Israel Sánchez
Contrario al juicio simplista que ve a la censura como un mero embate a la libertad de expresión, su historia es más complicada e interesante, y obliga a repensar cómo se le concibe.
Así lo planteó el historiador neoyorquino Robert Darnton en la Feria Internacional del Libro de las Universitarias y los Universitarios (Filuni), al dictar la conferencia inaugural “Cómo ha operado la censura: Una historia comparada”.
“(La censura) ha variado de acuerdo con las características de cada régimen. Así que debe estudiarse de forma etnográfica y como un ingrediente de la cultura política, y no simplemente como el villano de una historia siempre con el mismo guion: represión contra libertad”, expresó el académico en el Centro de Exposiciones y Congresos de la UNAM.
El autor del libro Censores trabajando, De cómo los Estados dieron forma a la literatura ilustró su postura haciendo un breve repaso por tres casos de estudio, empezando por el de la Francia del siglo 18 y los censores cuyas revisiones otorgaban “el privilegio del Rey” necesario para que un libro pudiera venderse.
Se trataba, explicó, de hombres de letras tal como los autores censurados, a quienes les sugerían mejoras a sus manuscritos.
“Su principal preocupación era, como uno de ellos dijo, y lo cito, ‘defender el honor de la literatura francesa’ (…) Así que la censura fue esencialmente positiva en la Francia del siglo 18”, apuntó Darnton.
Y es que los comentarios de estos censores en realidad iban más dirigidos a la calidad que a aspectos ideológicos. Claro que, como precisó el historiador, había obras que no eran enviadas a los censores, las más polémicas, que se imprimían en Ginebra y luego circulaban ilegalmente.
El neoyorquino luego pasó a la India británica del siglo 19, donde la censura operó como un foucaultiano ejercicio de vigilar y castigar conforme comenzaron los levantamientos y rebeliones, aunque se castigaba a la gente detrás de libros que podían llevar décadas circulando.
Y de ahí saltó a la Alemania del siglo 20, luego de la caída del Muro de Berlín.
Darnton -a quien Socorro Venegas, Directora General de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM, definió en la presentación como un escritor “de los intersticios del pasado, del lado interior de la piel de la memoria”- compartió que en 1989 tuvo oportunidad de conocer a censores del Partido Comunista y preguntarles por su práctica, que entendían como la mera planeación de los libros que se publicarían cada año en la Alemania Oriental.
“O sea, la censura era la planeación. La literatura tenía que planearse como cualquier otra cosa en una sociedad socialista. Era un asunto de ingeniería social”, detalló el historiador.
A modo de conclusión, el académico compartió su propia concepción sobre la censura.
“A mi parecer, necesitamos entender la censura, no solamente condenarla”, subrayó. “Pero al hacer este intento por entenderla, también debemos tomar una postura por la libertad de expresión”.