México, 1 Mar .- Leída por más de un millón de personas en todo el mundo, ganadora del premio a la mejor obra de ficción publicada en los países de la Commonwealth y llevada a la televisión a través de una miniserie, circula en México “El libro mayor de los negros”, de Lawrence Hill.
En entrevista con Notimex, el escritor canadiense (Newmarket, 1957) destacó que el volumen de poco más de 500 páginas, que narra la odisea de “Amínata Diallo”, secuestrada de África y esclavizada desde los 10 años, ha sido muy bien recibida por la crítica.
De igual forma, cuando inició este proyecto “hubo gran interés en publicar mi novela. Mis editores en Canadá y en los Estados Unidos estaban muy entusiasmados”, destacó al declararse “muy afortunado” por el libro publicado por primera vez en 2007 y que ahora trae al español Almadía, con la traducción de Pura López Colomé.
Explicó que comenzó a “imaginar ´El libro mayor de los negros´ años antes de empezar a escribir la novela” y tuvo su base al leer “una historia académica de los Negros Conservadores que describía el impresionante viaje de algunas personas”.
Se trataba de “descendientes de africanos que fueron raptados de sus pueblos, vendidos como esclavos en Estados Unidos, que pelearon del lado de los británicos (que terminarían perdiendo) en la Guerra Civil Estadounidense, que viajaron más tarde a Canadá y que finalmente regresaron a África para llegar a la colonia de Freetown en Sierra Leona, en 1792”.
Dejó en claro que la historia le impresionó, pero sobre todo “fue una gran fortuna para mí encontrarme con que nadie había escrito una novela sobre el tema. Así que decidí invertir cinco años trabajando en el proyecto”.
Así, realizó una investigación que incluyó libros académicos sobre la historia del comercio de esclavos del Atlántico; “luego leí docenas de narraciones de esclavos, autobiografías de antiguos esclavos que escribieron la historia de sus vidas para afirmar su dignidad y su igualdad como seres humanos”.
Con lo último, aclaró, pudo asentar en las páginas de la novela “sus historias tal y como la recordaban. Algunas de esas autobiografías son breves y otras son extensas. Algunas son conocidas y otras estaban ocultas. Pero leí muchas de ellas, escritas por mujeres y hombres”.
Se acercó además a correspondencia de mujeres y hombres, negros y blancos, africanos y europeos, escrita durante la época del comercio trasatlántico de esclavos y dedicó buen tiempo al libro de contabilidad naval británico de esta práctica conocido como “El libro de los negros”.
Detalló que dicho documento contiene “los nombres y otra información biográfica de cerca de tres mil afroamericanos que ayudaron a los ingleses durante la Guerra de Independencia estadounidense. Después de que éstos perdieran la guerra, fueron recompensados por sus servicios siendo transportados a Nueva Escocia, Canadá”.
Hill resaltó que “El libro mayor de los negros” ha sido leído por más de un millón de personas, sobre todo en Canadá, Estados Unidos, Noruega y Holanda, y que la miniserie ha sido muy seguida por los televidentes de los dos primeros países, el Reino Unido y Francia.
Sobre el personaje central, “Amínata Diallo”, que se vuelve entrañable para el lector y un ejemplo de valor, dijo que lo construyó pensando “en mi hermana mayor, cuyo segundo nombre es Amínata. Y por ella la protagonista se llama así.
“Todos los días me preguntaba ¿y si el personaje era en verdad mi propia hermana? ¿Cómo podría sobrevivir? ¿Cómo podría seguir adelante? ¿Cómo podría mantener intacta su razón?”, y fue lo que le motivó a darle el carácter que permea la historia.
Consultado sobre la triste trata de esclavos y los tiempos actuales que se viven Lawrence Hill dijo: “creo que por desgracia estamos entrando a una época en la que la intolerancia y la xenofobia tendrán gran presencia.
“La extrema derecha siembra el miedo y el odio en los Estados Unidos y otros países. En Canadá el peligro es el mismo. Tenemos políticos que comparten las ideas de Donald Trump. En Europa la extrema derecha también va en ascenso”.
Ante este panorama, “quienes están a favor de la integración racial y promueven la democracia, la libertad de culto y el respeto entre los individuos de las diversas razas, religiones y culturas deben alzar la voz y oponerse a las fuerzas del odio y la xenofobia”.
En este sentido, “desde luego que la literatura puede ayudar. La literatura nos da historias. Narrativas que son nuestras, en lo individual y lo colectivo. En tiempos difíciles, acudimos a las historias —sin importar si forman parte de la religión, del arte, o de ambas— para que nos guíen a un mejor destino.
“Nos ayudan a entendernos a nosotros mismos, a situarnos en el mundo y nos ayudan a encontrar destinos favorables que forjar mientras en la vida”, finalizó.
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