El Ejército israelí declaró el estado de guerra tras un fuerte ataque combinado desde Gaza, con el lanzamiento de cohetes y la infiltración de milicianos palestinos a territorio israelí, en una agresión de la que considera responsable el grupo islamista Hamás.
“El Ejército israelí declara el estado de alerta de guerra”, declaró un portavoz militar en un comunicado, mientras las alarmas siguen sonando a norte y sur del país, incluido Tel Aviv y Jerusalén.
“En la última hora, la organización terrorista Hamás inició un lanzamiento masivo de cohetes” y “los terroristas se infiltraron en territorio israelí en varios lugares distintos”, indicó el Ejército, que ordenó a “los civiles de la zona central y sur de permanecer junto a los refugios”, mientras que los ciudadanos de comunidades cercanas a Gaza deben permanecer en su interior.
Esta orden se dio después de que milicianos armados de Gaza se infiltraron a la ciudad de Sderot, muy cercana a la Franja, donde se estaban enfrentando a tropas israelíes.
El jefe del Estado Mayor del Ejército “está evaluando la situación y aprueba planes para la continuación de la actividad del Ejército”, mientras que el ministro de Defensa, Yoav Gallant, aprobó el reclutamiento de soldados de reserva ante la emergencia.
Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel, declaró oficialmente el inicio de hostilidades con los terroristas palestinos, luego de que los grupos extremistas dejaran un saldo de al menos 22 muertos y cientos de heridos en suelo israelí. “El enemigo pagará un precio sin precedentes”, aseguró.
El ataque múltiple lanzado desde Gaza tomó por sorpresa a Israel en plena mañana de shabat, día de descanso judío, y según medios, ahora las tropas israelíes están llevando a cabo bombardeos de represalia contra el enclave, bajo bloqueo israelí desde 2007, cuando Hamás tomó control de la Franja.
El comandante militar de Hamás, Mohamed Deif, emitió una declaración considerando los ataques e infiltración de milicianos a Israel como “el día de la gran revolución”.