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La inflación general de México se desaceleró más de lo esperado a principios de septiembre, lo que probablemente le dio al Banco de México margen para reducir los costos de endeudamiento por segundo mes consecutivo en la reunión de tasas de interés del jueves.
Los datos oficiales publicados este martes mostraron que los precios al consumidor aumentaron un 4.66 por ciento en las primeras dos semanas del mes respecto del mismo periodo del año anterior, apenas por debajo de la estimación mediana del 4.71 por ciento de los economistas encuestados por Bloomberg.
La cifra estuvo por debajo de la lectura del 4.83 por ciento en el periodo de dos semanas anterior.
La métrica de inflación subyacente, que se sigue de cerca y que excluye artículos volátiles como alimentos y combustible, se desaceleró al 3.95 por ciento desde el 4.01 por ciento en la lectura anterior, aproximadamente en línea con la estimación mediana del 3.96 por ciento.
El banco central apunta a una inflación del 3 por ciento, más o menos un punto porcentual.
El mes pasado, Banxico, como se conoce al banco central, redujo su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos, lo que redujo los costos de endeudamiento al 10.75 por ciento en una decisión dividida.
La mayoría de los economistas encuestados por Bloomberg esperan que las autoridades flexibilicen su política monetaria en otro cuarto de punto hasta el 10.5 por ciento el jueves. Algunos incluso prevén un recorte hasta el 10.25 por ciento que reflejaría la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de la semana pasada de reducir su tipo de referencia en 50 puntos básicos.
“Los datos de actividad económica han estado confirmando que la desaceleración en México se ha intensificado”, dijo Gabriel Casillas, economista jefe para América Latina de Barclays Plc antes del informe de inflación de este martes. “La Fed de Estados Unidos recortó más en comparación con lo que Banxico había esperado, abriendo espacio para una mayor flexibilización”.
La reducción de la Fed fue su primera en cuatro años y las autoridades estadounidenses han dejado la puerta abierta a nuevos ajustes. Banxico redujo su pronóstico de crecimiento para 2024 en agosto a 1.5 desde 2.4 por ciento, en parte porque la debilidad de la industria manufacturera estadounidense ha contribuido a la lentitud de la economía mexicana.
La propuesta del Presidente Andrés Manuel López Obrador de que los jueces sean elegidos por voto popular fue aprobada en ambas cámaras del Congreso a principios de este mes, lo que provocó un episodio de volatilidad del peso que podría aumentar la cautela entre los responsables de la política monetaria de Banxico.
El proceso electoral estadounidense también ha contribuido a las oscilaciones en el valor de la moneda.
El peso se ha mantenido por encima de 19 por dólar desde finales de agosto.