El perdón puede ser la vía que detenga la espiral de la violencia por el narcotráfico, un mundo que conoció de manera profunda Juan Pablo Escobar, hijo del capo más grande de la droga y del cual logró salir para ser el arquitecto de su propio destino para escribir una historia que no tuvo una segunda parte.
Juan Pablo Escobar compartió un testimonio que pretende mostrar que la aspiración a una fortuna material de nada sirve si no se cuenta con libertad, que incluso teniendo millones de dólares a su disposición se puede tener hambre.
“Lo que ahora busco es que los jóvenes sepan que estuvimos rodeados de millones de dólares, fuimos perseguidos, aguantando hambre, sin libertad, sin tranquilidad, pretendo mostrarles a esos jóvenes que sueñan con ser Pablo Escobar, con ser mafiosos como él, que ese no es el camino”, compartió a Plaza de Armas el hijo del capo colombiano.
Al cuestionarlo sobre la apología de la violencia, del camino paralelo entre Colombia y México, países que comparten una historia marcada por la droga y por la sangre, Juan Pablo Escobar dio una cifra que retrata una cruenta realidad.
“Ya pusimos entre colombianos y mexicanos un millón de muertos, sólo por el control del negocio del narcotráfico; el mensaje para estas dos naciones, para el mundo, es que deberíamos de revisar las reglas del juego que están propiciando tanta violencia, esta destrucción y vació de valores humanos, la falta del respeto por la vida y el derecho del otro lo que nos tiene divididos y enfrentados”, destacó el arquitecto y conferencista.
Es momento de buscar nuevas formas para enfrentar el problema
Para Juan Pablo Escobar, la alternativa se encuentra en la educación, en el amor a la familia en recuperar valores.
“Hay que recuperar los valores y el amor en las familias; muchos jovencitos que se drogan no quieren volver a sus casas porque los maltratan, lo que los aleja de su entorno, por lo que desde el estado, la sociedad y la familia tenemos que recuperar esa unidad familiar para que vuelva la paz”.
¿México está a tiempo de cambiar su historia de violencia?
En Colombia, donde la violencia llegó a grados extremos de colocar coches bomba y derribar aviones, afectando directamente a población civil, el hijo del autor de dichos atentados evitó entrar en comparaciones, aunque sí dijo que la violencia está latente y a la vista de todos.
“Soy muy respetuoso de no entrar en comparaciones, pero evidentemente hay una violencia latente, lo mismo que hay en Colombia y empiezan a parecerse una con otra, ya no distingue nacionalidades, no distingue origen social, nos afecta a todos y terminó la población de rehén”, compartió.
La búsqueda por encontrar políticas de paz lleva inevitablemente hacia el tema de la reconciliación y el perdón.
“Nadie te enseña a perdonar, nadie te explica eso, yo creo que es algo que debe hacerse desde el corazón, desde el respeto por el otro, de meterse en los zapatos del otro, acercarse con la máxima humildad a una víctima para no ofenderla, incluso con la mínima palabra”, expresó Juan Pablo, quien durante su conferencia mostró la manera en que pudo acercarse y ofrecer disculpas hacia los hijos, jóvenes como él en ese entonces, perdieron a sus padres por órdenes de Pablo Escobar Gaviria.
El perdón es una posibilidad de restaurar la esperanza y recuperar la paz.
“Las heridas y cicatrices van a quedar, pero el poder del perdón es sanador hacia el futuro; así pasó con los hijos de Miguel Rodríguez Orejuela, gente del Cartel de Cali, muchas víctimas y victimarios que nos hemos cruzado a lo largo de la vida y hemos entendido que el perdón es el único que nos permite avanzar y no quedarnos atrapados en el pasado, en esos deseos de odio y de venganza”, agregó Juan Pablo Escobar, quien lejos de enfrentar al hijo del enemigo de su padre, se sentó a tomar un whisky y a fumar la pipa de la paz.
“En el único lugar donde mi padre disfrutó su fortuna es en Netflix”
Finalmente dijo que la prohibición genera la curiosidad, por lo que lejos de frenar el contenido de las series de televisión en las que se cuenta la historia de su padre.
“Yo no creo que la solución sea prohibir una serie, lo que se debe es generar un mejor contenido; yo no me opongo a que se cuente la historia de mi papá, pero si tú a un niño le muestras que Pablo Escobar estaba muriéndose de hambre con tanto dinero, que no tenía libertad, que todos lo traicionaban entonces ya no es tan divertido ser Pablo Escobar, pero si sólo lo muestras en mansiones, glorificándolo, los jóvenes querrán ser cómo él, esa historia no se debe repetir”, finalizó el hijo del hombre que llegó ser el más poderoso y rico del mundo.