Se le podrán encontrar muchos defectos, como la inmovilidad escenográfica; la persistencia de una temática basada en tres o cuatro ideas fijas, pero la conferencia mañanera sigue siendo el espectáculo favorito matutino de los niños, de los papás de los niños y de los papás de los papás de los niños, sobre todo cuando hay clases por TV.
Muy pocos cambios ha tenido la producción, pero en el afán de servirle a la gran familia mexicana, la mañanera ha incorporado ahora las ideas de Raúl Velasco, y aunque no haya hecho un concurso infantil de canto como aquel del cual surgió Lucerito, el Gran Chuchito, su productor ejecutivo, ha decidido musicalizar la comunicación social. Es un avance.
Si bien la muda y poco sonora moda de las gráficas y el “power point” llamó poderosamente la atención de los ágrafos, la conferencia cancionera y mañanera (la mera mera; ¿por quién vota); nos deleita con canciones. Por ejemplo, del “difuntito”, Oscar Chávez, de quien ayer pusieron en el “clip” de la sentida parodia de “La casita”.
Chávez, cantor militante de la izquierda es uno de los favoritos de la producción, especialmente por la parodia de “La casita”; cuya bucólica sucesión de imágenes campiranas y costumbristas, fue modificada (por un periodista fifí, casualmente), y se ha convertido en una especie de himno contra la corrupción de los gobiernos anteriores. Sólo los anteriores.
Aquella hija de la vieja romanza fue hecha por Felipe Llera, quien musicalizó unas letras del potosino Manuel José Othón (“Idilio salvaje”), cuya lira tuvo importancia en el siglo XIX. Ahora, cuando más, resulta una pieza nostálgica del modernismo. Y no por “La casita”.
Pero como sea, las producciones “Simplemente palacio”, han decidido quitarle el hastío a la información y pasan ahora al cultivo musical.
–Oye moleculita, pregúntale de esto y esto…
–¿Y pa qué?
–¡Oh!, tu pregunta… y entonces me das pie para poner la canción. Es buena puntada; “si no, se hace aburrida la conferencia”.
–Sale.
Pero no solamente es con la “fuente” presidencial y su cotidiano estoicismo madrugador donde se recurre a talentos fuera de la habilidad reporteril. Se prepara la distribución de millones de una historieta con información nutricional para una mejor alimentación del pueblo. El folleto no se come.
–Este panfleto (en el buen sentido) se está entregando casa por casa. ¿Cuántos millones van a ser? Es una historieta, la subimos hoy a las redes cuyo título un tanto poético y delicado es “¿Qué te estás tragando?”
Como se sabe los mexicanos tenemos muy malos hábitos alimenticios y eso nos hace débiles ante algunas infecciones como el Covid. Ya alguna vez la senadora Jesusa Rodríguez, quien podría hacer alguna maroma durante la mañanera, nos advirtió de la relación entre las carnitas de cochino y la colonización impuesta por los invasores españoles.
Así pues el señor Fisgón –como se llama el autor–, ha hecho una historieta. Su idea (“alimentada” con aquella de Rius “La panza es primero”), se podría aplicar a otras prácticas nacionales, como por ejemplo el trabajo sexual si normas de higiene.
En esa materia de ese otro folleto se podría llamar” ¿Qué te estás metiendo? Sería altamente edificante.
En ambos casos se puede complementar con los etiquetados frontales cuya impresión en los paquetes ha resultado todo un éxito: desde su imposición nadie se ha comido ni un sobre de papitas.
Pero cuando se trata de servirle al pueblo, la imaginación no tiene límites. Las grandes maquinarias neuronales al servicio de la comunicación, de la información sensata, de la verdad y el desmonte del bosque de la corrupción.
Y si más arriba dije de cómo la canción campirana de Othón y Llera fue parodiada por un periodista “fifí”, me refería a Armando Fuentes Aguirre, “Catón”,quien le metió mano jocosa a los versos vernáculos. Esa versión fue grabada por Oscar Chávez y lo demás, pues ya se sabe.
CARTA
En marzo de 2012, Joe Biden fue recibido en Los Pinos por Felipe Calderón. El opositor líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador, aprovechó el viaje y le envió una carta con sus análisis sobre la realidad nacional cuyo contenido –no para informar a Joe, sino para criticar a Felipe–, hoy en nada se parece al gobierno actual.
Sin embargo y aun cuando no se conoce si Biden respondió la misiva o sólo la agradeció o ni siquiera la leyó, ese ha sido el mayor acercamiento hasta ahora entre ambos.