En la Nota de Coyuntura “Once países firman el Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP): implicaciones geopolíticas, contenidos esenciales y su importancia para México”, el Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques (CEIGB) del Senado de la República revisa el contenido del acuerdo transpacífico firmado el pasado 8 de marzo por once de los doce miembros originales del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), extinto después de que Estados Unidos anunciara su decisión de retirarse en enero de 2017.
De acuerdo con los investigadores del CEIGB, “el solo hecho que estos once países hayan conseguido mantener viva la iniciativa de integración entre las cuencas americana y asiática del Océano Pacífico aún sin la presencia y el impulso de Estados Unidos plantea algunas consideraciones geopolíticas que exigen ser analizadas”.
El documento señala que, a pesar de que el CPTPP representa sólo 13% de la economía global, en contraste con el 40% que representaba cuando Estados Unidos formaba parte de la iniciativa, “las perspectivas a futuro son favorables no sólo para el crecimiento exponencial del comercio sino para la incorporación de otros países”. En el mediano plazo, agregan, esto podría compensar la ausencia estadounidense.
Según las estimaciones, la investigación reseña que el CPTPP dará un impulso económico mayor al 2% de sus respectivos PIB hacia 2030 para Malasia, Brunei, Singapur y Vietnam; mientras que países como México, Japón, Canadá, Nueva Zelandia, Chile y Australia “se beneficiarían con un 1% del PIB adicional directamente atribuible” al acuerdo transpacífico.
El análisis del CEIGB plantea la pregunta sobre la vigencia de la premisa original del TPP de ejercer un contrapeso geopolítico frente a China, una vez que Estados Unidos ha dejado de ser miembro del instrumento. Al respecto, señala que el CPTPP es potencialmente un “vehículo para que Japón pueda continuar desplegando un papel de liderazgo regional y encabezar la lucha a favor de un modelo de mega acuerdos comerciales capaz de ofrecer un planteamiento alternativo a la Asociación Económica Integral Regional (RCEP) que China promueve”.
Sobre el contenido del nuevo acuerdo transpacífico, la investigación refiere que se recuperaron las disposiciones del TPP original de manera íntegra, con excepción de una lista de 22 provisiones que quedaron suspendidas. El documento incluye una explicación detallada de estas suspensiones, que forman parte de capítulos como Administración Aduanera y Facilitación del Comercio, Inversión, Propiedad Intelectual, Telecomunicaciones, entre otros.
Los investigadores del CEIGB destacan que el compromiso de México con las negociaciones para mantener vivo el TPP aún después de la salida de Estados Unidos en enero de 2017 responde también a razones coyunturales: “el CPTPP se ha convertido en un componente fundamental de la estrategia de diversificación de flujos comerciales en la que el Gobierno de México ha insistido a partir de que comenzó a avizorarse la amenaza de una posible desarticulación del TLCAN”.
La investigación señala que “es importante tener en cuenta que además de oportunidades, el CPTPP plantea para México diversos desafíos y costos que no deben soslayarse”. Específicamente, el análisis se refiere a los sectores textil y del calzado, cuyas dificultades para competir con las exportaciones provenientes de Vietnam o Malasia “exigirán de la economía mexicana una importante capacidad de adaptación”.