Cuando disfrutamos de una buena comida, si no tenemos cuidado y nos vamos de paso aun después de sentirnos satisfechos, tenemos el riesgo de sufrir una gran indigestión y todos, absolutamente todos, después de un atracón de comida hemos tenido esa desagradable sensación. El placer de comer, se convierte en un inconveniente y uno de los síntomas mas comunes de la indigestión es sentir ardor en la parte superior del abdomen, un ardor irritante, un ardor molesto, un ardor que no te deja pensar con claridad; es irónico que una de las cosas que más te causa placer, te pueda llegar a causar ese ardor, un ardor que te hace odiar incluso a lo que te lo provoco, sin importar si esto haya sido la mejor comida del mundo.
La sabiduría popular nos ha dejado algunos consejos muy básicos para que de manera natural aliviemos esos síntomas y solo por mencionar algunos, se recomienda:
• Beber agua y evitar acostarse.
• Jengibre o menta en forma de té.
• Dieta blanda y evitar fumar y beber alcohol.
• Evitar alimentos difíciles de digerir, bicarbonato con agua, etc…
Dejo estos simples consejos para todos los que han sentido esa severa indigestión, ese ardor en la parte superior del abdomen después de confirmarse que nuevamente el crack argentino ha sido reconocido como el mejor jugador de futbol de mundo. A pesar del gourmet que Messi nos regala, existen personas a las que les levanta ampolla el reconocimiento.
El camino para llegar a todos sus balones de oro no comenzó hace poco, pero como detalle a mencionar, un punto de inflexión para ello, sucedió en el estadio Santiago Bernabéu, el 2 de mayo del 2009, cuando Pep Guardiola le dio una instrucción que cambio todo. En la brevedad de unos minutos, el de Sampedor le informo a Messi sobre los cambios tácticos del partido: “Leo, hoy juega Samuel Eto´o por tu banda y quiero que tu juegues por el centro, por delante de los centrales (Cannavaro y Metzelder), a las espaldas de sus medios centros (Gago y Lass) … y no te preocupes, que detrás tuyo van Xavi y Iniesta, por la izquierda Henry y también, Alves se adelantara unos metros por derecha. Messi, tu encara y arranca por el centro, acompaña y vuelve cuantas veces quieras… juega libre”.
La conversación dura nada, pero se extiende a la eternidad. De ser una promesa, el rosarino paso a ser una realidad en un solo partido. El jugador que hasta ese entonces había estado pegado a una banda, dio el salto hacia el centro del campo para que todo girara en torno a él y así, empezar a convertirse en el mejor futbolista del mundo. En ese partido, Messi empezó a convertirse en Messi.
Hay y habrá jugadores con una temporada espectacular, podrán ganar trofeos y aplausos, pero jamás se acercarán al mejor futbolista del mundo, es más, jamás se acercarán siquiera al segundo mejor futbolista del orbe. En la actualidad y desde hace más de una década, no hay nadie que genere lo que generan Messi y Cristiano, y no me refiero a dinero y trofeos, me refiero a emociones y de eso se trata este deporte; por esa razón, así como me parece un acierto la denominación de Messi, me parece una grosería que sitúen al portugués en el sexto lugar. Para mí, mientras ambos pisen el césped, seguirán siendo el número uno y el dos. No se puede entender la carrera de Messi sin Cristiano. Por arriba del portugués solo ha estado Messi y por debajo suyo puede estar cualquiera.
Esa tercera posición puede disputársela varios jugadores, quienes ustedes quieran: Lewandoski, Jorginho, Griezmann, Modric, Benzema, etc… todos y cada uno de ellos, cada temporada, miran de lejos a ambos. Con Messi y Cristiano jugando, ese es el lugar por el cual compiten.
No es algo que este a discusión, nos guste o no, los primeros dos puestos ya están ocupados y la realidad es que durante los últimos años el tercer lugar es la verdadera vacante.
Mi mejor amigo siempre dice: “la vida está hecha de detalles”, yo hoy me quedo con este:
“…Messi, tu encara y arranca por el centro, acompaña y vuelve cuantas veces quieras… juega libre”.
La conversación dura nada, pero se extiende a la eternidad.
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