¿A qué nos referimos con productividad ambiental? Algunos autores la definen como aquella donde “La productividad ambiental se refiere a la eficiencia con la que se utilizan los recursos para producir bienes y servicios, minimizando al mismo tiempo el impacto ambiental. Es un concepto clave en la gestión ambiental y la producción sostenible, buscando optimizar el rendimiento económico sin comprometer la salud del planeta”.
En términos generales se dice que la productividad consiste en: “…la capacidad de producir o generar resultados, ya sea en el ámbito personal, empresarial, o económico. Se mide por la relación entre los resultados obtenidos y los recursos utilizados para obtenerlos. En otras palabras, se trata de hacer más con menos.”
Por ejemplo, en el caso del agua para uso agrícola, tomando en cuenta que “La agricultura bajo riego en México, al igual que en los países en desarrollo, es la mayor consumidora de agua en México (76%). Y que dentro del periodo de 1980-2017, va de $038 a $1.92 pesos por m3 y su valor promedio durante el periodo considerado de $1.11 pesos por m3.
En ese sentido la productividad del agua en la agricultura mexicana se ve afectada por diversos factores, incluyendo el tipo de cultivo (La productividad del agua en maíz puede variar entre 0.2 y 0.8 kg/m³.), las condiciones climáticas, las prácticas de riego, la eficiencia de los sistemas de riego y la calidad del agua.
Por lo anterior, es crucial mejorar la eficiencia en el uso del agua para garantizar la sostenibilidad de la producción agrícola en un contexto de cambio climático, degradación del suelo y un aumento en la demanda.
Y lo mismo sucede con la energía ya que “La productividad energética mide la eficiencia con la que una economía transforma la energía en valor económico. Es la cantidad de energía necesaria para producir una unidad de PIB. “ y cuya Importancia radica en:
Un mejor uso de la energía para generar riqueza.
Reducción de costos energéticos.
Potencial para reducir el impacto ambiental al generar más riqueza con menos energía.
En el sector de la construcción, para el 2015 se tenía una productividad de $74.60 pesos por mega joule. No obstante, la fuente de dicha energía seguramente provenía de combustibles fósiles contaminantes.
Los elementos clave de la productividad ambiental consisten en:
Eficiencia en el uso de recursos: Buscar maneras de utilizar menos agua, energía, materiales y otros recursos en los procesos productivos sin sacrificar la calidad del producto final.
Reducción de residuos: Implementar prácticas que reduzcan la cantidad de residuos generados, como el reciclaje, la reutilización de materiales y el aprovechamiento de los subproductos.
Energía limpia y renovable: Priorizar fuentes de energía renovable (solar, eólica, geotérmica) en lugar de energías fósiles para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Diseño sostenible: Crear productos o servicios que puedan ser fácilmente reciclados o reutilizados al final de su vida útil, evitando que terminen en vertederos.
Economía circular: Un modelo de negocio que promueve la reutilización, reparación, reacondicionamiento y reciclaje de productos y materiales, en lugar de seguir el modelo tradicional de «tomar, hacer, desechar».
Sostenibilidad a largo plazo: Asegurar que las actividades productivas no agoten los recursos naturales ni deterioren el medio ambiente de manera irreversible, permitiendo que las generaciones futuras puedan disfrutar de los mismos recursos.
¿Por qué es importante la productividad ambiental?
Reducción del impacto ambiental: Contribuye a la conservación de los ecosistemas, la biodiversidad y la reducción de la contaminación.
Eficiencia económica: Al reducir el uso de recursos y la generación de residuos, las empresas pueden ahorrar costos y aumentar sus márgenes de ganancia.
Cumplimiento normativo: Las regulaciones ambientales cada vez son más estrictas, y ser productivo ambientalmente también asegura que las empresas cumplan con las normativas.
Mejora de la calidad de vida de los ciudadanos: Los ciudadanos se verán beneficiados en su calidad de vida al existir una buena productividad ambiental en su ciudad.
Hay varios aspectos que contribuyen a la disminución de la productividad ambiental como:
Crecimiento de la población y el consumo:
A pesar de los avances tecnológicos, el aumento del consumo a nivel global sigue siendo un desafío para la productividad ambiental. Más personas en el mundo, especialmente en economías en desarrollo, están adoptando estilos de vida más consumistas, lo que eleva la demanda de recursos naturales y energía.
El consumo de recursos sigue creciendo a medida que más países industrializados y emergentes aumentan su demanda de productos.
Desigualdad en el acceso a tecnologías sostenibles:
No todos los países o empresas tienen acceso a las mismas tecnologías limpias y prácticas sostenibles. Las naciones en desarrollo, por ejemplo, a menudo carecen de los recursos para implementar soluciones de eficiencia energética o adoptar energías renovables a gran escala. Esto crea una disparidad en la mejora de la productividad ambiental global.
Deforestación y pérdida de biodiversidad:
En ciertas partes del mundo, la deforestación y la pérdida de biodiversidad continúan siendo graves problemas. A pesar de las políticas que promueven la conservación, muchos países y ciudades siguen impactando la biodiversidad y sus recursos naturales sin tener en cuenta los efectos a largo plazo sobre el medio ambiente.
Persistencia de las industrias contaminantes:
Las industrias de alto impacto ambiental, como la minería, el petróleo y la industria química, siguen siendo responsables de gran parte de la huella ecológica global. Si bien hay esfuerzos para mitigar sus efectos mediante la adopción de mejores prácticas, el proceso de transición hacia una producción completamente sostenible en estos sectores aún es lento.
Cambio climático:
El cambio climático está afectando negativamente las condiciones naturales para la producción. Por ejemplo, los patrones climáticos cambiantes están afectando la agricultura, la productividad y la disponibilidad de recursos naturales. Las olas de calor, sequías y tormentas más intensas están creando el incremento de mayores cantidades de recursos como agua, energía, suelo y otros más.
El decremento de los servicios ecosistémicos (captura de CO2, remoción de contaminantes, infiltración de agua, producción de oxígeno y otros), debido a la pérdida de biodiversidad en las ciudades.
El aumento de la población mundial, el consumo insostenible y la pérdida de biodiversidad y la dependencia de industrias contaminantes limitan los progresos. Pero además, las políticas públicas, enfrentan problemas para incrementar la productividad ambiental, como lentitud en la implementación; la escasez de regulación para sectores clave; la incoherencia en las políticas internacionales; la necesidad de políticas integrales, no sectorizadas; la falta de incentivos suficientes para el cambio radical, pues a menudo los gobiernos optan por soluciones menos disruptivas debido a la presión económica y la falta de voluntad política para adoptar cambios más radicales; desarrollo de infraestructuras verdes e; Incorporar la justicia socioambiental y, finalmente la educación y la conciencia ambiental.