El presidente de la Sala Regional Toluca del Tribunal Electoral, Alejandro David Avante, señaló que tras el inicio de las campañas para las elecciones del Poder Judicial, existe preocupación respecto al interés de la ciudadanía por participar en ellas pues consideró que hay un debilitamiento en la democracia, porque podría provocar que la sociedad deje de creer en ella, esto lo señaló, en el marco del inicio de las campañas de las elecciones al Poder Judicial.
David Avante consideró que la democracia no solo implica acudir a votar, sino hacerlo de manera informada y seguir el desempeño de los representantes electos, pues para que la democracia funcione correctamente, es esencial que los ciudadanos evalúen el trabajo de sus representantes durante su mandato, especialmente cuando sus propuestas sean clave en el ejercicio de su encargo.
Sin embargo, explicó que el proceso electoral está siendo cada vez más influenciado por la propaganda electoral y las encuestas, en lugar de centrarse en las propuestas de los candidatos.
“Los ciudadanos son bombardeados con propaganda electoral, con propaganda de partidos políticos, con propaganda para hacer conocer propuestas o, peor aún, las elecciones cada vez se van convirtiendo más en un tema de encuestas y menos propuestas e intentar difundir qué tan bien o mal posicionado se encuentra una candidata o un candidato a partir de las encuestas que se van definiendo”, dijo.
Finalmente, señaló que el modelo de comunicación política, basado en la repetición de anuncios cortos y pegajosos, aleja la atención de los votantes de las propuestas sustanciales.
“Este modelo ha generado frustración entre los ciudadanos, que terminan rechazando la información y demandando un cambio en la manera en que se presentan las campañas”, mencionó.
El presidente de la Sala Toluca consideró que la democracia no solo debe ser un concepto abstracto o un ideal, sino una herramienta concreta que resuelva los problemas inmediatos de los ciudadanos, recalcando que si los actores políticos logran atender las necesidades básicas y urgentes de la población, podrán recuperar la confianza en el sistema democrático. Para ello, es esencial que la democracia no solo se promueva en discursos, sino que se perciba como una solución real en la vida cotidiana de las personas.