TERTULIA
EL AIRE ES VIDA
“El Aire es Vida, y la salud es la mayor riqueza de esta vida” del artista Luis Nishizama, se encuentra ubicado en el vestíbulo principal del Centro Médico Nacional Siglo XXI. Una obra repleta de simbolismos sobre la importancia del aire para vivir, ubicada en un lugar donde se lucha por la vida. Realizado en 4 segmentos.
Existen una gran cantidad de murales que embellecen la vida cotidiana y que quizás solo unos son observados, poco admirados y mucho menos valorados. Este en lo particular, es una obra de arte creada por un reconocido y poco conocido artista que es parte de nuestra historia cultural… Luis Nishizawa.
LUIS NISHIZAWA
Nació el 2 de febrero de 1918. Hijo de padre japonés y madre mexicana. Fue un pintor, grabador, un artesano de las técnicas y un alquimista de los materiales pictóricos. Artista prolífico con un estilo personal y definido, no sólo por su producción, sino por su influencia como docente. Su producción pictórica, se caracteriza por la constante experimentación. Destaco en el arte del caballete con el que trabajo diferentes técnicas y formatos, sobresalientes sus paisajes que fueron su carta de presentación, mezclando sus influencias orientales con las raíces mexicanas y las japonesas. Un artista que veía y se atrevía a plasmar lo que otros no. Le gustaba aprender y sobre todo transmitir sus conocimientos. Nishizawa como muralista fue poco conocido y valorado, aun cuando realizó obras que rebasaron las fronteras. Murió a los 96 años, el 29 de septiembre del 2014.
MURAL
La historia del Mural “El Aire es Vida, y la salud es la mayor riqueza de esta vida” del artista Luis Nishizama, inicio a principios del año de 1957, cuando el Director General del proyecto del Centro Médico Nacional, el arquitecto Enrique Yáñez, invito a Fernando Gamboa para coordinar un programa de decoración con obras artísticas. Fueron muchos los artistas invitados pero pocos aceptaron, entre ellos, David Alfaro Siqueiros, Francisco Zúñiga, Alfredo Zalcey, y el más joven e inexperto Luis Nishizawa.
Para Luis Nishizawa esta seria su primera oportunidad importante y le sugirieron para su obra temas como: un corte vertical a la sociedad mexicana del presente con cierto carácter costumbrista; un homenaje a Vasco de Quiroga; un “Triunfo de la vida” como paráfrasis consignó contrario a El triunfo de la muerte de Peter Brueghel, y una alegoría que ilustrara el asunto de que sin aire no hay vida. Nishizawa eligió este último. Se le proporcionaron los muros que rodeaban la escalera principal del Hospital de Neumología y Cirugía de Tórax. El mural, es una obra de acrílico sobre cemento. Fue terminada en el año de 1958. Desafortunadamente en el sismo de 1985, el edificio de la Unidad Médica de Neumología fue de los más dañados. Al principio se pensó que el mural se había perdido, pero gracias a Tomás Zurían y su equipo, hicieron una labor de rescate artístico y hoy se encuentra en el vestíbulo principal del centro Médico Nacional Siglo XXI. El mural cuenta con una gran cantidad de figuras que representan tanto a la mitología como a la realidad, por lo que todo el mural cuenta con una carga de simbolismos.
PRIMER SEGMENTO
Si Ud. se para enfrente y lo observa de izquierda a derecha, el mural nos muestra la relación que existe entre la vida y la muerte, a través de una figura que tiene una máscara mixteca. Bajo uno de sus brazos se encuentran personas sufriendo, mientras que de otras brota sangre, fuego y agua. A un costado se encuentra una mujer que personifica a la medicina y proporciona agua para que beba un enfermo. Junto a ellos se observan dos hombres enfermos de tuberculosis y que tienen aparatos médicos a su alrededor, así mismo sale una rama que también está enferma, que vuelve a florecer, haciendo referencia a una cirugía. También observamos a un obrero saludable y a una costurera sumamente agotada, con las manos traspasadas por agujas.
SEGUNDO SEGMENTO
Están plasmados tres mineros que se están asfixiando y están siendo salvados por una mujer vestida de blanco, que representa a la patria, la que brinda protección a su gente.
TERCER SEGMENTO
Este segmento nos transporta a la mitología prehispánica. En él aparece Ehécatl (Dios del Aire) que se puede identificar porque tiene un tocado de cráneo con una flor y una lanza que atraviesa un corazón. De su pico sale aire, el cual da vida a los animales. A un lado del Dios del aire, se encuentra el Dios Tláloc, deidad acuática con un rostro que impone con colmillos de serpiente y que tiene el poder de fertilizar a la tierra mediante el agua, un líquido vital que brota de su mano derecha y de la izquierda lanza fuego.
CUARTO SEGMENTO
Este segmento está dedicado a la celebración de la existencia y de la vida misma, a través del aire. Se encuentra un caballo encabritado, una máquina que alza en vuelo a una pareja; un hombre y una mujer que son los que resguardan el maíz. También se encuentra una mujer acompañada de su hijo y de niños que están jugando con una mariposa, simbolizando a la esperanza.
El Mural “El Aire es Vida, y la salud es la mayor riqueza de esta vida”, es una obra de hermosos colores que desprenden luz y vida. Una obra de arte, que bien vale la pena detenerse a disfrutar.