Mindfulness. II Parte
Reflexiones
joseluis.garibay7@yahoo.com.mx
En alguno de los textos que he tenido oportunidad de leer se establece que todo indica que nosotros escuchamos preferentemente para responder o replicar, cuando debiéramos escuchar para entender, esto significa que uno de los grandes valores de la comunicación está siendo desperdiciado y es “la escucha activa”. |
Desde siempre alguna persona nos ha recomendado que no solo debemos oir, sino escuchar, sin embargo aún cuando en todos los talleres, cursos y conferencias a los que he tenido oportunidad de asistir, se evidencia que muy poca atención y cuidado tenemos al escuchar, por eso es que Peter M. Senge en su texto La Quinta Disciplina nos realiza una serie de recomendaciones, entre otras: que la realidad una vez más ha convertido en buena práctica lo que hasta ayer eran buenas teorías. No hace mucho tiempo el mundo era un lugar predecible de lo que es hoy en dia.
Todavía se podía aspirar a que una organización fuese competitiva sobre la base de una división horizontal en el trabajo y vertical en las decisiones, alcanzaba con un Watson, un Sloan o un Edison en la punta dela pirámide para que pensara, al resto se le pagaba para hacer y no para pensar, esto pareciera que hubiese pasado un siglo.
Las organizaciones hoy en día deben inclinarse a ser organizaciones del conocimiento, cada puesto que es ocupado por alguien que conoce su tarea que no actúa tanto por delegación como por pericia. Los mercados globales son cada vez más exigentes.
Una organización que aspire a sobrevivir en el contexto actual debe convertirse en un diálogo permanente con su público, capaz de interpretar las demandas que recibe y de responder a ellas, pero además de poder dialogar con el mercado una organización debe ser capaz de mantener su propio diálogo interno. Quienes normalmente están más cerca del cliente son quienes más lejos están del poder ¿Cómo podría dialogar con el cliente quien no dialoga con sus propios empleados? En un contexto turbulento como el actual nadie puede sentirse fuerte por lo que es, la única fortaleza posible es la que proviene de ser capaz de responder, de poder dejar ser lo que se es para lo que sea necesario, tal es el sentido último de la clarísima advertencia de ariedgeus: la capacidad de aprender puede llegar a ser nuestra única ventaja competitiva.
Así pues Christopher K. Germer en su extraordinario texto “el poder del Mindfullness” nos regala inicialmente la interrogante ¿Por qué nos resulta tan difícil ofrecernos a nosotros mismos la misma amabilidad que con frecuencia ofrecemos alegremente a los otros? Tal vez porque según nuestra manera de pensar convencional en occidente tendemos a considerar la compasión como un regalo, y concedérnosla a nosotros mismos parece algo egoísta e impropio.
Pero la sabiduría antigua de oriente nos dice que la amabilidad afectuosa es algo que todo el mundo necesita y merece y esto incluye la compasión que podemos darnos a nosotros mismos.
La vida es dura, a pesar de nuestras mejores intenciones las cosas van mal, a veces muy mal, el 90% de nosotros nos casamos llenos de esperanza y optimismo sin embargo el 40% de los matrimonios acaba en divorcio. Luchamos por hacer frente a las exigencias de la vida diaria, y al final acabamos descubriendo que debemos cuidarnos por problemas relacionados con el estrés, como la tensión alta, la ansiedad, la depresión, el alcoholismo o un sistema inmunológico débil.
No importa mucho lo que tratemos de evitar el dolor emocional este nos sigue a todas partes. Las emociones difíciles, vergüenza, ira, soledad, miedo,. Desesperación, confusión, se presentan como un reloj a nuestra puerta, llegando cuando las cosas no van según nuestras expectativas, cuando nos hemos separado de las personas que amamos y como parte de la enfermedad ordinaria, la vejez y la muerte, todo parece indicar que no es posible evitar sentirse mal
Mindfullness ha sido traducida al español en diferentes formas, todas compuestas a falta de una palabra que de con el significado original. Las traducciones más comunes son Atención Plena, Plena Conciencia, Presencia Mental y Presencia Plena/Conciencia Abierta entre otras. Emplearemos la traducción más utilizada en este momento que es “Atención Plena” y, en la generalidad de los casos, directamente el vocablo inglés Mindfullness.
La palabra Mindfullness es también una de las primeras traducciones que se hicieron de la palabra “sati” en pali, un idioma vernacular similar al sánscrito que se hablaba en la época en que el Buda comenzó a enseñar hace 2500 años. Sati es la nominalización del verbo “sarati” que significa rememorar o recordar. Puesto que recordar es precisamente traer al presente, en su concepción última sati o Mindfullness es la capacidad humana básica de poder estar en el presente y de “recordarnos” estar en el presente, es decir, constantemente estar volviendo al aquí y ahora. .
Mindfullness ha sido traducida al español en diferentes formas, todas compuestas a falta de una palabra que de con el significado original. Las traducciones más comunes son Atención Plena, Plena Conciencia, Presencia Mental y Presencia Plena/Conciencia Abierta entre otras. Emplearemos la traducción más utilizada en este momento que es “Atención Plena” y, en la generalidad de los casos, directamente el vocablo inglés Mindfullness.
La palabra Mindfullness es también una de las primeras traducciones que se hicieron de la palabra «sati» en pali, un idioma vernacular similar al sánscrito que se hablaba en la época en que el Buda comenzó a enseñar hace 2500 años. Sati es la nominalización del verbo «sarati» que significa rememorar o recordar. Puesto que recordar es precisamente traer al presente, en su concepción última sati o Mindfullness es la capacidad humana básica de poder estar en el presente y de «recordarnos» estar en el presente, es decir, constantemente estar volviendo al aquí y ahora.
No podríamos vivir sin la capacidad de estar en el presente: es la que nos permite recordar a dónde estamos yendo mientras caminamos, aún cuando durante el trayecto nos hayamos perdido en miles de pensamientos. Sin Mindfullness sería imposible poder observar y reconocer la propia experiencia y vivir en este mundo. Sin embargo, y aunque creemos tener control consiente de nuestra atención, lo que normalmente sucede es que estamos constantemente atendiendo a pensamientos acerca del pasado o del futuro o bien, reconociendo solo una pequeña porción de lo que está sucediendo en el presente: si lo que estoy experimentando me gusta, quiero que continúe o si lo que estoy experimentando me desagrada, quiero que desaparezca.
Mindfullness permite reconocer lo que está sucediendo mientras está sucediendo, aceptando activamente el fluir de la experiencia tal cual se está dando. Así es que, aunque experimentemos algo desagradable (por cierto algo inevitable en la medida en que estemos vivos), podremos ahorrarnos el sufrimiento añadido de tener que lograr que aquello desagradable desaparezca. Quedarse solo con lo que experimentamos sin agregar sufrimiento es lo que la práctica de Mindfullness permite.
Amables lectores, con nuestro mayor deseo que este colaboración sirva en su diario vivir y en su Empresa Feliz años lleno de existo.
Nos vemos en la que sigue.