jueves, diciembre 4, 2025
Sin resultados
Ver todos los resultados
Plaza de Armas | Querétaro
  • Andadores
  • aQROpolis
  • Editoriales
  • Efectivo
  • En tiempo real
  • Local
  • México
  • Planeta
  • Ráfagas
  • Roja
  • Andadores
  • aQROpolis
  • Editoriales
  • Efectivo
  • En tiempo real
  • Local
  • México
  • Planeta
  • Ráfagas
  • Roja
Sin resultados
Ver todos los resultados
Plaza de Armas | Querétaro
Sin resultados
Ver todos los resultados

La última finta de Sergio Busquets

Juego Profundo

por Salvador González
2 octubre, 2025
en Editoriales
Un nuevo vuelo en el fútbol queretano
77
VISTAS

Entre los navajo, los ancianos eran la brújula de la tribu. No cazaban, no guerreaban, no sembraban; pero su sola presencia era un mapa invisible. Guardaban la memoria en la voz pausada, en el gesto breve, en la serenidad con que miraban el horizonte. Eran escuchados no porque gritaran más fuerte, sino porque su silencio se imponía sobre todo ruido. Almas viejas en el centro de la tribu.

Algo de eso había en Sergio Busquets. No era el más veloz, no era el más fuerte, no era el más vistoso. Cuando apareció en el primer equipo del Barcelona en 2008, muchos lo vieron como un desconocido de mirada tímida y andar encorvado. “¿Quién es ese flaco?”, se preguntaban los cules que todavía no sabían que el chico de Badía se convertiría en el metrónomo de una de las sinfonías más perfectas que ha dado el fútbol. Un alma vieja en el centro del campo.

De la mano de Guardiola, pasó de ser invisible a ser imprescindible. En pocos meses, estaba jugando finales, levantando títulos, formando parte de aquel Barça que cambió la manera de entender el balón. Su palmarés terminó siendo un inventario descomunal: Champions, Ligas, Mundiales, Eurocopas… pero en él nunca importaron las cifras, sino la sensación de que cuando estaba en el campo, todo era más sencillo.

No hacía falta que hablara mucho; su fútbol era un lenguaje callado. La sencillez fue su escudo, el pase corto su manifiesto, el segundo toque su religión. Te rompía la cintura con un giro mínimo, con esa finta que parecía arrastrar el pasto bajo tus pies. Tenía la virtud rara de detener el tiempo: mientras todos corrían, él parecía suspender el balón en un espacio donde solo cabían él y su inteligencia.

En un fútbol que suele premiar el exceso de todo, Busquets fue la elegancia de la discreción. Su legado no se mide en caños ni en goles, sino en la invisible armonía que sostenía a Messi, Xavi, Iniesta y compañía. Si ellos fueran un juego de geometría, Sergio sería el compás que les daba forma, abriendo espacios, marcando distancias, y trazando círculos perfectos.

Hoy, el trazo y el adiós empiezan a ser definitivos. Desde Miami, tras haber compartido otra vez vestuario con sus amigos Messi, Alba y Suárez, anuncia su adiós. El viaje termina vestido de rosa: ese uniforme del Inter Miami que parecía hecho a su medida, porque en él cabía tanto la nostalgia como la calma. Se retira al final de la temporada de la MLS, en la playa, bajo otro sol, pero con la misma serenidad con la que siempre jugó.

Últimamente parece que el futbol siempre me remite a la memoria, y así queda esto como queda la sabiduría de los ancianos en las tribus: un susurro que guía incluso en la distancia. Porque Busquets fue eso: un sabio del balón. Un alma vieja que parecía que ya había recorrido todos los campos.

Ahora, desde otro mar, en el Atlántico con un toque de Caribe, lejos de su Mediterráneo, juega su despedida con la serenidad de quien siempre supo navegar. Creo que en Busquets hay algo de aquel verso dedicado al Mediterráneo que rezaba Serrat: “quizá porque mi niñez sigue jugando en tu playa”. Porque su fútbol fue eso: volver siempre al origen, a la calma de la primera orilla, al recibe y toca, al tocar al más cercano para llegar al más lejano… al salid y disfrutar.

El cinco que era un diez, el cinco que si mirabas el juego parecía que no estaba; pero si lo mirabas solo a él, descubrías que ahí estaba todo el juego, toda la calma y toda la sabiduría. Siempre detrás de los focos, pero siempre delante de la jugada.

Etiquetas: BARCELONAbusquetsfutbolMessi

RelacionadoNoticias

Kuri, Felifer y fiscal bajo fuego

Querétaro, patrimonio mundial, 29 años

4 diciembre, 2025
¿Por qué el maltrato?

Drones contra el Mundial

4 diciembre, 2025
El decálogo y las sombras

Los libros y la otra feria

4 diciembre, 2025
Guardia Nacional: ¡déjenla aterrizar en el México real!

La realidad fija límites a la IV-T

4 diciembre, 2025
Siguiente noticia
El MAM: Un legado de innovación y compromiso

Arte, humor y solidaridad en la subasta de Mano Amiga y Pop Up

 

 

 

Categorías

  • Andadores
  • aQROpolis
  • Cartón
  • Editoriales
  • Efectivo
  • En tiempo real
  • Fuego amigo
  • Fuente de El Marqués
  • Local
  • México
  • Planeta
  • Portada
  • Ráfagas
  • Roja

Enlaces Internos

  • Aviso de Privacidad
  • Aviso Legal
  • Contacto
  • Aviso de Privacidad
  • Aviso Legal
  • Contacto

© 2020 MEDIOS AQRÓPOLIS S.A. DE C.V. Todos los derechos reservados.

Sin resultados
Ver todos los resultados
  • Andadores
  • aQROpolis
  • Editoriales
  • Efectivo
  • En tiempo real
  • Local
  • México
  • Planeta
  • Ráfagas
  • Roja

© 2020 MEDIOS AQRÓPOLIS S.A. DE C.V. Todos los derechos reservados.

Este sitio web utiliza cookies. Al continuar utilizando este sitio web, usted está dando su consentimiento para el uso de cookies. Visite nuestra Política de privacidad y cookies.