Roberto Antonio Velázquez Nieto y Gabriela Cabrera Herbert
La integración silenciosa de México hacia los Estados Unidos de America iniciada en las esferas comercial, con el primer tratado de comercio negociado por el Secretario de Relaciones Exteriores el Querétaro Ezequiel Montes Ledesma en 1857. Después habrá llegado a lo político y ahora lo migratorio a generado la peor crisis entre los dos países. Sin importar quien gane la elección presidencial: Que va hacer México en este rubro de la política bilateral con el coloso del norte.
En el siglo XIX en el año de 1868, México y Estados Unidos establecieron un tratado en el cual reconocían los derechos a la ciudadanía de aquellas personas que viajaban entre los dos países. En el siglo veinte, como lo señala el experto Peter Ward de la Universidad de Texas en Austin: “La inmigración ilegal de México ha sido una parte integral de la política de facto de los Estados Unidos con respecto al uso de la mano de obra mexicana. Claramente, esta política de facto los ha estado trayendo cuando se les necesita y devolviendo cuando no.”
Se estima que más de 300 mil inmigrantes mexicanos han sido admitidos legalmente en los Estados Unidos de 1900 a 1930. Conforme a la ley de inmigración de 1917 y el ordenamiento departamental de 1918 se creó el primer programa bracero.
Durante los años de la depresión de 1921 a 1930 tanto el gobierno mexicano como el gobierno de Estados Unidos participaron directamente en repatriación de los trabajadores mexicanos. Hicieron de los mexicanos el chivo expiatorio por los problemas del desempleo De acuerdo con las estadísticas del gobierno mexicano, 345 000 mexicanos casi el número de inmigrantes desde 1920 regresaron a su tierra entre 1929 y 1932, resultando una pérdida neta de la inmigración mexicana.
La escasez de mano de obra agrícola en los Estados Unidos causada por la Segunda Guerra Mundial llevó a una serie de acuerdos bilaterales con México diseñados para aliviar esa escasez. Cerca de medio millón de mexicanos participaron en el programa bracero y esto llegó a su punto culminante en 1956. Al final de esta década los Estados Unidos y México fracasaron en negociar el tratado bracero y culminando el programa hasta finales de 1964. Más adelante, ni la Ley Simpson Rodino, ni la propuesta 187 en California ni la enchilada completa del ex canciller Jorge Castañeda han solucionado tan grave y lacerante problema entre las dos naciones.
Lo que sí resulta muy preocupante es la nueva ley S B 4 de Texas, ha causado una fuerte polémica en medio de la crisis fronteriza entre Estados Unidos y México. Fue promulgada por el gobernador Greg Abboutt y entró en vigor el 18 de marzo de 2024, entre sus consignas permite que los funcionarios estatales detengan y deporten a los migrantes en Texas.
Por eso lo que muchos se cuestionan sobre la próxima persona que llegue a la presidencia del país es cual será su enfoque en cuestión migratoria, que políticas implementarán y como actuará para salvaguardar la integridad de dicho grupo vulnerable.
Claudia Sheinbaum a dicho: “México nunca dejará de tener problemas con la migración si no se atiende de forma correcta las causas y aseguró que la razón principal del alto número de indocumentados que se dirigen a Estados Unidos es la pobreza en los países de Centroamérica y otras regiones del continente.
La propuesta de Sheinbaum para el manejo del gran flujo migratorio actual es que lo que se dedica hoy al armamentismo un porcentaje se dedique para la ayuda a los países y disminuir la migración”.
Mientras que el candidato Álvarez Maynes: “considera que para poder defender a los migrantes de los discursos discriminatorios, misóginos, racistas, y xenófobos de Donald Trump, es necesario tener autoridad moral, la cual hace falta debido a la forma en que el gobierno de México ha manejado su frontera con Guatemala y Belice.
Lo que hemos hecho con la frontera sur es inhumano. La militarización no ha vuelto más segura nuestra frontera, pero si se ha vuelto más cruel, por eso hay que cambiar de modelo. Por un modelo de derechos humanos que le de acompañamiento a todas las personas migrantes”.
Xochitl Gálvez habla de dos iniciativas que plantean que todo migrante que esté en suelo mexicano sea respetado y pueda transitar en el país sin ser molestado o atacado, y de esta forma, prevalezcan sus derecho humanos por sobre todas las cosas.”
Lo inaudito es que ni las candidatas, ni el candidato plantean la revisión de los acuerdos y tratados en materia migratoria,. O plantear uno nuevo. Apoyar y fortalecer a los 50 Consulados de México en la Unión Americana, en particular a los departamentos de protección. Solo por mencionar algunos puntos .