición, tales como Guanajuato y Jalisco es una muestra fehaciente. Según el habitante de Bucareli, estas entidades “están hoy convertidas en el paraíso de la incidencia delictiva” y los calificó “hipócritas, ya que por un lado claman el apoyo de la Guardia Nacional y por otro, niegan el voto para formalizar la actuación de las Fuerzas Armadas”. Los gobernadores contestaron que por encima de ellos, el baño de sangre prevalece en “diez estados gobernados por Morena”. Por encima de la discusión, lo cierto es que esta polémica, es un fiel reflejo de la deficiente coordinación entre órdenes de gobierno.
Por último, es necesario tener presente el mal ambiente que se presentó en el Senado, durante la comparecencia de la Secretaria de Protección Ciudadana, con la presencia de los titulares de las fuerzas armadas. El espectáculo que presenciamos, simboliza la incapacidad de dialogar de manera constructiva y corresponsable -esenciales en todo parlamento- que hoy caracteriza a nuestra clase política. Salvo los discursos de Germán Martínez, que habría que leer con atención y el de Ricardo Monreal, los ciudadanos presenciamos la manera en qué, en medio de descalificaciones, agresiones y actitudes protagónicas, el rumbo democrático del país, se pierde día con día.
La falta de planeación se traduce en resultados deficientes, pero la falta de diálogo imposibilita cualquier colaboración. La #SociedadHorizontal esta convocada a exhibir estas deficiencias y provocar que se resuelvan cuanto antes. En ello literalmente, se nos va la vida de la República.