Ensaye usted un análisis político de fondo y expóngalo frente a la estrategia del gobierno del presidente López Obrador: no habrá argumento definitivo cuyo abatimiento no resulte sencillo desde el púlpito de la mañana palaciega.
Mientras más hondo sea el análisis, más documentado, más sencillo será echarlo abajo con argumentos tan simplones como eficaces.
La crítica no suelda en esa aleación. Es como si se quisiera sembrar en el cemento.
El presidente es inmune a la crítica, al análisis serio, a las evidencias científicas o sociales. Todo lo destruye con la incansable repetición de tres o cuatro mantras. Si le dicen del desprestigio de Pedro Salmerón, por dar un ejemplo, él dirá cómo este hombre supera a Heródoto como padre de la historia.
Y si le hablan de la corrupción de Delfina Gómez, le alabará como una mujer fiel a su domicilio de maestra texcocana, solidaria a una causa superior, como Leona Vicario.
El “bending” presidencial funciona todo el tiempo. Los golpes no le dan de frente, todo lo esquiva, todo lo escurre, de todo se zafa. Menos de la burla.
Y por eso, en los tiempos de la superficialidad instantánea, de los “memes” y las ocurrencias del tuiter o el FB, Tic Tac y demás, el Ejecutivo no tiene defensa, ni siquiera con toda su legión de “bots” y seguidores inscritos en Morena.
La irresponsabilidad del insulto, la diatriba fácil, la caricaturización de todas sus expresiones, la burla, la befa, la mofan hasta de su salud y su familia; el escarnio a través de las zumbonas redes sociales (ni tan benditas cuando sirven para eso, ¿eh?), son las únicas municiones de la inconformidad.
Son escupitajos en 140 caracteres. Son injustas en muchos casos, pero son certeras en la mayoría de las ocasiones. Son dardos punzantes, hilarantes, irreverentes, confianzudos e impunes.
Y no admiten reclamación, son mercancías sueltas y vigentes en el mercado de la fugacidad permanente, si se me permite el oxímoron. Sólo queda aguantar y alzarse de hombros, pero el riesgo de erosión imperceptible, existe: se pueden convertir en actitudes opositoras reales. O al menos, futuros votos en contra.
No toda la oposición proviene de los partidos ni las organizaciones políticas entrenadas y preparadas para contender electoralmente. La labor de zapa, inconsciente de su potencial, pero no inocente de sus intenciones, va gota a gota, marcha como la hormiga, llevando el agua a muchos molinos, pero ninguno está en el patio del Palacio Nacional.
OAXACA
Feliz el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat.
El INEGI, cuyas mediciones con frecuencia contradicen el optimismo oficial, le ha dado una notable distinción: el estado con mejor índice de empleo y ocupación en el país.
“De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional del Empleo Nueva Edición, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), nuestra entidad –dice un comunicado oficial–, cerró el 2021 con una tasa de ocupación de la Población Económicamente Activa (PEA) del 98.8 por ciento.
“La reactivación económica de Oaxaca es una realidad. Somos el estado con la mayor tasa de ocupación laboral ya que, a pesar de las dificultades de la pandemia, gracias al trabajo dedicado y a la buena coordinación con los tres órdenes de Gobierno, logramos superar incluso los indicadores obtenidos en agosto del 2020, donde se reportó una ocupación laboral del 97.4%”.
MEDICINAS
Y mientras el desastre en el sector sanitario se consolida como una realidad irreversible y las medicinas siguen siendo productos tan escasos como necesrios, los empresarios siguen adelante.
NEOLPHARMA, se ha incorporado a la Asociación Mexicana de Laboratorios Famacéuticos. Ya hay 45 laboratorios de vanguardia y capital cien por ciento mexicano en esta agrupación industrial con 71 plantas en todo el país, y generan más de 50 mil empleos directos y arriba de 260 mil indirectos.
En ellos, se producen medicamentos de calidad internacional y a precios competitivos, pero…