MITOS Y MENTADAS
Informalidad, Crecimiento y Boleros
Es recurrente la discusión en la academia y los medios sobre el bajo crecimiento económico de México. Una de las razones principales que dan los expertos, desde la OCDE hasta numerosos economistas locales, es el elevado nivel de informalidad de la economía.
En esa concepción hay un problema que es la categorización de la informalidad como si fuera una sola y homogénea. En líneas generales informales son quienes realizan un trabajo sin cumplir con las leyes, en especial la fiscal. Pero hay varias formas de informalidad, incluidas informalidades parciales. Por ejemplo, un médico que en ocasiones atiende a un paciente sin emitir factura, es un informal parcial.
Mientras desempeñaba funciones en Washington tuve la oportunidad de viajar por decenas de países. En esos viajes era usual que me boleara los zapatos. Bolear zapatos es una actividad a la que no prestamos mucha atención; un oficio con poco valor agregado que se mueve a menudo en el terreno informal.
Sin embargo, creo que el bolero es un buen ejemplo para medir la productividad y competitividad de esa informalidad que generalizamos sin distingo. Para evaluar la productividad de los boleros, lo primero que uno debiera medir es si tienen un nivel de capital similar. En Japón, Estados Unidos y México, por ejemplo, encontré estos mismos elementos: una banca, un asiento, una caja con la grasa y los cepillos; todos boleaban con las manos, sin máquinas eléctricas. Desde el punto de vista de acceso a capital, su situación era similar.
Para evaluar la productividad del bolero hemos de considerar dos aspectos: la velocidad y la calidad con que bolean y dejan los zapatos. Sin lugar a duda, los boleros más productivos están en México: son rápidos y el resultado es muy bueno comparado con los demás. En términos de competitividad, además, también ellos son los mejores: su costo es mucho menor que en Estados Unidos y Japón.
Ahora supongo que todos los boleros japoneses son formales, los de EU tal vez, y los de México seguro que no. Por ende, si se planteara la formalización de esos boleros, ¿mejorarían su productividad y competitividad? Lo dudo. La formalización acarrearía un aumento de precios (el bolero debe trasladar la carga fiscal al cliente) y no necesariamente haría mayor la productividad, pues es probable que cada bolero ya esté trabajando al máximo nivel. Y para aquellos economistas que dicen que la formalización es positiva como vía de acceso al crédito, con los cambios en tecnologías financieras, muchos en el mercado informal tendrán acceso a crédito, que ya se mide con base a parámetros distintos que la tradicional evaluación bancaria.
Además, la informalidad como tradicionalmente se ha visto, se debe considerar que el concepto de trabajo como lo conocemos esta cambiado drásticamente. El fenómeno de “freelance” también conocidos como trabajadores independientes que en su mayoría cabrían dentro del concepto de “informales”, tiene un crecimiento significativo en todo el mundo. Es probable que muchos economistas encuentren el ejemplo simplista, pero en realidad es simplista la idea de que la informalidad puede ser resuelta por una formalización generalizada. Para disminuir la informalidad debiéramos segmentar, determinando en dónde la formalización podría resultar más efectiva para el fisco y el emprendedor. Actividades que tienen posibilidades de sofisticarse y ganar valor agregado podrían estar en la primera línea. ¿Formalizar un bolero? Por ir en línea con discursos dominantes, no arruinemos nuestras propias capacidades productivas. Y a nuestros zapatos.