Con el secuestro exprés del Obispo Emérito de Chilpancingo y el más violento fin de semana como trasfondo, Xóchitl Gálvez afirmó que la delincuencia está desatada.
La candidata opositora encabezó un emotivo mitin ante varios miles de simpatizantes que se congregaron en el Centro de Convenciones de este puerto, cuyos accesos por tierra amanecieron tomados por productores inconformes por el precio de garantía.
“… Yo soy fuereña, nací de aquí muy lejos… Tengo el gran orgullo de ser de Mazatlán”, canturreó Xóchitl y provocó la algarabía de sus seguidores.
“El principal problema de nuestro país tiene que ver con el crecimiento de la delincuencia: los delincuentes están desatados: le cobran piso a los pescadores, extorsionan a los aguacateros, a los limoneros, a los chileros, a los agricultores. Esa es la realidad. La delincuencia está desatada”, sostuvo.
Gálvez prometió que, al frente del Gobierno, recuperaría la seguridad. “Tenemos que trabajar duro este mes para que podamos recuperar un país con paz y con tranquilidad. Vamos a dejar atrás el odio y la división. Vamos a trabajar para unir a este gran país.”
Tal y como lo deslizó en el debate del domingo, insistió en que “la candidata de enfrente es la candidata de un narco partido, de un partido que le rinde culto a la Santa Muerte. Nosotros no: nosotros somos el partido de la verdad y de la libertad. Vamos a traer vida donde hoy se pasea la muerte.”
En entrevista previa, Xóchitl se refirió al secuestro del Obispo Emérito Salvador Rangel. Según dijo, resulta muy preocupante porque este Obispo de alguna manera es el que estuvo levantando la voz para el tema de crear cierta paz en la región de Chilpancingo.
“Él es el artífice de que se dejaran de enfrentar grupos criminales. No sé si es un mensaje para él, pero es muy grave lo que pasó, son muy grave los niveles de inseguridad. Tuvimos el fin de semana más violento en lo que va del año y el Presidente y su candidata siguen pensando que México está mejor que nunca. Ya se ve que el crimen ya levantó un obispo, o sea, ya no hay límites”.