Más allá del resultado electoral en Coahuila y es Estado de México, vale la pena revisar las características de estos procesos -los últimos previos a la elección presidencial- pues nos han dado luces importantes sobre la forma en que éste habrá de desarrollarse. La forma en que se desarrollaron las campañas, las decisiones de los partidos políticos y la dinámica de la competencia, principalmente, nos permiten prever la forma en que podrían darse las campañas el próximo año. Por el número de votantes, especial relevancia ha tenido la elección en Edomex, con un padrón de 12 millones 678 mil personas y 20,433 casillas.
Según datos de MWGroup, la medición de la conversación digital previo a la elección señalaba que el 70% de el diálogo en el ciberespacio relacionado con Alejandra del Moral (Coalición PRI, PAN, PRD, PANAL) fue positiva, mientras el 30% fue negativa. Las reacciones favorables se dieron por sus propuestas, mientras que las desfavorables fueron por señalamientos de corrupción. En el caso de Delfina Gómez (Morena, PT y PVEM), el 53% de la conversación en medios digitales fue positiva, mientras el 47% fue negativa. Las críticas fueron por el mal uso del presupuesto público, mientras que el apoyo fue por mantener “ventaja de intención de voto sobre Ale del Moral”. Sin embargo, la conversación digital no se traduce puntualmente en votos.
Alternancia contra continuidad. La narrativa en el Estado de México, al igual que en Coahuila fue la de sacar del poder a un partido con casi 100 años de control político en ambas entidades. En este contexto, la imagen del presidente López Obrador y su discurso por la “transformación”, han impactado de manera positiva en el ámbito local. En 2024 habrá elecciones en CDMX, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán. Ese mismo día, también se elegirán 128 senadores y 500 diputados federales, así como 30 congresos locales y un amplísimo universo de municipios. En sentido contrario a lo que ocurrió a lo largo de este sexenio, Morena será evaluado en su forma de gobernar a nivel local, adicionalmente, enfrentará el reto de procesar correctamente las candidaturas en esos espacios.
Encuestas. La guerra de estudios de opinión arreció. Llamó la atención que existieran muchas encuestas que ponían a la candidata de Morena hasta por 20 puntos encima de Del Moral. El propio Tribunal Electoral del Estado de México resolvió que Morena difundió en los spots, encuestas falsas para promocionar a su candidata. Por su parte, aunque Del Moral insistió en reiteradas ocasiones que habían alcanzado “un empate técnico”, no lograron demostrarlo fehacientemente. Cada vez es mas evidente que las encuestas son empleadas como instrumentos de propaganda, con el fin de sesgar la opinión. En 2024 este riesgo estará latente.
Programas sociales y clientelismo. La sombra del uso de programas sociales para influenciar el voto popular, estuvo presente por parte de las dos coaliciones. El equipo de Alejandra del Moral tuvo a su favor el padrón de casi 700 mil beneficiarias del “salario rosa”, mientras que Delfina Gómez contó con el de los adultos mayores, sembrando vida y las becas Benito Juárez. En 2024, los programas sociales jugarán de manera importante a favor del partido en el poder, sin que cuenten con un contrapeso importante a nivel estatal. Sirva recordar que aún sin incluir los resultados en Edomex o Coahuila, Morena, junto con sus aliados (PVEM y PES), gobierna 22 entidades federativas, lo que implica el 54.8 de la población y el 56.3 del PIB del país.
Coaliciones. La relevancia de las alianzas ha quedado de manifiesto. La disolución vista en Coahuila, con candidatos separados del PT y el PVEM, restó competitividad a Morena. ¿Qué decisión tomarán PRI, PAN y PRD al finalizar la contienda? Habrá quienes argumenten que el PRI resta más de lo que suma, también quienes apuesten por la inclusión del MC en una nueva ecuación como la del 2018. De los resultados definitivos, podrían devenir nuevas decisiones para 2024.
La #SociedadHorizontal deberá analizar a fondo la forma en que votaron los distintos segmentos sociales, desde las clases medias y las zonas más acomodadas, hasta los amplios estratos populares. Será importante revisar si la dinámica clientelar imperó o si la movilización se basó en antagonismo o apoyo al proyecto llamado 4T. Entender los resultados de ayer será fundamental para armar la estrategia rumbo al 2024, que por cierto inicia hoy mismo.