En diciembre de 1942 el generalísimo Francisco Franco, autonombrado Caudillo de España por la Gracia de Dios, dejó muchas cosas claras (una vez más) en su discurso a los “Camisas viejas”:
“…Para la gran obra de redención de un pueblo, el fanatismo y la intransigencia son indispensables cundo se encuentran en posesión de la verdad. A vuestra fe y a vuestro fanatismo correspondo con el mío. Creo en España porque creo en la Falange, expresión política de nuestro renacer…”
Y en ese mismo año, les dijo a los españoles:
“…Sabemos que con nosotros va la vida y, fuera de esto, la muerte de España…”
Estas palabras son esencialmente iguales, en su tono de amenaza y exaltación de la unicidad del pensamiento; en su expresión de la fuerza bruta como un recurso dictatorial, a las pronunciadas, por el presidente de Cuba, un monigote de Raúl Castro, hace unos días con motivo de la generalización de las protestas sociales en casi todo el territorio cubano:
Esto dijo el presidente cubano, quien.
A diferencia de los hermanos Castro no arriesgó ni un cabello de su cabeza para conquistar el poder. Para él fue suficiente la docilidad, el verbo lacayuno y la adulación al viejo Raúl.
“«Nosotros no vamos a entregar la soberanía, ni la independencia del pueblo, ni la libertad de esta nación. Somos muchos los revolucionarios en este pueblo que estamos dispuestos a dar la vida y eso no es por consigna, es por convicción. Tienen que pasar por encima de nuestros cadáveres si quieren enfrentar la Revolución, y estamos dispuestos a todo y estaremos en las calles COMBATIENDO».
“Sabemos que se están orquestando incidentes de este tipo en las calles de La Habana y que hay masas de revolucionarios enfrentando elementos contrarrevolucionarios….
“…Por eso estamos convocando a todos los revolucionarios de nuestro país, a todos los comunistas, a que salgan a las calles … desde ahora y en todos estos días…
“…Como dije en el discurso de clausura del Congreso del Partido, a la Revolución la defendemos ante todo, los revolucionarios y, en la primera fila, los comunistas, y con esa convicción estamos ya en las calles, no vamos a permitir que nadie manipule nuestra situación, ni que nadie pueda defender un plan que no es cubano, que no es bienestar para los cubanos y cubanas y que es anexionista…”
Si lo dice este señor, hay una lógica,la lógica del poder absoluto.
Pero cuando lo repiten los morenistas mexicanos, no es lógico, es estúpido.
ULISES FUERA
No sólo por el motín reciente y su desfile de porros frente al Partido Revolucionario Institucional, cuyas instalaciones clausuró, sino por sus antecedentes represivos en Oaxaca, el expediente de Ulises Ruiz está siendo revisado en estos momentos por la Comisión de Honor y Justicia del tricolor.
La única pregunta es si se necesita revisar algo sabido hasta por los niños de pecho: los abusos del poder y los delitos cometidos por Ulises Ruiz durante su paso por el gobierno oaxaqueño.
Si sus enemigos de la APPO eran rufianes consumados, él les ganó la mano de todas todas. Los superó. Y ahora embiste a la dirigencia sin ton ni son. Como otro toro sin cerca.