El ex gobernador de Oaxaca Ulises Ruíz me contó que la conexión de José Murat Casab con personajes muy cercanos al entonces precandidato presidencia de MORENA, Andrés Manuel López Obrador, se hizo más estrecha cuando su hijo, Alejandro Murat, decidió abandonar la dirección del INFONAVIT para buscar la candidatura al gobierno de esa entidad y el PRI estuvo retrasando su nominación.
En esa época se habló de un distanciamiento entre Alejandro Murat y su promotor en el seno del peñismo, Luis Videgaray, por serios desacuerdos sobre la publicitada cancelación millonaria de un contrato a la empresa Teira Realty.
Meses más tarde, ya como gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, aseguró que “durante su paso como director General del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), no tuvo nada que ver con el pago que hizo la dependencia federal por más de 5 mil millones de pesos para la cancelación de un contrato con la empresa Telra Realty.
De esa cantidad, 2 mil millones fueron recuperados por la Fiscalía General de la República (FGR) y entregados al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep) para el pago de los premios de la supuesta rifa del avión presidencial.”
La renuncia de Alejandro Murat al INFONAVIT fue el 30 de noviembre del 2015. Y su nominación como candidato a gobernador se dio hasta el 30 de enero del 2016.
Ese es el interregno que Ulises Ruíz señala como el que aprovechó José Murat para pactar los compromisos de entregar al PRI que necesitaba el partido MORENA.
En esa forma, los Murat, padre e hijo, sintieron que su elección política más acertada era acercarse y pactar con el gobierno de la 4T.
Y desde la Fundación Colosio, José Nelson Murat Casab, inició el desmantelamiento del PRI para facilitar que MORENA le arrebatara al PRI 8 de las gubernaturas que tenía hasta el pasado 6 de junio.
Morena le ganó al PRI en Campeche, Colima, Tlaxcala, Sonora, Sinaloa, Zacatecas y Guerrero.
Y perdió con el VERDE, aliado de MORENA, en San Luis Potosí.
Ahora la estrategia de los Murat parece ser alentar una revuelta en contra de Alejandro Moreno Cárdenas para que renuncie a la presidencia nacional del PRI en virtud de los desastrosos resultados que se obtuvieron en los pasados comicios.
El presidente López Obrador no ha tenido empacho en mostrar sus simpatías hacia el gobernador Alejandro Murat.
Oaxaca es el estado que más veces ha visitado el mandatario mexicano.
La purga que se está exigiendo a la actual dirigencia nacional del tricolor, dicen los expertos, debe empezar por separar de la Fundación Colosio a José Nelson Murat Casab, el verdadero colaboracionista de su partido con el gobierno de la 4T y su partido.
Las principales corrientes del PRI tienen las evidencias de cómo y por quién fueron traicionados para perder de una manera que pone en riesgo su registro con miras al 2024.
La verdad es que Alito no debe buscarle tres pies al gato de los Murat.