- La advertencia presidencial desde Querétaro
- Detienen a “El Gavilán” y que van por Calzada
- El priista Sócrates, nuevo secretario de Colón
- El Historietario: salvar alma, pellejo y cartera
Matona.
Fue un instante pero la imagen se viralizó a través de las benditas redes sociales y de ahí a las páginas de los principales periódicos de México y a nuestra portada. Andrés Manuel López Obrador y su mirada fulminante sobre el gobernador Francisco Domínguez Servién, uno de los involucrados -ya son 17- en la trama de los sobornos de la reforma energética de Enrique Peña Nieto.
Este reportero tuvo el privilegio de presenciar la escena el miércoles pasado en uno de los patios de la XVII Zona Militar, habilitado para la conferencia Mañanera que el mandatario estatal quiso aprovechar para lavarse la cara y las manos, pero no pudo, a pesar de la indulgencia y urbanidad política del presidente más poderoso de los últimos tiempos que pidió dejar pendiente el tema, hacer una prórroga, porque -jejeje- “corresponde la Fiscalía aclararlo en su momento”.
Éramos unos 16 periodistas en total, la mayoría de medios nacionales y solamente dos locales, PLAZA DE ARMAS y RTQ del gobierno estatal, además de los compañeros de la lente y los hombres del presidium. No estaban los defensores de oficio, eso ha causado gran dolor y quejas, para hacer la apología del autoproclamado mejor gobernador del mundo mundial.
Y hete aquí que los enviados de la Ciudad de México abrieron la sesión de preguntas y respuestas con lo de las acusaciones y hasta desestimaron la invitación presidencial a pasar a otros temas y quisieron saber si Domínguez piensa solicitar licencia al cargo, lo que no contestó.
Pancho, ex senador de la República y ex secretario de la Comisión de Energía, de cuyo antecedente le han aparecido los fantasmas, dijo ahí que el tal Emilio Lozoya es un delincuente que ha pretendido involucrarlo “con una bajeza inaudita en actos de corrupción y ha aportado sólo sus dichos”.
¿Qué, qué?
A ver, a ver. ¿Y el video, apá?
¿Alguien podrá creer que Guillermo Gutiérrez Badillo, su secretario privado, asistente, valet y todo lo que usted mande, señor, fue por su propia voluntad y beneficio a recoger esas maletas obesas para meter los millones de pesos en su cuenta o colchón? O que se trataba de una tanda, como bromearon por ahí.
Y otra pregunta: ¿Quién y por qué le iba a dar tanto dinero a un oscuro empleado del senador queretano?
Además, sería ingenuo suponer que esa grabación -por hoy inscrita como la más escandalosa, peor que la del Señor de las Ligas- es lo único que hay y habrá en el Caso Lozoya, como pudimos advertirlo solamente unas horas después al filtrarse el contenido de la denuncia presentada por el ex director de Pemex, en donde vuelve a aparecer Domínguez, supuestamente con copas y agraviando a nuestra bandera nacional porque no le habían cumplido con los moches y lo consideraba ¡traición a la patria!
Quién lo viera cada lunes rindiendo honores a la enseña tricolor en las escuelas primarias.
“Esto no se acaba hasta que se acaba” solía decir Yogi Berra, una de las grandes leyendas del beisbol, el deporte favorito del presidente Andrés Manuel López Obrador, que bien podría repetir otra de las frases del ganador de trece anillos de la Serie Mundial y que sirvió para el título del libro de sus yoguismos: “No he dicho todo lo que dije”.
O aquella genial, también de la estrella de los Yankees en cuyo honor bautizaron al oso del mismo nombre, “si no sabes a dónde vas, es posible que llegues a cualquier lugar”.
AMLO sí sabe a dónde va y por quiénes va, comenzando por los ex presidentes de la República, especialmente los que cree que le robaron las dos elecciones anteriores, miembros de la mafia del poder en la que seguramente incluye a dos queretanos: Ricardo Anaya Cortés, que ayer respondió también y Francisco Domínguez Servién, presente con tapabocas, su discurso y sus miedos, sobre todo cuando sintió esa mirada inolvidable que ilustró La Mañanera.
