viernes, diciembre 5, 2025
Sin resultados
Ver todos los resultados
Plaza de Armas | Querétaro
  • Andadores
  • aQROpolis
  • Editoriales
  • Efectivo
  • En tiempo real
  • Local
  • México
  • Planeta
  • Ráfagas
  • Roja
  • Andadores
  • aQROpolis
  • Editoriales
  • Efectivo
  • En tiempo real
  • Local
  • México
  • Planeta
  • Ráfagas
  • Roja
Sin resultados
Ver todos los resultados
Plaza de Armas | Querétaro
Sin resultados
Ver todos los resultados

La increíble historia del avión

EL CRISTALAZO

por Rafael Cardona
6 agosto, 2020
en Editoriales
El “fusil” tecnológico en la IV-T
1
VISTAS

 

Cuando un periodista le preguntó a Chou En Lai su opinión sobre la Revolución Francesa, ocurrida en el siglo XVIII dijo sencillamente:

–“Ha pasado muy poco tiempo como pa­ra tener una idea completa.”

Y sí, en muchos casos los fenómenos sociales nece­sitan distancia y tiempo para ser debidamente com­prendidos. Y eso pasará, me parece, con esta etapa de nuestra historia, la cual ahora es apena su mero enun­ciado, un intento, un esbozo quizá. O un garabato.

Pero cuando dentro de algunos años, con la mis­ma acuciosa ociosidad con la cual se han analizado otros momentos de nuestra historia, los cuales devie­nen importantes por la cantidad de estudiosos enci­ma de ellos, y no por si significado real, alguien debe­rá analizar cómo fue, cómo se gestó, cómo se inició ese periodo de historia conocido por sus autores como “La Cuarta Transformación”.

Alguien deberá escudriñar en los campos de la his­toricidad si su redención fue cosa lograda o se trató de un conjunto de ocurrencias con utilidad exclusiva­mente electoral y de toma del poder; si fracasó, si tuvo éxito, cuánto duró y cuáles fueron sus consecuencias.

Y si quisieran editar en tomos solemnes, como por ejemplo los célebres volúmenes de “México a través de los siglos”, los autores de tan sesudos compendios so­bre historia, sociedad, economía, luchas populares y demás temas nacionales; indudablemente escogerán para su portada, la fotografía de un señor en oratoria fecunda, debajo de la panza de un enorme y opulen­to avión, “verdadero” palacio volador.

¡Ay! el avión.

Cuantas horas se han dedicado a tan insignifican­te asunto cuya importancia ha sido exagerada hasta el delirio y la comicidad, porque si para algunos es el ejemplo del fin histórico del dispendio corrupto, para otros es una patochada hilarante eso de andar por el mundo –hasta con el feble auxilio de las Naciones Uni­das–,con los nudillos gastados de puerta en puerta pa­ra ver si alguien nos hace el favor de llevárselo a precio de remate, sin importar las mensualidades por pagar.

Y la rifa… bueno.

La fobia aeronáutica –los aviones como sinónimo de la corrupción neoliberal y el inmoral tren de vida de los conservadores; el “aeropuerticidio”, la venta si­mulada de toda la flotilla oficial, excepto de los apa­ratos utilizados para traer a México la urna de las ce­nizas incompletas de José José o al depuesto cocalero boliviano Evo Morales; las mascarillas de reventa des­de China, los restos de mexicanos muertos en Estados Unidos por Coronavirus, los respiradores a bordo del “Mensajero de la paz”, como le pusieron a un aeropla­no de Aeroméxico; el reo privilegiado, Emilio Lozo­ya y cuanta ocurrencia venga más adelante–, es el re­curso publicitario más usado por el actual gobierno.

Si en la campaña el aeroplano inaccesible hasta pa­ra Obama fue un “slogan” publicitario de innegable in­genio, como el frijol con gorgojo; ahora, dos años des­pués o un poco más, ya es una cantaleta aburrida y so­breactuada, cuya prolijidad no sirve ni como pantalla para disimular el “oso” de un comercio infecundo en los tiempos de la pandemia.

Lo quieren vender, nadie lo compra. Lo quieren rifar, el pueblo no adquiere billetes pues más nece­sita jamar.

La exacción a los empresarios para enjaretarles el “moche” en la cena del Palacio Nacional (“con tu mis­ma estatura de niño y de tamal”, diría López Velarde), la incomprensible emigración del aparato a California sólo para gastar más dinero en un mantenimiento jus­tificable si se usara; el retorno triunfal con menestra­les y mecapaleros mirando el aterrizaje en los puen­tes de Balbuena, como si volvieran Alberto Braniff o don Joaquín de la Cantolla y Rico.

Así miraban sorprendidos cuando esta ciudad era un pueblote. Como ahora, por cierto.

Pero el discurso de avión opaca todo lo demás. Opa­ca al virus llegado a México –por cierto–, gracias a los vuelos internacionales. Venganza.

Si no hubiera aviones, no habría pandemia. No se habría extendido de China al mundo para quedarse con nosotros, quizás por los siglos de los siglos, pues los hatos de proteínas llamados virus, no se extinguen, sólo mutan y se transforman. Como la ambición y la mentira.

Pero si la política es el arte de tragar sapos sin ha­cer gestos, ser ciudadano en estos tiempos es comer los residuos de tragarse los sapos.

Por lo pronto, si le van a cambiar de nombre, sería bueno bautizarlo como Heriberto Frías, autor de la mejor colección de cuentos infantiles.

Porque a los mexicanos nos seducen los cuentos.

Etiquetas: Chou En LaiRevolución France­sa

RelacionadoNoticias

Kuri, Felifer y fiscal bajo fuego

Querétaro, patrimonio mundial, 29 años

4 diciembre, 2025
¿Por qué el maltrato?

Drones contra el Mundial

4 diciembre, 2025
El decálogo y las sombras

Los libros y la otra feria

4 diciembre, 2025
Guardia Nacional: ¡déjenla aterrizar en el México real!

La realidad fija límites a la IV-T

4 diciembre, 2025
Siguiente noticia
Adiós al cine

Adiós al cine

 

 

 

Categorías

  • Andadores
  • aQROpolis
  • Cartón
  • Editoriales
  • Efectivo
  • En tiempo real
  • Fuego amigo
  • Fuente de El Marqués
  • Local
  • México
  • Planeta
  • Portada
  • Ráfagas
  • Roja

Enlaces Internos

  • Aviso de Privacidad
  • Aviso Legal
  • Contacto
  • Aviso de Privacidad
  • Aviso Legal
  • Contacto

© 2020 MEDIOS AQRÓPOLIS S.A. DE C.V. Todos los derechos reservados.

Sin resultados
Ver todos los resultados
  • Andadores
  • aQROpolis
  • Editoriales
  • Efectivo
  • En tiempo real
  • Local
  • México
  • Planeta
  • Ráfagas
  • Roja

© 2020 MEDIOS AQRÓPOLIS S.A. DE C.V. Todos los derechos reservados.

Este sitio web utiliza cookies. Al continuar utilizando este sitio web, usted está dando su consentimiento para el uso de cookies. Visite nuestra Política de privacidad y cookies.