Yaneth Díaz Torres
La inteligencia emocional es el uso correcto y la adaptación adecuada de las emociones en una situación determinada, de manera que la persona pueda solucionar problemas de forma eficaz, con la facultad para percibir, valorar y expresar; las emociones con exactitud, con la capacidad para acceder y generar sentimientos, que faciliten el pensamiento y, que estos, regulen las emociones para promover el crecimiento emocional e intelectual.
La inteligencia emocional es una herramienta valiosa que puede desarrollarse por medio de estrategias educativas, como tener la capacidad de descifrar las emociones, controlarlas y entenderlas, para así aprender a resolver problemas, manejar conflictos y aumentar o desarrollar la habilidad de la comunicación interpersonal.
En la población en general se tiene un déficit formativo en estas habilidades, pero pueden superarse, gracias a la obtención de experiencias propias logradas a lo largo de su vida. La adquisición de dichas habilidades, generalmente se basa en la reflexión y en la obtención de feedback (retroalimentación), sobre su práctica profesional o la vida misma; la trascendencia del desarrollo de esta habilidad, radica en que se ha comprobado que aquellas personas con una inteligencia emocional bien desarrollada, tienen mayores probabilidades de sentirse satisfechas consigo mismas, con el ambiente y con su entorno; y dominan hábitos mentales que favorecen un mayor éxito en su desempeño laboral.
Es importante advertir que las tres primeras dimensiones de la inteligencia emocional dependen de cada persona y están en comunión con su propio yo (ser consciente de sí mismo, saber controlar en cierto modo los propios estados de ánimo y automotivarse). En cambio las dos dimensiones restantes se refieren a la relación con otras personas.
Autoconciencia
En el sentido exacto de la palabra, se refiere a conocerse y ser consciente de sí mismo; percibir su propia existencia y ante todo, su sentimiento de vida.
Autocontrol
Es la disposición para saber manejar ampliamente los sentimientos propios, de manera que no se caiga en nerviosismo, permanecer tranquilo, que se puedan afrontar los sentimientos de miedo y que se recupere rápidamente de los sentimientos negativos.
Motivación
Significa ser aplicado, tenaz, saber permanecer en una tarea, no desanimarse cuando algo no sale bien, no dejarse desalentar.
Empatía
Implica saber ponerse en el lugar de otras personas, penetrar en su interior; incluyendo también (y precisamente) en personas con las cuales podemos no simpatizar. Significa entender lo que otras personas sienten.
Habilidad social
Significa orientarse hacia las personas, no mirar la vida como un espectador, no observar sólo a las personas sino hacer algo en común con ellas entenderse con los demás, sentir la alegría de estar entre la gente.
Especialmente as áreas de autocontrol y motivación son un componente fundamental dentro de la inteligencia emocional, ya que permiten procesar nuestras emociones usando la información emocional, para guiar nuestro pensamiento y comportamiento; lo que es de gran importancia debido a la infinidad de toma de decisiones que deben enfrentar la persona diariamente. El autocontrol, capacidad para regular las emociones, al tiempo que promueve el crecimiento emocional intelectual el gran impacto que esto tiene es que mejorar la eficiencia y eficacia de todo aquello que realiza la persona. La empatía y habilidad social, son un eje fundamental para la adecuada comunicación facilitando a diario solucionar obstáculos y múltiples conflictos que se presentan en el dia a dia.
Lo que es un hecho, es que los diferentes aspectos de la inteligencia emocional como autoconciencia, autocontrol, motivación, empatía y habilidad social, pueden mejorarse a través de diversos programas de entrenamiento especializado.
Y tu que esperas para desarrollar tus habilidades
Presidente del Colegio de Innovación y Gestión en Salud
Colegio Médico de Querétaro