La economía estadounidense se expandió a un ritmo sólido en el tercer trimestre, impulsada en gran medida por un avance generalizado del gasto de los consumidores a medida que la inflación seguía enfriándose.
El Producto Interno Bruto aumentó a un ritmo anualizado del 2.8 por ciento en el tercer trimestre, según mostró este miércoles la segunda estimación de las cifras de la Oficina de Análisis Económico.
El dato de la primera estimación había mostrado un crecimiento del 2.8 por ciento.
El principal motor de crecimiento de la economía, el gasto de los consumidores, subió un 3.5 por ciento, el mayor avance este año.
Por su parte, del índice de precios del gasto en consumo personal (PCE), utilizado como una de las referencias para medir la inflación, subió un 2.1 por ciento.
El dato provisional del PCE subyacente para el tercer trimestre había mostrado una variación del 2.2 por ciento.
Por último el deflactor del PIB -otro índice de precios, en este caso usado para conocer la parte del crecimiento de una economía que se debe al aumento de precios- subió un 1.9 por ciento en el mismo periodo, contra el 1.8 por ciento estimado anteriormente.