Nuestra realidad en relación con los Estados Unidos es que tenemos más de 3000 kilómetros de frontera con esa nación y, por si fuera poco, es nuestro principal socio comercial.
Y ante esa circunstancia geográfica y comercial, la realidad, necia como es, nos ubica como vecinos del país más poderoso de la Tierra, en todos los ámbitos posibles.
Hace unas semanas el presidente López Obrador dijo que el 16 de septiembre, es decir mañana, pronunciaría un discurso en el que fijaría la posición de México en relación a la soberanía energética.
De pronto, coincidente con la visita a México del poderoso Secretario de Estado del vecino país, Antony Blinken, para participar en un diálogo de alto nivel sobre el tema comercial en el marco del T-Mec, el mandatario mexicano cambia de opinión y anuncia que su discurso de mañana abordará el tema de la paz mundial, en referencia a la invasión rusa a Ucrania, y que lo remitirá oficialmente a las Naciones Unidas.
AMLO ya no tocará lo relativo a las amenazas de Estados Unidos y Canadá de convocar a unos paneles de discusión sobre ciertos incumplimientos de México en varios temas del T-Mec.
Y ya no se volvió a cantar la tonadilla del fallecido Chico Che, “Huy que miedo”
El presidente ha logrado en estos días avances legislativos y políticos que deben tenerlo, cuando menos, de buen humor.
El PRI, gracias a los pecados de Alejandro Moreno Cárdenas que lo tenían al borde del desafuero y de la apertura de carpetas sobre enriquecimiento inexplicable por parte de la FGR, definitivamente se dobló, mandó una iniciativa a través de una diputada prácticamente desconocida, en la que proponía lo que buscaba el gobierno de la 4T: mantener a las fuerzas armadas en funciones de vigilancia pública (algo en lo que muchos mexicanos estamos de acuerdo) cuando menos hasta el año 2028.
Con ello la Guardia Nacional pasará a control “administrativo” del Ejército y el tema queda definitivamente concluido.
En política electoral López Obrador deshizo virtualmente la alianza Va por México, y con ello todo indica que MORENA, y el candidato presidencial del mandatario, parecen tener vía libre para ganar sin dificultad los comicios del 2024.
Pues para hoy creo que la manera de celebrar nuestra identidad nacional podemos remitirnos a la encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica que dirigen con gran acierto Liébano Sáenz y Federico Berrueto, en la cual ratifican que los mexicanos seguimos considerando como la bebida nacional al tequila y como uno de los platillos más emblemáticos los chiles en nogada.
Por lo pronto deseamos a nuestros lectores que disfruten lo que en estos tiempos se puede disfrutar de las Fiestas Patrias y que tengan bien puesto el ánimo de que superaremos nuestras dificultades de seguridad y de violencia, tal y como está pasando con la Pandemia a la cual la OMS ya considera como un mal que definitivamente está a la baja y cuyos efectos perjudiciales están ya muy disminuidos.
EN TIEMPO REAL.
1.- Un buen punto se anotó la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, al designar como visitante distinguido en ausencia a Julian Assange. Por lo pronto la mandataria capitalina entregó las llaves de la ciudad a los familiares del famoso comunicador que se encuentran ahora en México.
2.- El patinón de la semana lo dio un colaborador del gobernador nayarita, Miguel Ángel Navarro Quintero quien, por andar de queda bien, mandó hacer unos pendones “patrios con los colores de MORENA. De que los hay los hay.
3.- Muy atento ha estado el titular de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, del desarrollo en ambas cámaras del proceso legislativo que toca el tema de la anexión de la Guardia Nacional al Ejército. Adán Augusto no dejó sueltos ni un momento ni a Ignacio Mier ni a Ricardo Monreal.