Casi al final de la conferencia, este servidor tomó la palabra para preguntar por las elecciones del 2021, el futuro, a partir de los fraudes electorales que el propio político tabasqueño ha denunciado y de prácticas como las del 2015, cuando apareció el Señor Kors (siempre según la famosa grabación de Pancho y su amigo Mendoza Davis) ofreciendo kilos de ayuda (millones) que habría que pagar “chingón”.
El planteamiento dio pie para una interesante y extensa reflexión histórica de Andrés Manuel pero también para su advertencia de que la nueva ley, promovida por él, considera graves los delitos electorales y que denunciará a los alcaldes, gobernadores (mmm) y funcionarios federales que metan las manos y el dinero en los comicios del año próximo. “Eso se acaba porque se acaba, sentenció”.
Pancho se removió en la sillita en uno de los días más negros de su pateadora vida política.Y termino, querido (a) lector (a), con otra frase de Yogi Berra: El futuro no es lo que solía ser.
Esa mirada matona así lo anuncia.
-BLANCAS Y NEGRAS-
Relámpagos de agosto.
Ya van dos políticos locales detenidos en este mes. Al presidente municipal de Huimilpan, Alejandro Ochoa Valencia, se agregó ayer el de Gabriel Olvera Gutiérrez (a) El Gavilán, regidor de El Marqués, por un tema relacionado con terrenos para el panteón de Amazcala. Lo curioso es que en ambos casos se trata de denuncias del 2017 en donde hasta ahora se está actuando, lo que está muy bien si efectivamente hay fundamento. Gabriel Olvera, “El Gavilán” es esposo de la ex regidora Lucero Ramírez, cuñado de “El Bananas” y por lo tanto yerno del ex presidente municipal Ceferino Ramírez, uno de los más respetados líderes de la CTM desde hace más de 40 años, cuando fue dirigente del Sindicato de La Concordia.
No deja de llamar la atención que estos hechos se detonen en momentos en que el jefe de jefes o sea Francisco Domínguez anda tan emproblemado y como que podría tratarse de llamar la atención hacia otros asuntos. Incluso, me cuentan, van en contra del ex alcalde Mario Calzada Mercado. Andan bravos.
Sorpresa. A propósito del municipio de Colón, acaba de anunciarse el nombramiento de Sócrates Valdés como secretario del Ayuntamiento, junto con el alcalde sustituto Filiberto Tapia, del PAN. El detalle es que Sócrates es secretario técnico del PRI estatal y ha colaborado con varios dirigentes del tricolor, además de ser hermano de una regidora.
¿PRI-AN? pregunté ayer a un priista histórico luego de saber de la designación y me contestó que no, que en realidad el nuevo secretario del Ayuntamiento es muy cercano al secretario de Gobierno del Estado, Juan Martín Granados Torres, al que se refiere siempre como su “Jefe” el licenciado Sócrates. Yo solo sé que no sé nada.
-EL HISTORIETARIO-
Salvación.
A partir de los últimos acontecimientos, recordaba con El Armero una espléndida anécdota para el libro en preparación. La de Rodrigo Guerra López, un experto en teología, que fue coordinador de asesores y secretario privado del gobernador Ignacio Loyola Vera (1997-2003) cuando se preparaban reformas a la ley de educación estatal, hecho que habría llegado a los oídos del obispo Mario de Gasperín, hoy administrador diocesano.
¿Has visto recientemente a don Mario? Preguntó el entonces mandatario estatal al doctor Guerra.
-Sí, la semana pasada.
¿Y qué no debería yo de saberlo?
.No, señor. Lo veo porque es mi confidente.
Pues confiésale tus pecados, cabrón, no los míos.
Rodrigo, sumamente confundido, por la reclamación del gobernante, buscó el consejo de uno de los santones del PAN, el mismísimo Carlos Castillo Peraza, a quien contó su pena.
-A ver, muchacho, dime ¿cuál es tu mayor aspiración en la vida.
-¡Salvar mi alma!
-Entonces dedícate a otra cosa. A la política uno viene a salvar el pellejo, no el alma.
Hoy habría que agregar que también deben cuidar sus carteras y las maletas con billetes.
¿A poco no?
-JUGADA FINAL-
Francisco “N”.
Al que no vive de la política, sino (al parecer) de los moches o sobornos, un cochino ¡JAQUE MATE!