El lunes pasado, el avión proveniente del Aeropuerto Internacional de Querétaro, México, y con destino el aeropuerto argentino internacional de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, no pudo aterrizar en su aeropuerto de destino y se tuvo que dirigir al aeropuerto de Córdoba (centro), para luego volver a despegar por la tarde para completar su vuelo a Ezeiza.
En el avión se «transportaban autopartes para una empresa automotriz» y autoridades revisaron la carga varias veces, «pero no se encontró nada extraño y fue liberada”, señalaron fuentes al medio argentino el pasado sábado.
Supuestamente algunos de los cinco iraníes tenían vínculos con la Fuerzas Quds, una división de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica especializada en operaciones de inteligencia militar. Sin embargo, ninguno tenía pedido de captura, en Argentina o en otra parte del mundo. Y como no entraron en forma ilegal, sino que hubo algunas desprolijidades administrativas en el manifiesto de vuelo, no había sido detenidos formalmente.
El miércoles pasado despegó del aeropuerto internacional de Ezeiza y, luego de sobrevolar el Río de la Plata durante 20 minutos, aterrizó nuevamente en el aeropuerto argentino, porque, según la prensa local, el avión intentó viajar a Uruguay para cargar combustible y poder regresar a Venezuela, pero el Gobierno uruguayo le cerró el espacio aéreo.
El viernes, los tripulantes venezolanos recuperaron sus pasaportes. No así los iraníes, que de todos modos estaban autorizados a dejar el país si lo hacían en un vuelo comercial. El sábado, el abogado Rafael Resnik Brenner promovió un habeas corpus reclamando por la “libertad” de los pasajeros y pidiendo el “aprovisionamiento de combustible” del avión (ninguna empresa quería proveerle por las sospechas de Estados Unidos).
Ayer, el juez Villena rechazó el hábeas corpus, pero ordenó formar una nueva causa penal para investigar si detrás de este episodio hay un delito penal de acción pública. Antes de enviarle el caso a la fiscal Incardona para que impulse -o no- la investigación, tomó esta medida urgente con el propósito de evitar que los tripulantes iraníes dejen el país.