La principal característica presidencial (actuar como si la realidad le obedeciera y no obedecerle a la realidad), subyace en la imposible reforma pensionaria propuesta al cuarto para las doce. Si fuera posible, lo habría planteado antes y con seriedad, no como recurso electorero.
Tomo un texto de Pedro Vásquez Colmenares, especialista en este tema.
“La reciente propuesta del presidente de elevar las pensiones al 100% del último sueldo del trabajador es un objetivo con mucho brillo mediático, pero esconde la realidad de este problema estructural.
“No es cierto que las tasas de reemplazo en México son del 30%; son mucho mayores y algunos trabajadores de menores salarios ya alcanzan 70% o más.
“No es cierto que las pensiones son 100% del último sueldo en muchos países. De hecho, de los 38 países de la OECD, en ninguno se pagan pensiones del 100% a todos los trabajadores.
“Siendo presidente electo, AMLO declaró que el tema de pensiones se vería en la 2a parte de su administración. No fue así.
“Fueron el Consejo Coordinador Empresarial y otras organizaciones empresariales, en un intento por reconstruir el diálogo con el Ejecutivo, los que propusieron la reforma a la Ley del Seguro Social de 2020, para elevar el total del ahorro pensionario en el SAR de 6.5% a 15% gradualmente entre 2023 y 2030 solo con aportaciones patronales.
“El patrón gobierno, respecto de ISSSTE, guardó silencio.
“Si el Ejecutivo Federal hubiera querido atender el valor de las pensiones de la Ley IMSS ’97 hubiera podido ampliar desde 2020 la cuota social del Estado. Pero prefirió dedicar el esfuerzo presupuestal a las pensiones no
Contributivas (programas socio-electorales, digo yo).
“Ahora propondrá algo que alguien más pagaría como pueda.
“La crisis de pensiones en México tiene muchas vistas, pero ni el Ejecutivo Federal ni la SHCP hablan de eso. El verdadero problema de las pensiones es un monstruo de varias caras:
“Después de 80 años de creado el IMSS, más de la mitad de la PEA no tiene acceso a la seguridad social y a una pensión vitalicia
“Las pensiones mínimas de vejez (mal llamadas del Bienestar) que ya se pagan a más de 11 millones de adultos mayores no tienen sustento financiero de largo plazo
“Existen más de 130 sistemas de pensiones federales, estatales, y de universidades públicas que no están fondeados y cuyas pensiones carcomen cada vez más sus presupuestos propios”. Gangrena.
“• El tsunami de las pensiones en México comenzó hace 3 décadas originado por la transición demográfica. No es un fenómeno que llegará en el futuro cercano, sino una realidad implacable que ya compromete las finanzas nacionales en este momento.
“El gasto nacional en pensiones para 2024 será de 2 billones de pesos de los 9 billones del presupuesto de egresos de la federación, es decir que las pensiones ya requieren un 22% del gasto total. Este monto es la suma de 1.5 billones de pensiones contributivas y subsidios a los regímenes desfinanciados, y casi medio billón de pensiones no contributivas a los adultos mayores.
“Para 2024 el gasto en pensiones ya es gigante: 99% de la recaudación total de IVA+IEPS; 73% de la captación total del Impuesto Sobre la Renta. 3 veces el valor de toda la nómina federal (0.7 Bill); 50% mayor que las participaciones federales a estados y municipios (1.3 Bill); casi 2.5 veces el valor de toda la inversión física del gobierno federal (0.88 Bill); y más que todo el servicio de la deuda (1.7 Bill).
“Nada está creciendo más rápido que las pensiones que ya son el componente de gasto más grande del país. (Metástasis). De estos temas debiera hablar también el presidente y del por qué no los hemos enfrentado como país. En pensiones se requiere una reforma estructural, no parches del momento”.
Ni ocurrencias imposibles.