El 20 de agosto de 1989, Lyle y Erik Menendez, de 21 y 18 años, mataron a tiros a sus padres en la mansión familiar de Beverly Hills. Ambos fueron condenados a cadena perpetua en 1996 tras dos juicios muy publicitados, el primero de los cuales fue transmitido por la entonces naciente Court TV.
Pero en los 35 años transcurridos desde el crimen, la opinión pública ha estado cada vez más dividida sobre si los hermanos eran simplemente los oportunistas a ultranza que la acusación dijo que eran. Ahora, Ryan Murphy –quien desde hace tiempo ha desarrollado una gran habilidad para abordar historias en la intersección del crimen real, la celebridad y los medios de comunicación– interviene con una nueva versión guionizada de su historia, que se estrenó el jueves en Netflix.
La serie, titulada “Monstruos: la historia de Lyle y Erik Menendez”, está protagonizada por Nicholas Alexander Chavez y Cooper Koch en el papel de Lyle y Erik, y por Javier Bardem y Chloë Sevigny, quienes encarnan a sus padres, Jose y Kitty Menendez. Se trata de la segunda entrega de la antología “Monstruos”, creada por Murphy junto a Ian Brennan. La primera se centró en el asesino en serie Jeffrey Dahmer.
Muchas cosas han pasado desde 1989 –incluidos numerosos documentales, pódcast y una serie de La ley y el Orden– a medida que el caso y las actitudes culturales han ido evolucionando. ¿Necesitas ponerte al día? A continuación, un breve repaso y una actualización de los acontecimientos más recientes.
La historia de la familia Menendez
Jose Menendez era un exitoso ejecutivo del mundo del espectáculo que huyó de su Cuba natal a Estados Unidos por su cuenta a los 16 años, poco después de que Fidel Castro tomara el poder. Se casó con su novia de la universidad, Mary Louise Andersen, más conocida como Kitty. Tuvieron dos hijos y, tras un tiempo en la Costa Este, la familia se instaló en la zona de Los Ángeles.
Lyle y Erik crecieron inmersos en la riqueza y el privilegio: su casa de Beverly Hills estaba en una de las manzanas más codiciadas; Erik llegó a ser tenista del ranking nacional; Lyle asistió a la Universidad de Princeton (aunque al final fue suspendido). Pero la familia tenía secretos. En el juicio, ambos hermanos declararon que su padre había empezado a abusar de ellos a una edad temprana y que su madre lo sabía.
¿Qué ocurrió el 20 de agosto de 1989?
Kitty y Jose estaban viendo la televisión en la sala de su casa cuando sus hijos entraron y les dispararon varias veces a quemarropa con escopetas de calibre 12.
Los relatos de los hechos varían, pero en algún momento los hermanos compraron entradas de cine en una sala local y fueron al festival “Taste of L.A.” en Santa Mónica, aparentemente para crear una coartada.
A las 11:47 p. m., Lyle llamó al 911, llorando, y dijo “alguien le disparó a mis padres”. La policía descubrió que, además de los disparos mortales en la cabeza, Jose y Kitty habían recibido disparos en las rótulas, lo que los fiscales dijeron más tarde había sido para que el ataque pareciera un asesinato de la mafia. Al principio, los hermanos no fueron considerados sospechosos. Luego la gente empezó a notar una conducta cuestionable, incluyendo un comportamiento extraño en el funeral de sus padres y gastos excesivos.
¿Cómo se desarrollaron los juicios por asesinato?
Lyle fue detenido el 8 de marzo de 1990, después de que la policía recibiera una pista de Judalon Smyth, quien mantenía una relación extramatrimonial con L. Jerome Oziel, el psicólogo de los hermanos. Smyth dijo que le había oído decir a Oziel que los hermanos habían matado a sus padres; también dijo que él tenía la confesión grabada. Las cintas se utilizaron posteriormente como prueba en el juicio después de que el juez James Albracht dictaminara que no se aplicaba el privilegio médico-paciente porque los hermanos habían amenazado a Oziel.
En un juicio que comenzó en 1993, los hermanos declararon que habían matado a sus padres temiendo por sus vidas tras años de abusos sexuales, emocionales y físicos. Erik y Lyle dijeron que en los días anteriores a los asesinatos se habían enfrentado a sus padres y Jose les había amenazado con matarlos si no guardaban silencio al respecto.
En marzo de 1996, cada hermano fue declarado culpable de dos cargos de asesinato en primer grado y conspiración para cometer asesinato. Fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
¿Dónde está el caso ahora?
A lo largo de los años, la conversación en torno a los hermanos ha cambiado. En la época de los asesinatos, no siempre se reconocía la dificultad de escapar de los patrones de abuso sexual, especialmente cuando las víctimas son niños y hombres. En mayo de 2023, Cliff Gardner, abogado de los hermanos, presentó una petición de habeas corpus argumentando que su condena debía anularse debido a las nuevas pruebas.