A medida que nos adentramos en un año electoral crucial para Querétaro, el Consejo Consultivo del Agua del Estado se posiciona al frente de una misión trascendental: la presentación de la “Agenda Azul: Hacia un Futuro Sostenible del Agua en Querétaro”. Este esfuerzo, lejos de ser un mero documento, representa un llamado urgente a los futuros líderes políticos y tomadores de decisiones. En un momento en que el futuro hídrico del estado pende de un hilo, la “Agenda Azul” emerge como una hoja de ruta esencial, delineando las acciones necesarias para asegurar la gestión sostenible de nuestros recursos acuáticos.
El estado de Querétaro, vibrante y en constante crecimiento, enfrenta retos considerables en la gestión de sus recursos hídricos. Desde la presión creciente por la demanda de agua debido a la expansión poblacional e industrial, pasando por la sobreexplotación de los acuíferos que amenaza la disponibilidad futura del agua, hasta la contaminación de nuestros cuerpos de agua, que pone en riesgo la salud pública y la biodiversidad. A estos se suman la ineficiencia en el uso del agua y la vulnerabilidad ante el cambio climático, que agravan la escasez y los riesgos de eventos extremos, destacando la imperiosa necesidad de una acción decidida y colectiva.
La “Agenda Azul” se construye sobre seis pilares fundamentales, que juntos forman el cimiento para un manejo efectivo y sostenible del agua en nuestro estado. Primero, enfatiza la conservación y el uso eficiente del agua, promoviendo prácticas que reduzcan el desperdicio y maximicen la reutilización. Segundo, aboga por la protección y restauración de las fuentes de agua, mejorando su calidad y el entorno natural circundante. Tercero, resalta la importancia de integrar infraestructura verde y tecnologías innovadoras en nuestro tejido urbano y agrícola. Cuarto, llama a la participación ciudadana activa y a una educación que fomente la sostenibilidad. Quinto, subraya la necesidad de una cooperación intersectorial robusta y una gobernanza eficaz del agua. Finalmente, insta a una gestión proactiva de los riesgos hidrometeorológicos, preparándonos para enfrentar los desafíos futuros con resiliencia.
La reunión de los representantes de los partidos políticos para conocer la “Agenda Azul” marca un momento de gran potencial en la historia de Querétaro. Sin embargo, este potencial viene acompañado de una expectativa palpable por parte de la academia, la sociedad civil y, sobre todo, de nuestros jóvenes. Existe un clamor unánime para que esta iniciativa trascienda el papel y se materialice en acciones concretas que nos encaminen hacia una sostenibilidad y resiliencia hídrica. Los ojos de Querétaro están puestos en sus futuros líderes: el desafío de llevar estas directrices a la práctica es grande, pero la oportunidad de transformar positivamente la calidad de vida de los queretanos es aún mayor. Ahora, con la información en sus manos, la decisión de actuar, de implementar cambios significativos y duraderos para nuestro futuro hídrico, recae en nuestros próximos tomadores de decisiones. La “Agenda Azul” no solo debe ser un documento de referencia, sino el inicio de un nuevo capítulo en la gestión del agua en Querétaro, uno que priorice el bienestar de todos sus habitantes y la salud de nuestro territorio.