Yadira González y el colectivo de búsqueda de personas desaparecidas en Querétaro enfrentan una batalla constante para descubrir la verdad y brindar paz a las familias afectadas. La instalación del memorial en Santa Bárbara la Cueva es un paso simbólico y significativo en esta lucha, recordando a todos la importancia de la memoria y la justicia.
En este sentido, la líder del colectivo de búsqueda de personas desaparecidas en Querétaro anunció la instalación de un memorial en la localidad de Santa Bárbara la Cueva, en la frontera entre los estados de México y Querétaro. Este acto honra a las personas cuyos cuerpos fueron encontrados en dicha área, lugar de numerosas excavaciones recientes.
Yadira González comentó que, durante la ceremonia contó con la participación del padre Flavio y el padre Arturo, “se realizó una bendición del terreno. En ese sitio de terror y dolor. Siempre nos gusta regresarle la paz, la calma y manifestar el amor que las familias tenemos por ellos”, declaró González.
Agregó que, fue instalada una cruz como un recordatorio permanente de los horrores que no deben repetirse ni ser permitidos por la sociedad y el gobierno. “En Querétaro sí hay fosas, en Querétaro sí pasan las cosas”, subrayó.
Además, que, la ceremonia tuvo carácter ecuménico, con la participación de diversas expresiones de fe cristiana, representadas por el padre Arturo Carrasco de la Iglesia Anglicana de México y el fray Flavio. “acompañaron a hermanos y hermanas que viven esta situación difícil”, expresó.
Precisó que, el descubrimiento en Santa Barbará La Cueva no es el primero para el colectivo, que ha encontrado previamente osamentas y lugares clandestinos en Querétaro. Sin embargo, esta es la primera vez que han notificado a la Fiscalía del Estado.
Detalló que, el proceso de búsqueda realizado por el colectivo incluye excavaciones detalladas para identificar variaciones en el suelo que indiquen posibles fosas clandestinas. “La primera osamenta encontrada estaba a una profundidad de unos 80 centímetros. Las búsquedas actuales se extienden hasta un metro de profundidad y se centran en detectar cambios en la composición del suelo, como la presencia de grava, que indican áreas manipuladas”.
La labor del colectivo es ardua y se complica con las condiciones climáticas. La lluvia reciente ha dificultado las excavaciones, haciendo el terreno lodoso y obstaculizando la observación. A pesar de estos desafíos, dijo, el colectivo continúa trabajando diligentemente. “Vamos a seguir trabajando en el lugar porque la dificultad de ser una retroexcavadora es que aflojas la tierra. Vamos a estar regresando para ver que no haya sido reutilizado el sitio”, explicó González.
Agregó que, la ONU también está involucrada en este proceso y elaborará un informe sobre el sitio. Aunque la Comisión Nacional y la Comisión Local de Búsqueda han hecho un trabajo destacado, el colectivo resalta la falta de recursos y apoyo material, incluyendo vehículos y herramientas especializadas. La rotación de personal y la falta de contratos fijos también son problemas que limitan la búsqueda de los familiares desaparecidos.
“El colectivo ha presentado varias quejas ante Derechos Humanos por violaciones cometidas por la Fiscalía, pero ninguna ha sido resuelta hasta el momento”.
Yadira González hace un llamado a las autoridades de Derechos Humanos a trabajar más diligentemente y a resolver las quejas pendientes. En cuanto a las acusaciones de que el colectivo podría haber sembrado pruebas, subrayó. “Nosotros los rescatamos, no los ponemos, no los escondemos”, finalizó.